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minho apareció en la cocina la mañana siguiente. traía puesta su pijama azul y el cabello desordenado, además de una para nada adorable expresión de cansancio en compás con un par de oscuras ojeras contrastando su piel. minju frunció el ceño al verlo.

—estás hecho un asco.

—mírate a ti.

minho pasó a un lado de ella y se sentó en la mesa para comenzar a prepararse su cereal favorito. minju seguía comiendo de su yogur natural con frutas mientras lo examinaba, decidiendo molestarlo. el mayor pensó que quizá hyunjin y ella sí hacían una buena pareja después de todo: ambos eran igual de molestos.

—no deberías desvelarte tanto —continuó ella—. te ves fatal y le haces un daño enorme a tu salud, estás comenzando a verte diez años más viejo y lo más seguro es que acabes volviéndote un loco por-

minho dejó a un lado la caja de cereal con un fuerte sonido, interrumpiéndola—: agradezco tu preocupación por mi salud integral, pero sinceramente no me importa lo que digas. voy a esforzarme en esto.

—pero-

—además, deberías preocuparte más por hablarle al pobre hyunjin. ¿no ves que se dedica a fastidiarme para que le hables? — bufó estresado. aquella conversación estaba irritándolo demasiado, o más de lo que estaba dispuesto a soportar. decidió agregar más azúcar a su cereal, ya de por sí mismo era azucarado esperando que su mañana no se viera arruinada.

minju fruncía los labios—: no puedo. tengo a otro.
—confesó.

—¿te cuesta mucho decírselo? está realmente jodiéndome la existencia y no voy a ser tan amable en correrlo si se aparece hoy. —minho comenzó a desayunar con calma y frunció el ceño porque el desayuno le había quedado un poco más dulce de lo que le gustaría. aún así, no podía perder más tiempo como para prepararse otro cuenco; así que sólamente comió hasta que su estómago lo soportase por el resto de la mañana.

y como esperaba, minju siguió comiendo y no respondió más.

ABRE LA VENTANA, LEE。 hyunho ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora