Estoy despierta, pero con los ojos cerrados fingiendo estar dormida por si Marck está mirando las cámaras. Hoy he decidido dejar la tele apagada y ponerme solo una lucecita, para que cuando apaguen las cámaras y se quede el mismo video todo el rato no se vea en bucle la misma escena en la televisión. Me gustaría decir que Marck es tonto y que no se daría cuenta de eso, pero no lo es, y se va a fijar en cada detalle, por mínimo que sea.
Escucho como se abre la puerta de mi habitación y me giro para encontrarme a Dylan entrar, solo en calzoncillos, y al verlo con una sonrisa deduzco que ya han apagado las cámaras y le sonrío de vuelta.
Primero le indicó que se calle y no diga nada y él me mira extrañado, pero yo solo le hago gestos para que no hable. Me giro para sacar el móvil del cajón de mi mesita de noche y paso por su lado en la puerta y me dirijo al gimnasio donde dejo el móvil para después volver a mi habitación. Dylan me mira en todo momento extrañado y su cara me hace bastante gracia.- El micro de mi móvil está todo el rato encendido.- Le explico y él asiente.- Si vamos a hacer las cosas así, las hacemos bien.- Le sonrío adentrándome a mi habitación.
-¿Qué cree que está haciendo señorito?- Le pregunto sentándome en la cama y riéndome al ver que se acerca como si fuera un espía secreto.
- Colarme en tu habitación sin que te enteres.- Me río aún más.- Pero te me has adelantado con tus movimientos de esconder el móvil.- Ambos nos reímos y él deja de hacer el payaso y se sienta a mi lado en la cama.
- ¿Los demás nos están esperando?- Le pregunto mirándole a los ojos y sintiéndome en casa, a salvo.
- Afirmativo, pero están esperando a que les dé una señal y les he dicho que hasta las tres o así no estaría listo.- Miro la hora en el reloj de mi mesita de noche y veo que son las dos y media.
- Pero si son las dos y media.- Le digo extrañaba y él me pone su sonrisa pícara.
- Lo sé.- Acerca su cara a la mía hasta que nuestras frentes chocan.- Pero te he hachado muchísimo de menos y necesitaba estar un rato contigo a solas.- Asiento con una sonrisa y le beso.
Es increíble todas las cosas que me hace sentir cuando le beso. Se me olvida todo lo que llevo viviendo hasta hoy. Todo lo malo que está pasando en nuestras vidas se van a un segundo plano, porque no me importa nada más. Ni siquiera que alguien de esta casa pueda entrar y vernos. Le necesito justo así, aquí a mi lado, besándome y demostrándome que por mil cosas que nos vaya a pasar en la vida nosotros podremos contra todo, contra todos. Nuestro amor es más fuerte que todos los baches que nos quiera poner la vida.
- No necesito nada más, Adri.- Me dice cuando nos separamos y volvernos a unir nuestras frentes.- Solo te necesito aquí conmigo a mi lado para saber que todo va bien.- Sonrió al escuchar sus palabras y saber que pensamos lo mismo.
Nos queremos, y eso es todo lo que necesitamos ahora mismo.Esta vez es el quién acorta las distancias entre nosotros es él y yo me siento encima suya a horcajadas y le cojo del pelo hasta enredar mis manos en él. Su lengua no tarda en pedirme paso y sus manos bajan hasta mi culo donde comienza a moverme para que nos rocemos. Inconscientemente gimo y él sonríe al oírme.
- ¿Tú también me has hachado de menos?- Me pregunta mirándome con esa mirada tan suya de deseo, y yo asiento.
- Tanto que dolía.- Suspiró cuando noto sus manos frías colándose por la espalda de mi camiseta y acariciándome lentamente.
- A mí también me dolía saber que estabas con él y sentir que ahí no te podía proteger.- Confiesa triste y yo apoyo mis manos en su cara.
- Pero ahora estoy aquí gracias a ti Dylan.- Le digo mirándole directamente a los ojos.- Confió en ti, y sé que siempre buscarás la manera de protegerme.- Le aseguro y él niega.
- No puedo, Adri.- Baja la mirada y yo suspiro.
- Lo que no puedes es rendirte Dylan.- Le levanto la cara haciendo que me mire.- Si yo aguanto todo eso y hago esto es por ti, por todos vosotros.- Niego mirándole y veo como le cae una lágrima.
- Yo también hacía esto por protegerte.- Admite.- Pero han jugado doble carta.
- Nosotros también podemos hacerlo, tienes controladas las cámaras, estás jugando con su "control".- Le digo haciendo las comillas con los dedos.
- Prométeme una cosa.- Me pide y asiento.- Prométeme que si algún día te pone la mano en cima, por mínimo que sea el roce, saldrás de ahí sin importarte lo que me pase a mí.- Me muerdo el labio inferior y miro hacia un lado y esta vez es él quien me la vuelve a girar suavemente para que le vuelva a mirar.- Adri, prométemelo.- Me suplica y yo niego.
- No puedo.- Susurro y él niega al oírme.- Aguantaré lo que sea con tal de saber que seguís aquí conmigo.- Le aseguro y él vuelve a negar.- Os necesito aquí conmigo Dylan.- Le confieso y él besa al oírme.
- Yo también te necesito aquí conmigo, Adri.- Dice antes de volver a unir nuestros besos.- Como bien has dicho antes, estamos atados de pies y manos.- Dice haciéndonos girar en la cama y quedando él encima de mí y yo sonrío.
- Lo estamos.- Admito.- ¿Pero qué más da? Nos tenemos el uno al otro, como desde el principio.-Asiento sonriendo y él me sonríe a mí de vuelta.
- ¿Y a mí me dejarías atarte las manos?- Me pregunta con voz seductora y yo me sorprendo ante la proposición y noto como el corazón me bombea más fuerte cuando comienza a besarme por toda la cara y después me besa el cuello.
- Hazlo.- Le digo nerviosa y él me mira desde suposición.- Átame.- Le pido y él sonríe de manera pícara y se levanta y yo le sigo con la mirada hasta que veo que va a mi tocador donde coge uno de mis lazos para el pelo y vuelve y se sienta a horcajadas encima de mí.
- Dame tus manos.- Me pide y yo se las doy, él junta mis muñecas y comienza a darle vueltas al lazo hasta que le hace un nudo y después me mira y me tira los brazos hacia atrás y yo noto como mi nerviosismo y el morbo de la situación van en aumento cuando comienza a besarme por la barriga y yo no puedo mover los brazos, ya que él me los está aguantando para que queden por encima de mi cabeza y no los pueda mover.
Suspiro y miro todos sus movimientos y veo como ba bajando sus besos cada vez más, e inconscientemente abro las piernas y él levanta su cabeza y me mira sonriente.
- Sigue.- Le ordeno en un suspiro y él asiente sonriente.
- A sus órdenes.- dice y me besa justo ahí, donde estaba deseando que lo hiciera, pero por encima de la tela del pantalón. Aun así sigue siendo placentero, muy placentero.- No muecas los brazos de ahí.- Me ordena esta vez él y yo asiento rápidamente.
Comienza a bajar su mano y hasta que llega a la cinta elástica del pantalón. Se incorpora y pone la otra mano al otro lado de mi cadera, y comienza a bajarme el pantalón y las bragas. Sin querer muevo los brazos, pero antes de que pueda hacer nada él me los vuelve a poner donde estaban.
- Como vuelvas a desobedecerme te tendré que castigar.- Me susurra cerca de mi oreja y después me deja un húmedo beso en el cuello.
Yo asiento obediente y sigue bajándome los pantalones y las bragas hasta quitármelas y las deja a un lado en la cama.
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Your Destiny
Подростковая литератураYo sabía que mudarme a los Ángeles iba a suponer un gran cambio en mi vida y que, seguramente, acabaría por pasarme factura. Lo que no sabía era que se iba a cobrar tan cara. Cuando volví a casa tras enterarme del engaño, no podía hacer nada por dej...