Capítulo 11

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Me quedo un rato pensando en que hacer hasta que veo a Dylan saliendo por la puerta corriendo y Albert va detrás de él, pero parece que ellos no me ven.

- ¡Dylan vuelve aquí!- Le grita Albert el cual se ve un poco furioso, y no sé porque pero me resulta gracioso verlo así, es como si estuviera llamando a un niño pequeños que no hace caso.

- Déjame en paz un momento ¿vale?- Responde agresivo y pasándose la mano por el pelo.- Solo un momento y vuelvo dentro.- Se gira y habla más calmado.

-  Solo quiero saber que cojones es lo que está pasando Dylan.- Inquiere Albert y Dylan gira la cabeza y me ve.

- Ahora no, ves adentro y ya te lo contaré, pero ahora solo quiero estar un momento solo.- Albert mira en mi dirección y asiente, para después girarse volviendo a entrar a casa y Dylan camina hacia donde estoy yo.

Yo giro la cabeza y me hago la loca como si no hubiese visto ni escuchado nada, pero mi risita me delata cuando lo tengo cerca.

- ¿Qué hace tanta gracia?- Pregunta sentándose a mi lado y yo sigo riéndome.

- Tú padre a veces te habla como si tuviese 5 años y tu vida dependiera de él.- Me sigo riendo esta vez con más ganas y a Dylan se le escapa una risilla.

- ¿Estás borracha?-  Pregunta mirándome con una media sonrisa, como si le hiciera gracia la situación, y yo no sé a él, pero a mi si me hace mucha gracia.

- ¡Por fin ha llegado el día!- Exclamo ilusionada y me pongo delante de él. - No papá no estoy borracha, solo he bebido un poco.- Respondo con el mismo tono de voz y con la misma frase que él me dijo una vez que le encontré borracho y pongo los ojos en blanco pero me mareo un poco. - ¿Lo he hecho bien maestro?- Pongo los brazos en jarra y le miró inclinando la cabeza y veo como se ríe y niega.

- Estas loca.- Sigue riendose y me vuelvo a poner a su lado y me agacho para quitarme los estúpidos tacones. - Y definitivamente borracha.

- Sí, sé que estoy loca, si no no estaría aquí ahora mismo y no me habria dignado a volver sabiendo lo que me iba a encontrar.- Vuelvo a reírme pero esta vez con un poco de retintín y oigo como Dylan suspira y le miro a los ojos.- ¿La has besado?- Pregunto indicando con mi cabeza hacia dentro de la casa y él mira hacia el suelo y no me responde.- Vale.- Suspiro y niego con la cabeza mirando hacia el frente y él sigue sin responder.

- Adri...

- No me tienes que dar explicaciones Dylan, es tu prometida.- Le corto y me encojo de hombros.- Igual que tu y yo actuábamos que no pasaba nada entre nosotros, ahora tienes que actuar con que la quieres a ella.- Suspiro.

- Me gustaba más la otra.- Confiesa.

- A mi no me gusta ninguna.- Dylan me mira desconcertado.- Estoy cansada de actuar Dylan.- Le confieso mirándole a los ojos.- Si las cosas fueran al revés ¿Tú que harías si fueses yo?- Pregunto y el aparta la mirada y no dice nada y yo miro al suelo.- Eso pensaba.- Le vuelvo a mirar pero él está chutando una piedra con los pies, niego con la cabeza y me meto corriendo de nuevo en casa.

Tengo claro a donde voy y lo que voy ha hacer, así que voy directa al cajón donde se que están las llaves de los coches. Veo las mías y a su lado están las del ferrari, lo pienso un poco pero al final no tengo dudas.

- Me lo he ganado.- Digo bajito cojiendo las llaves del ferrari.

Me giro y veo a Mad con Adley moviendo la cabeza hacia todos lados hasta que me ve y veo que me señala y yo saludo con la mano mientras se acercan a mi.

- ¿Donde estabas?- Pregunta mi amiga cuando llega a mi altura.

- Tomando el aire, y ahora voy al baño que me estoy meando.- Lo último se lo susurro para que Adley no me oiga pero al parecer lo hace porque se ríe y mi amiga también.

- Vale, te espero.- Asiento con una sonrisa y me dirijo hasta el cuarto de baño para despistar a mi amiga y entro en el.

Abro un armario y cojo un par de zapatillas de verano que guardé aquí por si algún día las necesitaba al volver de la piscina. Guardo los tacones y me pongo las zapatillas, y salgo asegurandome de que Mad no esta cerca y voy hacia el ascensor para bajar al parking.
Antes de que las puertas se cierren veo que Mad, Justin y Dylan están juntos y Mad señala hacia el lavabo. No iba a aguantar un segundo más en esta casa, como me quede aquí voy acabar estirándome del pelo a mi misma o a alguien que yo me sé, y aunque esté borracha, me sigue quedando un poco de decencia.

Me meto en el Ferrari cuando estoy en el parking y a la vez que lo pongo en marcha bajo mi ventana para que entre un poco de aire, ya que ahora mismo tengo muchísima calor. Arrancó el motor y el sonido que hace me encanta y me sale una sonrisita de los labios cuando lo pongo en marcha y salgo del parking con el coche despacio para darle tiempo a la puerta del parking a abrirse.
Me sorprende ver a Mad y Dylan juntos en el porche y la cara de él al verme en el coche es todo un poema.

- ¡Joder Adri espera!- Escucho que grita y yo le guiño un ojo antes de poner el coche a toda marcha. - ¡Mierda!- Grita de nuevo y veo como se mete dentro corriendo mientras Mad se queda petrificada sin saber que hacer y a la vez Justin sale con ella y acompañado de gente que se gira o se asoma por la puerta para ver que pasa.

Yo subo la marcha y acelero más para salir de aquí antes de que Dylan me alcance, porque estoy segura de que ha entrado a por las llaves de su coche.

Your DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora