Capítulo 38

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Me despierto en mi cama al lado de Mad y me incorporo lentamente, pero siento que todo me da vueltas a la vez que tengo una presión inmensa en la cabeza. Mad se levanta y va corriendo al lavabo.

- ¡Me meo, me meo, me meo!- Va gritando y no puedo evitar reírme y volver a tumbarme y cerrar los ojos.

- ¡Me estoy muriendo!.-Grito pegando un cojín a mi cara y escucho la risita de Mad.

- Puta resaca.- Asiento poniendo los ojos en blanco, pero me mareo y me doy cuenta de que ha sido mala idea tener ese acto reflejo.- Eso sí, en el momento te lo pasas genial.- Vuelve a meterse en la ca y a tumbarse a mi lado.

- ¿A qué hora llegamos?- Le pregunto dándome cuenta de que son la una del medio día.

- Ni idea tía, pero tengo muchísimo sueño.- Asiento dándole la razón y cerrando mis ojos ligeramente.

- Yo a más de sueño tengo muchísimas ganas de comer lo que sea, pero comida basura.- Le digo aún con los ojos cerrados.

- Yo estoy igual, se me están viniendo a la cabeza imágenes de patatas fritas, hamburguesas, pizza...

- Shh.- Le silencio poniéndole un dedo en la boca y ella se ríe.- Abro mis ojos y me vuelvo a incorporar.- ¿Vamos a la cocina a solucionar este problema de hambre?- Mad asiente animadamente y las dos nos ponemos unas zapatillas de estar por casa y bajamos a la cocina por el ascensor, como buenas vagas que somos.

- Buena resaca, quiero decir, buenos días.- Nos saluda Justin desde la cocina y yo niego con cara de asco.

- Que gracioso eres chaval.- Le dice Mad con él mismo asco con el que le he mirado yo.

- Me meo contigo Justin, la bomba.- Añado yo y me voy al congelador a ver cuanta comida basura hay, y comienzo a sacar todo lo que podemos hacer frito, como Nuggets, figures de queso, patatas fritas y todo lo que voy pillando.

- ¿Se han despertado hambrientas las princesas de la casa?- Pregunta después de haberse reído de nosotras.

- Ten cuidado vaya a ser que te comamos a ti.- Le dice Mad y yo me rio mientras lo preparo todo para comenzar a cocinar.

- Tengo mucho sueño.- Les indicó y ambos asientes sentados en la isla, yo me acerco y apoyo mis brazos sobre el mármol mientras espero a que el aceite se caliente.

- Agárrate a mí.- Me dice Justin y yo le miro dudosa.- Nos ha despertado Lexi a las siete de la mañana porque no quería que Dylan y tú estuvieseis juntos cuando os despertarais.- Pongo cara de asco al escucharle y Mad hace lo mismo.

- Permíteme que no me haga la sorprendida, estoy demasiado cansada como para fingir hoy.- Le digo y ambos se ríen.- A veces agobian demasiado, no sé que mierda pretenden, les guste o no va a seguir siendo mi primastro y eso no lo pueden evitar.- Me encojo de hombros y ellos me miran asintiendo.

- A veces parece que os quieran absorber.- Dice Mad.

- ¿Solo a veces?- Pregunto sarcásticamente y después me río.- A mí me tienen ya hasta el Chimichurri.- Suspiro y pongo los ojos en blanco al pensar que aún me queda mucho por aguantar.

- Menos mal que ayer no estaban cuando casi os coméis la boca en medio de la pista.- Me dice Justin y yo niego horrorizada.

- Les gusta jugar con fuego, son chicos fogosos.- Dice Mad como burla y yo la miro mal.

- Tú eres la chispa que nos enciende.- Le digo y me saca la lengua y yo le hago lo mismo, para luego reírnos.- Os prometo que me acuerdo de lo que paso anoche, pero son como flashes que me van viniendo, no me acuerdo de absolutamente todo con detalles.- Les digo mientras comienzo a freír cosas.

- Normal, ibais muy perjudicadas aquí las súper amiguis.- Dice Justin con sarcasmo y no podemos evitar reírnos.

- ¡Te amo amiga!- Exclama Mad y yo le lanzo un beso que ella coge y se lleva al pecho y yo hago como si ese gesto me hubiese maravillado.

- ¿En qué momento os juntasteis?- Pregunta Justin riéndose y Mad y yo nos encogemos de hombros.

- Estábamos destinadas.- Dice Mad y yo comienzo a emplatar lo que ya está frito.

- Por separado somos fuertes, pero juntas lo somos más.- Añado yo de espaldas a ellos mientras sigo cocinando.

- No hace falta que lo prometas.- Dice Justin

Acabo de cocinar mientras seguimos hablando entre risas y sarcasmos. Realmente, me gustaría que estuviera Dylan aquí, pero obviamente sé que eso no es posible. Solo espero que nadie sepa lo que paso anoche en el lavabo de la discoteca y que por una vez pudiéramos disfrutar de nuestro contacto sin tener miedo a lo que pudiera pasar, yo sin duda lo hice y ahora lo pienso y sé que ambos hicimos mal, pero el alcohol nos envalentonó a hacer las cosas sin miedo, y no me arrepiento de lo que paso. Una vez toda la comida empatada en tres platos, nos vamos los tres a inflarnos de comida basura al salón mientras vemos la tele y Mad y yo parece que nos activamos comiendo.

- ¿Sois gremlins que si os dan de comer os trastornáis?- Pregunta Justin al vernos tan activas, cuando antes a penas abríamos los ojos.

- Y si nos mojas, no quieras saber lo que nos pasa.- Le digo yo y Mad asiente.

- Es verdad, no lo quieres saber.- Me secunda mi amiga.

Decidimos poner una película que nos gusta a Mad y a mí, Justin no se queja, pero sus caras son un poema al ver las escenas de Encantada, de Disney.

- Esta pava sois vosotras dos.- Nos dice cuando hemos acabado de comer y nos hemos acurrucado los tres en el sofá con unas mantas calentitas.- Esta loca.- Añade y Mad y yo abrimos los ojos sorprendidas.

- A mí me encanta su personalidad.- Dice Mad.

- Pues porque eres igual cariño.- Le dice Justin mirándola con ojos tiernos.

- ¿Me has llamado loca?- Le pregunta a él y después me mira a mí.- Adri, me acaba de llamar loca.-Me afirma seria y yo asiento siguiéndole el rollo.

- No, no te he llamado Loca.- Intenta excusarse Justin, pero ambas negamos.

- Yo lo he oído.- Le digo y él niega riéndose.

- ¿Ves?- Le dice Mad.- Has dicho que ella está loca, pero anteriormente habías dicho que ella somos nosotras dos, por lo tanto, no solo me has llamado loca a mí, si no, que también has llamado loca a Adri.- Yo me hago la sorprendida abriendo la boca y llevándome la mano a ella.

- No me esperaba esto de ti Justin.- Le digo haciéndome la decepcionada.- Yo pensaba que éramos amiguísimos del alma.- Añado actuando como si me hubiese ofendido.

- ¿Pero es que no os veis? ¡Estáis locas!- Exclama el divertido y riéndose y nosotras no podemos evitarlo y nos comenzamos a reír.

- ¿A qué nos quieres?- Le pregunta Mad con ojitos y Justin asiente riéndose.

- Que remedio.- Dice él y eso nos sirve.

Ambas nos juntamos en una punta del sofá y dejamos a Justin la otra para el solito porque él quiere volver a dormirse. Nosotras seguimos viendo un rato más alguna que otra película, pero sin darme cuenta, en algún momento de la tercera película que hemos puesto me quedo totalmente dormida en el sofá del salón abrazada a Mad.

Your DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora