Capítulo 51

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Narra Dylan

No me puedo creer que se haya rendido. Más bien, me niego a hacerlo. Sabía que este momento acabaría llegando, que ella se cansaría de todo, pero una pequeña parte de mí esperaba que sobreviviera.

Después de la conversación con ella he salido de casa, sin darle explicaciones a nadie, y sin pararme después de ver a mi padre en el jardín, el cual me ha preguntado, pero no le he contestado. Solo necesito volver a respirar, y sé que eso no pasará si no estoy con ella.

Su cara al ver el test de embarazo fue indescriptible, y cuando ví como me miraba supe que la había cagado hasta el fondo y que sería imposible recuperarla. Por eso he intentado hablar esta mañana con ella, me he arriesgado mucho haciendo, pero le había pedido a Justin que me cubriera unos minutos. Pero esta vez había algo en su mirada diferente, los ojos no le han brillado al verme, más bien ha sentido rabia.

Al final lo han conseguido, nos han separado como ellos querían. Las palabras de Adri resuenan en mi cabeza una y otra vez diciéndome que se ha rendido. Sé que ella ha tirado del carro muchas veces, y seguramente ahora necesita que lo haga yo, pero no puedo, no en esa casa.

Puede que ninguno lo haya notado, pero estamos monitorizados todo el tiempo, hay mil cámaras escondidas en esa casa y yo tengo un papel muy claro. Hacer que soy feliz con Lexi y decir lo del embarazo actuando con frialdad hacia ella. Si no lo hago, la matarán.

No hay otra forma de protegerla, no tengo manera ahora mismo de saber que estará bien, lo único que puedo hacer es distanciarme y ser frío con ella, cuando lo que más deseo ahora mismo es acurrucarme a su lado y escuchar que todo estará bien y que solo somos ella y yo.

Camino por el pueblo sin rumbo hasta que la escucho. Su voz llena de alegría y su risa son inconfundibles para mis oídos. Decido esconderme para verla de lejos y la veo acompañada de Adley, Oliver, Mad y Justin. Adley le va contando algo que le hace estallar en carcajadas y no puedo evitar sonreír al verla así. Necesito que esté así siempre, y yo no se lo puedo dar. No mientras esto siga así, y no estoy seguro de que vaya a cambiar.

Decido seguirlos por el pueblo manteniendo una distancia considerable para que no noten que estoy aquí. Veo que se paran en un árbol que pone que es de los deseos a cupido y todos ponen una nota en él. Me pregunto que habrá puesto Adri.

Me paro en frente de una joyería y veo un conjunto precioso con un sol y una luna.

- Hola.- Saludo entrando a la tienda y el dependiente me sonríe.

- Hola, joven.

- ¿Cuánto cuesta el conjunto del sol y la luna?- El señor me indica el precio y decido comprarlos.

El conjunto consiste en un collar que tiene la silueta de la luna y un anillo que tiene el sol dibujado y a su lado un hueco para que encaje la luna del collar. Me pruebo el anillo para comprobar que me viene y parece que el destino lo haya puesto en mi camino en el momento correcto. Le pido que el collar lo ponga en una caja bonita y él la decora perfecta de San Valentín.

Al entrar en la tienda les he perdido el rastro, pero decido no buscarlos y volver a casa. No he venido en coche porque necesitaba pensar y aclarar mi cabeza, y creo que me ha venido bien.

Tardo un poco más de lo que había pretendido en llegar a casa y cuando llego, le pido a Tiffany y a Carol que me acompañen un momento y ellas lo hace sin dudar. Las llevo al bosquecito que queda delante de la casa y les explico toda la situación e incluso me derrumbo delante de ellas las cuales me consuelan y entre todos tratamos de buscar soluciones pero nada. Les pido que no intenten hacer nada y que sobre todo no hablen con ella dentro de la casa, no les explico el motivo, porque conociéndolas sé que se la querrán llevar de aquí, lo sé porque yo también lo he querido hacer, pero ahora ni la mayor seguridades mundo podrían impedir una catástrofe.

Les enseño también el regalo que le he preparado a Adri y les pido que me saquen un papel y un boli. Le escribo una nota a Adri la cual doblo y meto en el regalo y les pido que sean ellas quien lo dejen en la habitación por mí.

Me encanta estar así con ellas, sobre todo con Carol. Ella ha sido como una madre para mí, y nunca le he mostrado que estoy agradecido con ella por todo lo que ha hecho por mí todos estos años. Yo solo vivía cabreado con el mundo y con ella cuando siempre me ha demostrado que ha estado ahí para mí, y muchas veces me antepone ante mi padre y eso demuestra mucho de ella. Las abrazo a ambas y los tres volvemos a la casa.

Decidimos preparar una barbacoa para cenar y ayudo a mi padre con todo lo necesario y ambos nos ponemos manos a la obra.

- ¿Qué hay entre Adri y tú?- Me pregunta mi padre desprevenido y me sorprende su pregunta.

- Nada.- Le respondo serio y él niega.

- Hijo, me lo puedes contar.- Insiste mi padre y yo niego.

- Es que no hay nada que contar papa.- Le explico serio esperando que esta vez se lo crea.- Voy a tener un hijo con Lexi y me voy a casar con ella, con Adri hemos formado una bonita amistad y punto.- Zanjo la conversación y mi padre asiente.

- Vale.- Dice y no vuelve a hablarme más si no es para decirme que gire la carne y yo lo prefiero.

En el momento en el que están poniendo la mesa aparece ella con su sonrisa y yo me quedo embobado mirándola. Ella al verme entristece un poco y yo decido seguir a lo mío.

Aix, vida. ¿Por qué me lo pones tan complicado?

Your DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora