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cuando minho tocó el timbre de la casa de hyunjin, un sentimiento de adrenalina escaló en todo su cuerpo. como un torbellino, su instinto le pidió escapar de allí corriendo.

"¿qué estaba pensando hacer?"

por un momento no supo ni siquiera por qué había tomado esa decisión, pero sus pies morían por tomar carrera en dirección contraria a la vivienda. y justo como una señal, recordó a felix.

recordó la pieza de origami. recordó todo su esfuerzo, paciencia y valor. realmente admiraba su manera de hacer frente a sus sentimientos, él había sido tan maduro y...

si era rechazado, por lo menos podría comprenderlo.

cuando hyunjin abrió la puerta, el corazón de minho se paralizó. quizás su rostro permaneció impasible, pero en su interior se estaba derritiendo al ver a hyunjin con su cabello adorablemente ondulado y la ropa holgada que le quedaba demasiado bien. ambos se miraron unos segundos en silencio, internamente nerviosos, pero en seguida se dedicaron una sonrisa.

hyunjin se apartó de la puerta, pidiéndole mudamente que entrase. minho recordó cuando entró a esa casa la primera vez. estaba preocupado porque hyunjin tenía la pierna lesionada luego de que cayera por la ventana, en aquel accidente que los unió. recordó la situación con cariño y una pequeña sonrisa mientras el rubio los guiaba hasta la sala.

minho notó que la amable señora que vivía con hyunjin estaba ausente debido al poco ruido del alrededor—: ¿y tu madre?

—está trabajando.

minho calló de nuevo. hyunjin siempre respondía eso.

—¿quieres beber algo, hyung? tengo un poco de sandía en el refrigerador, tal vez puedo picarla para ti.

—no, gracias, no creo que esté aquí por mucho tiempo.

"no después de que te diga lo que siento".

—oh, bueno —se sentó junto a él en el sofá, aparentemente distraído mientras apagaba la televisión con el control remoto antes de ponerle absoluta atención. —¿de qué querías hablar, hyung?

"de que me gustas, me encantas, me traes loco y no tienes idea de cuánto".

—bueno, yo...

"quiero besarte. quiero que me beses. muero por hacerlo".

hyunjin comenzó a preocuparse cuando minho hizo un silencio extremadamente largo, quedándose pasmado en su lugar, sin moverse ni mirar a otro lado. le tocó el hombro, pero el gesto sólo aportó a que el chico diera un brinco en su sitio—: hyung, ¿es muy grave? te noto un poco...

—y-yo... —no podía hacerlo, si hyunjin lo rechazaba no podría soportarlo—. felix ya no va a estudiar con nosotros.

"yo no soy tan valiente como felix".

hyunjin frunció el ceño, preocupado—: ¿le pasó algo?

minho cerró los ojos, suspirando. seguro parecía que estaba a punto de llorar allí mismo por la pérdida de su amigo, pero sólo estaba decepcionado de sí mismo por acobardarse—: va a estudiar artes en el otro lado de la ciudad.

—oh. pero eso es bueno, ¿no, hyung? —minho no respondió, tan sólo se aproximó al cuerpo de hyunjin y lo abrazó hasta que quedaron recostados al apoyabrazos del sofá—. ¿hyung?

—lo voy a extrañar —susurró.

no era mentira lo que estaba diciendo, pero tampoco era su intención sacar el tema o aparentar que le afectaba demasiado. extrañaría a su amigo, sí, extrañaría su compañía, su adorable sonrisa y sus lindas pecas. pero si no se iba a confesar, al menos tendría algo de contacto con hyunjin. hacía muchos días que no lo tenía tan cerca, y se sentía extrañamente bien. ocultó su rostro en el cuello del rubio, notando cómo la piel de éste se erizaba.

hyunjin, creyendo que estaba destrozado por el cambio de escuela de felix, lo abrazo de vuelta y lo mantuvo así por largos minutos.

—también lo extrañaré. todos lo haremos —susurró. minho asintió, aún escondido—. pero, hyung —lo alejó, tomándolo del rostro y mirándolo directamente a los ojos. —¿estás seguro de que sólo es eso lo que quieres decirme o hay algo más?

minho no podía hablar, el nudo en su garganta se lo impedía. la adrenalina seguía corriendo a través de él, y se sentía mucho más aterrador con el contacto visual, con el rostro de hyunjin tan cerca, y sus...

no mires sus labios, no mires sus labios, no mires sus... ¡maldita sea, lee minho! ¡no te atrevas a mirar sus labios!

el mayor tragó saliva, más tenso que antes, con los brazos aún rodeando el cuerpo de hyunjin y las manos temblorosas—: s-sí, hay algo más...

ABRE LA VENTANA, LEE。 hyunho ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora