- Ahora sonará la música y entráis primero vosotras y por último Lexi.- Nos explica la organizadora de eventos a la que contrataron y todas asentimos.
Comienza a soñar la melodía de Thousen Years y la primera en entrar es una de las primas de Lexi, seguida por Carly, después por Mad y después por mi. Al entrar veo como la mirada de mi madre se dirige a mi y me mira sonriente y me dice con los labios "Que guapa" y yo le sonrío de vuelta.
Alber y Carol también me miran sonrientes pero a Carol se le nota un poco de tristeza en los ojos, aún así yo les sonrío a los dos, aun que tengo ganas de huir. Supongo que Dylan está igual. Le miro pero él esta de espaldas y mueve la pierna nervioso, y eso me hace sonreír.
Por un momento me imagino que soy yo la novia y estoy recorriendo el pasillo que me hará estar unida al amor de mi vida, el que cuando conocí prefería que estuviese lo más lejos posible de mi, que pensaba que las que estuvieran con él tenían que estar locas, que le insulté muchas veces en mi mente... ¿Y ahora qué?
Ahora le miro y el simple hecho de pensar que lo de la otra noche fue una especie de despedida para nosotros hace que mi estomago se encoja y lagrimas se instalen en mis ojos deseando salir.
Respiro hondo poniéndome a un lado de la especie de altar que hemos preparado esta mañana y Mad al ver mi expresión me coge de la mano y la miro y ambas nos sonreímos, y respiro hondo mirando hacia la puerta y Lexi entra acompañada de su padre.
Dylan en ese momento se gira y al verla a ella no muestra ninguna expresión en su cara, pero entonces gira la mirada y me mira a mi y se queda unos segundos mirándome sorprendido y con una sonrisa en sus labios, yo le sonrío a él, está precioso con ese traje. Le indico con los ojos que mire a Lexi y él lo hace.
Al mirarla a ella me doy cuenta de que ella está mirando a Daniel, él cual, la mira con una sonrisa triste y le dice con los labios que está preciosa, y Lexi sonríe y mira hacia el suelo cuando lo ve.
En realidad me da pena ella también. Una parte de mi piensa que ella se ha buscado estar así, y que el Karma existe y realmente le está dando lo que se merece, pero mi otra parte comprensiva piensa, que lo siento mucho por ella. Sé de sobras lo que es estar en esa situación y lo jodido que se siente y no me gusta pensar que alguien más lo está pasando.
- Tratala como una reina.- Le dice Paul a Dylan y esté le hecha una mirada de asco y pone los ojos en blanco.
- Y tú tomate en serio lo que estoy haciendo y déjate de jueguitos.- Le responde él lo suficiente alto parque los que estamos cerca lo escuchemos. A Paul le sale una sonrisa victoriosa, demostrando que ese era el objetivo principal, hacer que Dylan le reprochara.
Comienza a hablar el juez que hemos contratado para la ocasión y explica como se conocieron Dylan y Lexi y todas las cosas que han vivido juntos. Dylan no presta nada de atención a lo que dicen y lo único que hace es pasarse el peso de un pie al otro, hasta que nos piden a todos que nos sentemos.
- Y ahora, leer vuestros votos.- Pide el señor después de media hora explicando que es el matrimonio y esas cosas, y la primera en comenzar es Lexi, la cual dice unas cosas muy bonitas y algunas, estoy segura que la mayoría, van dirigidas a Daniel.
- Cuando te conocí, me pareciste insoportable y lo único que deseaba es que te fueras de nuestras vidas, no voy a mentir.- Habla un Dylan nervioso y la gente ríe al escucharle.-Pero poco a poco me dejaste ver quien eras tú en realidad, y lo gran luchadora que habías sido toda tu vida.- Al escuchar eso frunzo el ceño y mi corazón comienza dispararse.- Sabía que tu y yo no podíamos ser nada, más que una relación cordial, pero calaste hondo en mi corazón y no podía alejarme de tí, ni aunque me obligasen hacerlo, y así te lo hice ver.- Mad me mira y yo noto como mis ojos se llenan de lagrimas.- He sido un capullo contigo más veces de las que me hubiese gustado serlo, pero en el fondo sabía que teníamos que estar alejados, y la cagué pero bien.- Mad me agarra la mano y aprieta un poco y yo respiro hondo.- Aún así, tú me perdonaste y me enseñaste que el amor verdadero existe más allá de las historias, de las películas y que realmente esté, supera todo lo que me enseñaste con tus películas de mierda que siempre acabamos viendo.- Me río al escucharle decir esto y la gente también lo hace y es entonces cuando no puedo aguantarlo más y se cae una lagrima que me limpia Mad.- Me enseñaste a querer, a quererme tal y como soy, con mi pasado y sin él. Me enseñaste a que yo también puedo ser fuerte, y espero estar demostrándotelo.- Asiento y sonrío, porque estoy orgullosísima de quien es él.- Pero sobre todo, me enseñaste que tu eres mi Luna, que el amor se compone de una alma que habita en dos cuerpos y sobre todo, que pase lo que pase, yo te amo mas que ayer, pero menos que mañana.- Dylan levanta la mirada del papel y me mira a mi y yo le sonrío limpiándome las lagrimas que caen sin cesar y veo como él también se limpia una.
La gente empieza a aplaudir y yo también lo hago, pero entonces me doy cuenta de cual es mi sitio aquí, de que no soy yo la que está delante de él esperando a oír los votos. Yo estoy al lado de las damas de honor, y soy una de ellas. Respiro hondo para intentar calmarme y Mad al verme se acerca a mi oreja.
- ¿Quieres que salgamos?- Me pregunta preocupada.
- Yo os declaro, señor y señora Brown.- Dice entonces el juez y yo asiento.
Mad sin dudarlo me coge de la mano y nos vamos hacia un lado del jardín mientras todos gritan y aplauden celebrándolo. Me lleva a un banco alejados de todo y me derrumbo.
- Lo siento.- Le digo a Mad aún llorando, pero mucho más calmada gracias a sus palabras.
- No me tienes que pedir perdón, Adri.- Me niega con voz dulce y volviéndome a abrazar.- Estoy segura de que harías lo mismo por mi.- Asiento dandole la razón y respiro hondo de nuevo.- Voy a por un vaso de agua para ti.- Me indica y yo vuelvo a asentir y me quedo sentada esperando a que mi amiga vuelva.
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Your Destiny
Teen FictionYo sabía que mudarme a los Ángeles iba a suponer un gran cambio en mi vida y que, seguramente, acabaría por pasarme factura. Lo que no sabía era que se iba a cobrar tan cara. Cuando volví a casa tras enterarme del engaño, no podía hacer nada por dej...