- ¿Vosotras tampoco me habéis echado de menos?- Insiste mi padre esta vez dirigiéndose a mi madre y a mi tía, pero ellas tampoco le responden.- Joder, se os ha comido la lengua el gato.- Dice riéndose.
Dylan intenta acercarse a mí, pero cuando da un solo paso Marck se saca un arma del bolsillo y le apunta a él directamente y se separa de mí lentamente. Yo comienzo a llorar más fuerte.
- Baja el arma Marck.- Le pido y él me mira con una sonrisa maliciosa, y entonces deja de apuntarle a él y apunta a mi madre.- Para ya por favor.- Le pido y él sigue con su sonrisa.- Apúntame a mí.- Le pido y él me hace caso.
- No, apúntame a mí.- Le pide Dylan nervioso cuando ve como me apunta, y mi madre se acerca a mi lado y entre ella y mi tía me abrazan.
- Oh que romántica escena.- Dice mi padre y es entonces cuando le miro directamente a los ojos.- Cuando yo estaba en casa la princesa no era ta valiente.- Ladea su cara y escupe las palabras como si nada.
- La princesa ha crecido.- Le respondo yo intentando sonar dura, pero no lo consigo, ya que mi voz temblorosa y mis lágrimas me delatan.
- La princesa sigue siendo una cagada que vive rodeada de mentiras.- Se acomoda en el asiento y en ese momento Marck baja el arma y deja de apuntarme.
- Como alguien se mueva la vuelvo a sacar y no me importa liarme a tiros con todos.- Nos amenaza y nosotras asentimos, pero Dylan solo me mira a mí.
- ¿Quieres saber por qué he querido verte Adriana?- Pregunta mi padre volviendo a inclinarse hacia adelante.
- Déjanos de una vez vivir tranquilas, Caleb.- Le ruega mi madre llorando igual que yo.
- La niña merece saber la verdad, ¿No creéis chicas?- Yo miro a mi madre y a mi tía extrañada y veo como mi tía niega.
- ¿Qué está hablando?- Les pregunto y ellas me miran rotas por dentro, pero ninguna consigue decir nada.
- ¿Se lo contáis vosotras o lo hago yo?- Vacila mi padre y yo le miro a él.
- Caleb, basta.- Le pide mi tía y él niega
- Joder Carol, estás mucho mejor ahora.- Me da asco solo el escucharle hablar, pero no sé por qué dice todas estas cosas.
Desvío un momento la mirada a la pantalla y veo como todos en la sala se están poniendo nerviosos al ver la situación que estamos viviendo. Albert parece estar gritando y mi amiga está llorando.
- ¿Alguna vez leas contado a tu sobrina porque te fuiste de casa?- Le pregunta con malicia mirándola y noto como se tensa a mi lado.
-¿Por qué nos haces esto?- Le pregunto yo llorando y demostrando que no soy valiente.- ¿No tuviste suficiente en el pasado?
- Nunca fue suficiente, eso te lo aseguro.- Yo niego al oírme sus palabras porque no puedo creer como una sola persona puede llegar a tener tanta maldad en el cuerpo.- Adriana, ¿Quieres saber la verdad?- Vuelve a insistir.
- Adri, por favor no le escuches.- Me ruega mi madre y yo la miro preocupada con lágrimas en los ojos.
- Tu madre es estéril.- Suelta mi padre de sopetón y yo le miro con el ceño fruncido.- Siempre lo ha sido, nunca ha podido tener hijos.- Escucho como los sollozos de mi madre crecen y mis lágrimas salen como locas de mis ojos.
- ¡Por favor para ya!- Grita mi madre y mi padre niega riéndose, disfrutando de la situación. Yo miro a Dylan y veo que está tan sorprendido como yo.
- Como no teníamos dinero decidimos buscar la solución más fácil para poder tener una hija y que te parecieras lo máximo posible.- Me quedo petrificada al oírlo decir eso.- La solución está a tu izquierda abrazándote, llorando y haciendo que le llames tía cuando realmente deberías llamarla mamá.- Noto como si me echarán un cubo de agua fría encima, y no sé cómo reaccionar, me quedo petrificada mientras oigo las súplicas de mi madre y mi tía rogándome que no le haga caso, y que deje de escucharle, pero sus voces las oigo como si me estuvieran hablando a lo lejos.- Tu madre no podía verte crecer viendo como llamabas mamá a una persona que no era ella, por eso decidió irse, lo que yo no me esperaba era que volviera a querer tenerte en su vida.- Las palabras de mi padre se clavan como puñales en mi cuerpo y siento como si me hubiesen pegado la mayor paliza de la vida.
- Es... ¿Es verdad?- Pregunto a la que, hasta hoy creía que era mi madre. Ella tiembla al igual que yo y en sus ojos puedo ver el dolor cuando asiente.- Iros todos a la mierda, vosotros y vuestras mentiras.- Les escupo intentando soltarme del agarre de ambas.- Quiero irme de aquí.- Le ruego a Marck y él asiente y apretando un botón se abre la puerta.
- Adri por favor, tienes que escucharnos, te amamos con locura.- Me ruega mi tía y yo me giro bruscamente.
- Vale, ¡¿Y qué pretendéis explicarme dieciocho años después de tenerme engañada?! ¡¿Quieres ahora que te llame mamá o te sigo llamando tía?!- Pregunto llorando en una histeria y gritándoles.
- No ha cambiado nada, sigo siendo tu madre.- Llora mi madre acercándoselo cada vez a mí e intentando tocarme y yo le aparto su mano y me llevo las manos a la cabeza.
- Ahora mismo ya no sé con quién he estado viviendo todos estos años.- Le aseguro triste veo como su mundo se le cae y yo niego.- Necesito que me dejéis sola.
- Adri, tienes que escuchar a tu madre.- Me pide Dylan saliendo de su estado de shock.
- Lo haré el día que tú dejes de culpabilizar a tu padre día tras día por lo que hizo en el pasado.- Le escupo duramente y salgo de la sala dejándolos a todos atrás.
Marck me sigue y me mete en otra sala con él y yo intento escabullirme, pero él me sujeta fuertemente.
- Suéltame.- Le ordeno y él niega.
- ¿Se te ha olvidado quien es el que cumple las órdenes de quien?- Yo niego llorando y no sé donde meterme.- ¿Creías que llevando el móvil al lavabo no iba a oír tus gemidos de perra?- Pregunta cogiéndome la cara haciendo que le mire bruscamente y yo le miro sorprendida.
- Que... ¿Qué estás diciendo?-Pregunto sorprendida.
- Tu estúpido primo se pensaba que apagando las cámaras y los micrófonos lo tenía todo solucionado, lo que él no sabía era que en tu cuarto escondimos muchísimos más micrófonos porque sabíamos que tarde o temprano te harían volver allí.- Yo me limpio las lágrimas y los mocos que me caen con la mano y niego.- Ahora ya sabes como son los castigos de verdad, y tienes suerte de que no haya puesto la grabación de tus gemidos o de que haya matado a tu madre en el vuelo viniendo hacía aquí.- Cierro los ojos al imaginarme lo que podría haber pasado.- Esto es solo un aviso, vuelve a jugar con mi vigilancia y pasará de todo y no tendremos miramientos por nada ni por nadie, ¡¿Queda claro?!- Pregunta amenazante y yo asiento con temor.
- No volverá a pasar.- Le aseguro llorando.- Ahora quiero irme de aquí.- Le pido y él asiente dejándome suelta.
Salgo por la puerta y sigo las indicaciones hasta la salida trasera, donde no hay nadie. No quiero encontrármelos a ninguno, necesito estar sola y pensar un rato antes de decidir que cojones voy a hacer con la vida tan desmoronada que tengo.
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Your Destiny
Teen FictionYo sabía que mudarme a los Ángeles iba a suponer un gran cambio en mi vida y que, seguramente, acabaría por pasarme factura. Lo que no sabía era que se iba a cobrar tan cara. Cuando volví a casa tras enterarme del engaño, no podía hacer nada por dej...