Me arreglo tal y como me pide Marck que lo haga. Me pongo un pantalón negro un poco ancho y una camiseta de manga larga color crema y una chaqueta color gris, ya que a esta hora suele hacer un poco de frío en la calle. El pelo me lo recojo en una coleta alta de la que caen algunos mechones y en la cara solo me pongo algo de rímel y brillo de labios para tenerlos hidratados. Al acabar de arreglarme me doy cuenta de que ya están todos en casa, esperándome a mí.
- Mírala, que mona va ella siempre.- Me saluda Mad y yo sonrío al escucharla.
-¿Ya estamos todos?- Pregunta Lexi entrando al salón y mirando hacia todos lados.
- Falta Marck.- Me acerco a mi amiga la cual me da un abrazo de lado y Lexi me mira cuando me oye.
- Marck nos espera en ese sitio.- Me lanza una mirada de asco a lo que yo asiento sin darle más importancia.- ¡Vamos Dy!- Le grita al pobre que está sentado en el sofá.
Dylan se levanta de mala gana y se pone a su lado donde Lexi le extiende la mano y tras poner los ojos en blanco él se la coge. Es jodido, porque teóricamente ellos se piensan que nuestros amigos y familiares no saben que esto es una farsa, y cuando están ellos delante tenemos que actuar como si nada pasara.
Salimos todos por la puerta y en la salida nos espera una gran limusina de cristales tintados y Lexi dice que es para que el sitio al que vamos siga siendo una sorpresa. Yo no sé como estarán los demás, peroro estoy hecha un flan, y la mala espina que siento no hace más que aumentar a medida que la limusina avanza su camino.
- ¿Estáis emocionados con la sorpresa?- Pregunta Lexi mirándonos a Dylan y a mí y Dylan niega mientras yo me encojo de hombros.
- No soy muy fan de las sorpresas cuando ya sé que tengo una.- Le digo, y no le miento, solo que me gustan mucho menos si son ella y Marck quienes la preparan.
-Pues bien que si te las preparan otras personas no pones tantas pegas.- Dice con retintín mientras mira a Dylan y yo niego.
- Mi hija no está mintiendo.- Salta mi madre en mi defensa.- Cada año he tenido que esconder los regalos de navidad en un sitio diferente porque siempre rebuscaba hasta encontrarlos.- Explica intentando apaciguar los ánimos y yo sonrío inconscientemente al recordar esos momentos.
- ¡Oh, que historia tan bonita!- Exclama Lexi falsamente y entonces le miro mal.-¿Y tú donde estabas en todo ese momento?- Le pregunta a mi tía y ella se encoge de hombros, y yo miro la escena alucinando. ¿Qué tiene que ver esto?
- Lexi te estás pasando.- Le digo intentando que pare, pero siendo ella no lo hará
- Ya verás como no.- Me asegura y yo niego con la cabeza y respiro profundamente.- Está sorpresa te va a abrir mucho los ojos Adri, estoy segura de que te gustará.- Añade y yo vuelvo a negar.- ¿No dices que a ti te gustan las verdades y no vivir en una farsa?- Me tenso al oírle decir eso, porque temo lo que puede pasar.- Pues está noche os liberaréis más de una persona de estar viviendo en una farsa.- Yo miro a Dylan y veo como él la mira con asco.
- Lexi, ni de coña...
- No amorcito, no es lo que vosotros creéis.- Le dice cortando a Dylan.
-Chicos, ¿Qué está pasando aquí?- Pregunta Albert y yo me encojo de hombros.
- Nada señor Brown, que Adri y Dylan tienen preparada una sorpresa para todos.- Comienza a decirle Lexi.- pero no la quiero dar hasta el día de la boda y ellos se pensaban que la iba a dar hoy, ¿Verdad?.- Nos mira y ambos asentimos.- Por cierto, ya hemos llegado.- Anuncia feliz levantándose de su asiento y dirigiéndose a la puerta.
- Todo saldrá bien.- Me asegura Dylan en un susurro.
- Permíteme que lo dude.- Le respondo mirándole y veo como se pone triste con mi respuesta.
- Antes de que salgáis os tenéis que poner unos antifaces.- Explica Lexi mientras abre la puerta y en ese momento entra Marck y cierra la puerta una vez dentro.
-¿Antifaces para qué?- Pregunta Mad.
- Jo, pues para que no veáis la sorpresa.- Insiste Lexi entendiéndonos un antifaz a cada uno.
Cuando cojo él miró lo miro dudando, en si ponérmelo o no. Si me lo pongo estaré dejando mi seguridad en sus manos, y no estoy segura de querer hacerlo.
- No me moveré de tu lado.- Me promete Dylan hablando cerca del oído mientras Marck nos mira fijamente. Marck me dice con los labios que haga lo que me piden, y lo hago.
Antes de ponerme el antifaz me acerco a Mad y ambas nos comemos de la mano y nos ponemos el antifaz sin soltarnos. Una vez puesto noto como me cogen de la mano libre y me indican como bajar de la limusina y comenzamos a andar. Escucho como nos abren una puerta y bajamos en un ascensor, y cuando llegamos a la planta baja a Mad y a mí nos separan las manos y yo me quejo.
- Os tenéis que separar solo un momento.- Me susurra Marck provocándome un escalofrío y asiento.
Seguimos andando un buen rato y escucho como nos abren otra puerta y nos hacen pasar y después escucho un sonido indicándome que la puerta está cerrada, y me pongo aún más tensa.
- Dylan.- Susurro nerviosa moviendo las manos.
- Estoy aquí.- Escucho su voz a mi derecha e intento dirigirme hasta él, pero una mano me prohíbe seguir mi camino.
- No pequeña, ahora no.- Me dice Marck y yo vuelvo a asentir y me quedo en el sitio. Marck me mueve un poco y me deja parada recta en un sitio y después se va.- Ahora os podéis quitar los antifaces.- Nos indica y yo hago lo que me dice, deseosa por quitármelo.
Me cuesta un poco adaptarme a la luz que hay en la sala, pero hay poquita y es un poco tenue. Me doy cuenta de que estamos mirando a una pared negra y al mirar a mi lado veo que solo estamos, mi madre, mi tía, Dylan Marck y yo.
- ¿Y los demás?- Pregunto desconcertada.
- No quieras adelantarte a los acontecimientos.- Sonríe con malicia desde su posición en la esquina de la sala.
De repente delante de nosotros se enciende una pantalla en la que salen todos los demás metidos en una pequeña sala viéndonos por unos paneles. Yo miro la imagen extrañada y veo como Justin se pone a decirle algo a Lexi, pero no consigo entender nada de lo que dicen.
- ¡¿Dónde cojones estamos Marck?!- Grita Dylan cabreado y acercándose a este bruscamente.- ¡esto no tiene ni puta gracia!.- vuelve a gritarle y entonces al otro lado de la pared se escucha una alarma y se ve la sombra de alguien y es entonces cuando me doy cuenta de que no estamos mirando a una pared, sino a un cristal.
- ¿Qué es esto?- Pregunta mi madre y yo noto como comienza a temblarme todo el cuerpo y justo en ese momento se encienden las luces del otro lado del cristal y cuando veo a la persona que me mira fijamente noto como si el corazón se me parara y no me quedarán aire en los pulmones. Siento como si fuera a perder el conocimiento en cualquier momento.
Miro a Dylan intentando que él pueda sacarme de aquí, y veo que él mira al hombre con el mono naranja y las manos esposadas, extrañado hasta que parece atar cabos de quien es y entonces me mira a mi preocupado.
- Hola, pequeña Adriana.- Cierro mis ojos con fuerza al escucharle y noto como las lágrimas comienzan a salir descontroladas.- ¿No has echado de menos a tu padre?- Escucho a la voz de la persona que arruino mi infancia y que tantas pesadillas me ha hecho tener.
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Your Destiny
Teen FictionYo sabía que mudarme a los Ángeles iba a suponer un gran cambio en mi vida y que, seguramente, acabaría por pasarme factura. Lo que no sabía era que se iba a cobrar tan cara. Cuando volví a casa tras enterarme del engaño, no podía hacer nada por dej...