Capítulo 32

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Voy andando sin tener un rumbo claro, y sin saber donde estoy. Pero la verdad, tampoco me importa mucho si me pierdo por el camino y no se volverá casa. Es increíble como la vida puede cambiar tanto de un momento a otro. Hace un momento era feliz, pese a todo lo que estoy viviendo, tenía todo lo que siempre había ansiado con tener en mi vida, voy a una nueva universidad, mi madre por fin tiene un trabajo que merécela pena, tengo unos amigos geniales, encontré al amor de mi vida... Y segundos después ha aparecido el fantasma de mi pasado y ha hecho que recuerde que vida nunca me va a poner las cosas tan fáciles.

No me puedo creer que hayan estado mintiéndome toda la vida. Sé que tampoco habrá sido fácilmente para ellas, estoy segura de que mi madre habrá sufrido muchísimo y mi tía también, pero ¿Alguien pensó en que pasaría si yo me enterará? ¿Alguien pensó por una milésima de segundo como me dolería a mí esto?

Seguramente se pensaban que si papá se iba de nuestras vidas esto nunca saldría a La Luz, y por eso decidieron no contarme nada. Pero por desgracia la vida no se puede organizar ni planear y siempre acaba pasando lo contrario a lo que habías pensado que pasaría en un futuro. A veces cambia para bien, y otras como en este caso cambian para mal.

Sigo andando hasta que a lo lejos veo el parque al que fui con Dylan cuando cogimos las bicicletas y entonces me ubico y ya sé donde estoy. No sé si me gusta estar ubicada o no. Ahora mismo lo que más me gustaría es desaparecer y que nadie se acordará de mí, sería lo mejor para todos y solucionaría muchas vidas.

Me siento en el columpio y comienzo a balancearme lentamente mientras pienso en todo y a la vez en nada, porque estoy bloqueada.

El móvil he decidido apagarlo cuando he comenzado mi marcha, no quiero que nadie me llame, me escriba, me escuche o me busque, y la única solución para eso es apagar el móvil. Últimamente no puedo tener nada de intimidad, y ahora es lo único que necesito. Estoy segura de que Marck no respetara esta decisión, pero dudo que diga o haga algo al respeto teniendo en cuenta que lo que acabo de vivir y mi reacción eran lo único que querían conseguir esta noche haciendo eso y llevándome a la cárcel a ver al hombre que intento violarme cuando era pequeña y que pretende que le llame papa.
Es flipante, lo que realmente quería y he soñado toda mi vida era que me dijeran que ese hombre nunca fue mi padre y que se marchara para siempre de mi vida y no tener ningún tipo de relación con él, ni siquiera sanguínea. Y resulta que la persona con la que realmente no comparto genes, si no fuera por lo que hicieron, es la persona que he admirado siempre y en la que intentaba convertirme algún día, mi luchadora, la persona por la que estoy dispuesta a dar mi vida, mi madre.

¿Pero a a cambiar algo el saber la verdad? No.
No pedo torturarme ni torturarlas a ellas por esto, al fin y al cabo mi madre seguirá siendo mi madre, porque madre no es quien pare, sino quien cría. Ella siempre lo ha dado todo por mí, y mi tía en cuanto ha podido me ha acogido en su nueva vida para darme unos estudios y que pueda tener una buena vida. Puede que tuvieran y cometieran errores en el pasado, pero todos los cometemos alguna vez.

Noto como comienzan a caerme gotas en la cabeza y es entonces cuando me doy entra de que está comenzando a llover, pero no me importa, un poco de lluvia me vendrá bien para despejarme. En ese momento las luces de un coche me deslumbran un poco y me pongo la mano delante de los ojos para que no me moleste. El coche va despacio y se detiene justo delante de mí y es entonces cuando reconozco el Mercedes negro de Dylan. Él se baja del coche y se dirige a mí a paso lento y yo suspiro al verle. Sin decir nada se sienta en el columpio de mi lado y se queda mirándome con tristeza.

- No deberías estar aquí.- Inicio yo la conversación, después de un incómodo silencio que ha durado unos minutos, mirando al suelo mientras sigo balanceándome.

- Ellos me han dejado.- Sé qué se refiere a Lexi y Marck así que niego.

- Algo querrán.- Aseguró yo, porque estoy segura de que ellos no le habrán dejado venir.

- Que te encontrará y te cuente todo de lo que me he enterado.- Yo le miro extrañada.

- ¿De qué te has enterado?- Pregunto esperando a ver que más me tienen que decir hoy.

- Mi padre también lo sabía todo.- Me confiesa y yo no sé cómo actuar.- Lo que nunca me lo quisieron contar a mí porqué temían que si yo lo sabía te podría decir algo a ti para dañarte.- Yo asiento lentamente y vuelvo a mirar al suelo.

- No sé que hacer Dylan.- Le confieso y noto como vuelven a caerme lágrimas de los ojos.- A veces pienso que si yo no hubiese aparecido nunca en vuestras vidas todo os habría ido mejor y yo no tendría ahora mismo este miedo tan grande de perderte, porque no te habría conocido y...

- Eh, no digas eso.- Me corta él acercándose a mí y abrazándome.- Que hayas aparecido en nuestra vida es lo mejor que nos ha podido pasar a todos eso te lo aseguro.- Yo niego de nuevo.- Yo no sé ellos, pero yo en ti he conocido al amor de mi vida y no voy a arrepentirme nunca de tenerte aquí conmigo por mucha mafia y mucha mierda que haya Adri.- Me asegura cogiéndole de la cara para que le mire y veo todo el amor que siente diciendo esto.- Te amo y si no estuvieras aquí yo estaría perdido, gracias a ti soy el Dylan que soy y del que me enorgullece ser.

- No puedo más.- Susurró triste y él asiente.

- No va a durar más esto Adri, te lo prometo.- Yo suspiro no muy segura. Sé que si dependiera de él esto nunca habría comenzado, él no quería que yo me involucrara en esto y yo lo he hecho libremente porque le amo y no quiero imaginarme mi vida sin él.

- Si intentó aguantar es por mi madre y por ti Dylan, pero lo de esta noche ha sido...- Suspiro y él asiente.

- Sé que ha tenido que ser muy duro para ti volver a ver a tu padre y que encima te cuente esto.- Asegura y yo asiento dándole la razón.- Relájate nena.- Me susurra acariciándome el pelo.- Estoy aquí y por mucho que quieran no me van a separar de ti nunca.- Me asegura y yo me inclino para mirarle a los ojos.

- ¿Me lo prometes?- Le pregunto con miedo a que se canse de mí y de todo lo que tiene que vivir por mi culpa y acabe dejándome.

- Nunca te voy a dejar Adri, te lo prometo.- Me asegura mirándome a los ojos.- Nada ni nadie podrá separarme de ti.

Yo asiento mirándolo y se acerca y me da un cálido beso en los labios demostrándome que todo lo que dice es verdad y que por muchas adversidades por las que pasemos, somos él y yo.

Your DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora