- Deberíamos ir a casa, tu madre y tu tía estaban desesperadas cuando te has ido.- Respiró hondo al escucharle vuelvo a columpiarme un poco.- Tenías razón en lo que has dicho.- Admite cabizbajo y yo le miro sin saber a qué se refiere.- Debería dejar de torturar a mi padre por lo que le paso a mi madre.
- Dylan, siento mucho lo que he dicho, no lo decía de verdad, estaba en shock y no ha estado bien.-Intento excusarme por lo que le he dicho. Sé que no está bien y que la he tomado con el que menos debía hacerlo.
- No tienes que pedirme perdón Adri.- Vuelve a mirarme mientas coge mi mano y juguetea con nuestros dedos.- Mi padre no lo pasó nada bien cuando mi madre murió, y yo no hago más que recordárselo día tras día.- Me quedo callada sin saber que decir y él mira hacia nuestras manos que están entrelazadas.- Mi padre estaba en ese momento en la misma situación que estamos nosotros ahora, y nunca supe verlo, solo veía lo que mis ojos querían ver.- Vuelve a mirarme y se encoge de hombros.- No me cabe ninguna duda de que mi padre amaba a mi madre y de que intentó salvarnos, pero como has podido comprobar, siempre acaban haciendo lo que les dá la gana.- Asiento dándole la razón.
- Está bien que hayas abierto los ojos Dylan, creo que tendrías que hablar con tu padre y contarle como te sentiste tú con toda esa situación y ambos hacer algo para superarla juntos.- Dylan asiente y vuelve a mirar nuestras manos.- No tengo dudas de que tu padre te quiere y que haría cualquier cosa por ti y por verte feliz, en cambio al mío únicamente le gusta joderme la vida y ver que soy infeliz.- Dylan me mira preocupado y yo me encojo de hombros.- Pero no voy a dejar que se salga con la suya, por eso me cambie el apellido por el de mi madre cuando tuve la oportunidad, no quería tener nada que ver con el monstruo ese que solo sabe crear el mal allá a donde va.- Dylan me escucha atentamente sin dejar de acariciarme la mano.- No me extraña que esté en la cárcel, la verdad.- Admito seria.
- Ni a mí.- Me secunda él.- Ahora que le he visto sé que lo único que le gusta en la vida es joderos a tu madre y a ti.- Asiento dándole la razón.- Adri, tu madre esta muy mal ahora mismo, creo que excesiva a su hija a su lado más que nunca.
- Ella siempre lo será todo para mí, sea biológicamente mi madre o no.- Le afirmo a Dylan y él asiente.
- Lo sé cariño, pero eso se lo tienes que decir a ella porque considero que ahora mismo se siente como si te hubiese fallado.- Respiró hondo, al fin y al cabo sí me ha fallado, pero no le puedo castigar por querer tener una hija y darme una vida llena de amor por su parte y felicidad.- Y yo más que nadie sé lo jodido que se siente cuando sabes que has traicionado a Adriana Smith.- Diciendo esto consigue que sonría y él al verme se ríe.- No me hace gracia, es la verdad.- Yo asiento aún sonriendo.- Lo que se siente es que tu mundo desaparece y no vas a saber nunca recomponerte.- Me río al escuchar sus palabras y él me mira con gesto divertido.
- Que exagerado eres.- Sigo riéndome pero él niega.
- Para nada, tú lo eres todo para tu madre y para mí, y sentir que te perdemos es sentir que nos quedamos solos, sin nada en esta vida.- me dice serio y yo suspiro.- Te queremos de verdad Adri.- Me asegura y esta vez soy yo la que le da un beso.
- Llévame con mi madre.- Le pido cuando nos separamos y él asiente.
Cogidos de la mano me lleva hasta el coche y una vez los dos dentro nos dirigimos a casa sin decir nada, pero él no deja de acariciarme la pierna durante el trayecto y eso me reconforta mucho y me aporta la tranquilidad que necesito ahora mismo.
- Dylan.- comienzo a decirle cuando estamos a punto de llegar a casa.- ¿Sabes por qué nos han llevado allí?- Le pregunto mirándole y noto como tensa los músculos de la cara antes de asentir.
- Nos pillaron.- Contesta en un susurro y asiento.
- Esto solo ha sido un aviso Dylan.- Él asiente triste.- Esto tiene que acabar Dylan, por lo menos hasta que sepamos que todo está solucionado.
Dylan aparca el coche en la entrada de casa y me mira sigilosamente con tristeza y yo noto como mi corazón va a mil por hora por el simple hecho de haberle dicho que lo dejemos.
- Yo también creo que es lo mejor para protegerte de verdad.- Suspiro profundamente y asiento antes de abrazarle.- Te quiero pequeña.- Sonrío mirándole a los ojos y asiento.
- Te quiero grandullón, gracias por venir a buscarme siempre.- Él se ríe abriendo la puerta del coche y saliendo de este y yo le imito.
- Lo mismo debería decirte.- Asiento sonriente, pero noto como mis miedos y mi nerviosismo aumentan al ver a mi madre llorando desconsolada a través de la ventana.- Entra ahí y demuestra que vales muchísimo más que todo eso Adri.- Me dice Dylan reconfortándome, a mi lado y yo asiento mientras me limpio una lágrima que cae por mi mejilla.
Respiro hondo antes de comenzar a andar con paso decisivo y abro la puerta con cuidado.
- ¿Dylan la has encontrado?- Oigo como se acerca mi tía con la voz rota y cuando me ve se queda paralizada.
- Sí.- Responde Dylan a la vez que mi madre aparece por la puerta y se queda al lado de mi tía.
- Adri... yo solo...- Comienza a decirme mi madre y me acerco a ella y la abrazo fuertemente mientras las dos lloramos.
Estiro la mano mirando a mi tía que nos mira llorando también y se une a nosotras en este abrazo.
- Mama, ¿sabes una cosa que me dijiste de pequeña?- Le pregunto mirando a los ojos.- Que siempre ibas a dar todo lo que fuera por mí, y eso has hecho.- Mi madre me mira con ternura mientras asiente.- Siempre te he admirado por lo fuerte que eres y por todo lo que has hecho por mí, y ni papá ni nadie va a hacerme cambiar de opinión.- Suspiro mientras mi madre me limpia las lágrimas.- Y a ti te debo todo mi futuro y el que estoy aquí- Miro esta vez a mi tía.- Os agradezco todo a las dos, mi vida a lo mejor no ha sido perfecta, pero vosotras dos habéis hecho que no pueda ser más feliz.- Ambas me miran con una sonrisa.
- Siempre supe que ibas a ser una gran persona cariño.- Me dice mi madre quitándome un mechón que me caía por la frente.- Pero superas con creces todo lo que había pensado.- Asiento sonriendo.-Te amo con locura.
La vuelvo a abrazar fuertemente y respiro su aroma. Me acuerdo que cuando era pequeña y en el patio me peleaba con alguien, llegar a casa y abrazar a mi madre, que me consolaba mientras yo lloraba, y respiraba ese aroma tan familiar y que me aportaba tanta confianza y tranquilidad, todo se me pasaba y sentía que nada había pasado. Mi madre ha sido mi supermamá siempre, y eso no va a cambiarlo el hecho de que sea estéril y no me haya parido.
- Gracias por dejarme formar parte de vuestras vida a pesar de todo.- Dice mi tía llorando a nuestro lado.
- Gracias a ti por darme al amor de mi vida.- Le dice mi madre mirándome.
- Gracias a las dos por demostrarme que el amor puede con todo.- Les abrazo a las dos con una sonrisa que ellas me devuelven.
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Your Destiny
Подростковая литератураYo sabía que mudarme a los Ángeles iba a suponer un gran cambio en mi vida y que, seguramente, acabaría por pasarme factura. Lo que no sabía era que se iba a cobrar tan cara. Cuando volví a casa tras enterarme del engaño, no podía hacer nada por dej...