Capítulo 4

196 12 6
                                    

- ¿Qué tal el día con tus amigos?- Me saluda mi madre sentada en el sofá cuando entro en casa.

- Muy bien, los echaba de menos.- Le respondo desde la puerta con una sonrisa.

Dejo las llaves en el mueble de la entrada y me acerco hasta el sofá donde ella me mira sonriente.

- ¿Cuándo me ibas a decir que iríamos en navidades allí?-Le pregunto sentándome a su lado en el sofá y me mira desconcertada.

- Te lo dije cuando colgué a tu tía y tú me dijiste que sí.- Niego lentamente con la cabeza a lo que ella asiente.- Sí, viniste de correr y justo en ese momento colgué a tu tía y te lo pregunté.- Abro los ojos como platos y suspiro.

- Mamá llevaba los cascos puestos.- Resoplo y ella se ríe.

- Lo siento, pero ya he dicho que vamos y no voy a decirles a una semana de navidades que no vamos a ir.-Suspiro fuertemente.- Hija, sé que es duro lo que te pasó allí, aunque aún estoy esperando a que me cuentes la verdadera versión de lo que te pasó.- Me acaricia el brazo y yo frunzo el ceño fingiendo como que no entiendo lo que dice.- Cariño, soy tu madre, a mí no me mientes.- Confiesa riéndose y yo sonrío falsamente.

Aparto la mirada durante unos instantes y suspiro varias veces. No sé si debo contarle la verdad o no. Pero es mi madre, y ahora más que nunca la necesito conmigo para que me aconseje y me ayude a desenredar mi cabeza.

- Mamá, si te lo cuento, ¿me prometes que no me juzgarás?- Pregunto mirándola triste.

- Adri, por el amor de dios, soy tu madre, nunca haría eso, ni si hubieras hecho la peor cosa del mundo.- Responde sorprendida y yo asiento.- Me podrá parecer mejor o peor lo que sea que hayas hecho, pero jamás te juzgaré, ¿Vale?.- Dice tranquilizándome y acariciándome los brazos y vuelvo a asentir.

Cojo aire fuertemente y pienso en cómo contárselo todo, claramente sin detalles, eso se lo ahorraré.

- Cuando llegué a California no tenía ni idea que pasaría esto, y no es algo que yo haya querido que pasara, simplemente pasó y no tenía control sobre ello.- Le pongo en situación y ella me mira atentamente sin decir nada, solo asiente.- Dylan y yo al principio no nos soportábamos, porque él creía que éramos unas aprovechadas y que yo toda mi vida había tenido todo lo que deseaba, pero un día me cansé de esta situación continua con él y le conté cómo había sido realmente mi vida y ahí cambió la cosa entre nosotros.- Mi madre asiente, pero por la cara que ha puesto, veo que no acaba de entender del todo lo que le estoy contando.- Nos besamos.- Mi madre ahoga un grito y pone cara de sorpresa, pero no dejo que hable.- Yo le dije que eso estaba mal y que no podía hacer esto, pero no pude pararlo y me acabé enamorando realmente de él.- Me encojo de hombros y los ojos se me llenan de lágrimas.

- Adri, no creo que enamorarse de tu primastro sea lo más adecuado, pero nadie elige de quien se enamora.- Me dice tranquila y yo asiento.- ¿Y qué pasó?

- Me enamoré de él y él me dijo que también lo estaba de mí y por como actuaba conmigo me lo creí.-Encojo los hombros.- Pero el día antes de venir aquí me contaron que todo había sido un engaño y que él había firmado un contrato en el que debía enamorarme para después dejarme.- Lloro recordando todo y mi madre me abraza.

- ¿Él nunca te dijo nada?.- Niego con la cabeza llorando en su pecho.- Hija realmente no me parece de buena persona esto, y menos si lo hizo a cambio de dinero, es asqueroso.- Dice mi madre cabrada y vuelvo a negar.

- No fue a cambio de dinero.- Respondo sentándome de nuevo y mirándola a los ojos.

- ¿Entonces?- Pregunta sin entender nada.

- Una mafia de California les atosigaba y amenazaba con matar a la tía Carol o a Dylan, y él lo hizo para salvarlos a ellos de la mafia. Si cumplía con el contrato la mafia los dejarían en paz, si no, algo malo pasaría.- Le cuento entre sollozos y ella frunce el ceño y niega varias veces.

- Pero aquí hay algo que no me cuadra.- Dice con el ceño fruncido, y esta vez soy yo quien la mira sin entender nada.- Dylan no te dejo nunca, ¿Cierto?- Niego peguntándome que se le estará pasando por su cabeza.- ¿Has hablado con él sobre esto?- Vuelvo a negar.- Hija él no cumplió el contrato.- Frunzo el ceño.- Adri a ti Dylan nunca te dejo ni te dijo nada sobre el contrato, te lo dijeron otras personas ¿A que sí?.- Asiento, pero no la entiendo.- Posiblemente Dylan quiso acabar con el contrato y no dejarte, pero no le dejaron hacerlo y no se les ocurrió otra forma que enseñándote a ti las pruebas.- Se encoge de hombros y a mí me hace dudar en todos los aspectos, pero después niego porque me acuerdo que le vi besándose con Lexi.

- No mamá, porque le vi besándose con la que hizo el contrato.- Niego aún llorando.

- Entonces, es un capullo que no te merece ni te merecerá nunca.- Me abraza de nuevo.- Aun así, no creo que fuera muy bueno que estuvierais juntos hija.- Asiento.

- Lo sé.- Suspiro relajándome un poco.

- Si quieres llamo a tu tía y le digo que me he puesto mala y que no vamos a ir.- Me dice acariciándome el pelo y consigue hacerme reír.- Lo digo en serio Adri. Llevas unas semanas aquí que realmente no reconozco a mi hija, y no creo que verle sea lo que necesitas en este momento.-Me mira y yo me encojo.

- Pero es que quiero verle y a la vez no.- Me encojo de hombros.

- A ver, realmente cuando acaben las navidades tienes que volver allí y convivirás de nuevo con él.- Asiento.

- Lo sé.- Suspiro.

- Haremos lo que tú creas que es lo mejor para ti.- Me dice poniéndome una media sonrisa.- Pero no me llores más por favor.- Me seca las mejillas y sonrió asintiendo.

- ¿Crees que debo leer la carta que me ha hecho?- Pregunto dudando porque ahora mismo mi cabeza está hecha un lío.

-¿Qué carta?- Pregunta levantando una ceja.

-Mad y Justin me han contado que cuando me fui de allí enloqueció y que vino hasta aquí para buscarme, pero como no me encontró volvió allí, intentó contactarme, pero le tengo bloqueado, así que como sabía que venían aquí me ha escrito una carta.- Explico calmada mirando a la nada embobada mientras lo cuento.

-Toda esta situación me parece irreal hija.- Asiento dándole la razón.- Tú haz lo que creas conveniente que tengas que hacer y lo que te diga tu corazón que es lo mejor.-Vuelvo a asentir- Pero no creo que este chico esté volviéndose loco si él realmente ha querido cumplir con el contrato.- Levanto las cejas interrogándola.- Ya te lo he dicho hija, aquí hay algo que no me acaba de cuadrar. Yo he visto a ese chico contigo y se notaba que algo había y que no era una relación de primastros.- Me muerdo el labio sin saber que decir.- yo no dije nada porque esperaba que si hubiera algo me lo contarás tú, pero como no me dijiste nada lo dejé estar, pero no soy tonta. ¿Te crees que no vi ese anillo en tu dedo al día siguiente de tu cumpleaños?- Abro los ojos sorprendida y me miro el anillo de la rosa que Dylan me regaló.- Y un día lo dejaste suelto en casa y vi que había algo grabado así que lo leí y ahí me di cuenta de todo. -Mi cabeza está dando vueltas como una peonza, ya que cada vez tengo menos claro todo.- Si él hubiera querido cumplir el contrato, te habría dejado y no te lo hubieran dicho terceras personas.- Vuelve a encogerse de hombros.- No sé cariño, todo es muy raro y muy sorprendente y ahora mismo no sé qué otra cosa decirte.- Confiesa encogiéndose de hombros. Ya somos dos las que no sabemos qué hacer.

Mi cabeza está pensando en mil cosas ahora mismo y solo una de ellas es la que me parece más convincente, que me lea la carta y salga de dudas.

- Voy a subir a mi habitación y voy a leer la carta.- Le explico a mi madre levantándome del sofá y ella asiente.

- Aquí estaré para lo que necesites.- Me indica señalando el sofá y sonriendo y yo asiento antes de girarme decidida a quitarme esta agonía que me está comiendo por dentro.

Your DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora