Capítulo 21

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Miro a la persona que refleja al espejo durante mucho rato, pero en todo este rato que llevo mirando no me encuentro reflejada. Esa no soy yo, no sé quién es.

Después de haber estado más de tres horas arreglándome para que no se viera ni rastro de mi cara de infeliz, y que las tetas falsas parezcan naturales. Aunque ahora nada de mí es verdadero, todo es falso, hasta mi sonrisa. Ya no tengo brillo en los ojos y para el único momento en el que me brillan es cuando estoy a punto de explotar y llorar como suele pasar cada noche.

- Joder, hoy sí que te follaría hasta que te olvidases de tu nombre.- Susurra Marck desde la puerta de mi habitación y yo me tenso al escucharle y siento ganas de vomitar.- Estás muy sexi.- Añade y yo miro al suelo y después vuelvo a mirar al espejo y veo que está detrás de mí.- ¿No me vas a dar las gracias?- Pregunta mientras pasa su mano por mi brazo acariciando la tela transparente con brillantes.

- ¿Darte las gracias por ser infeliz y que creas que soy tu muñeca Barbie?- Pregunto sarcásticamente, y niego.- No, lo siento, solo doy gracias a las cosas que importan de verdad, y a ti no tengo nada que agradecerte.- Me giro para mirarle y veo la furia en sus ojos.- ¿Nos vamos?- Me hago a un lado y comienzo a caminar hacia la puerta y escucho el cristal romperse y cuando me giro veo trozos del espejo por el suelo y la mano de Marck ensangrentada. No tardo mucho en ponerme a temblar, y más cuando se gira y viene hacia mí con paso decidido y furioso.

- Dale gracias a dios porque te hayas quitado de delante de mí, porque si no ese espejo habrías sido tú, puta.- Escupe en mi oreja y yo mantengo la mirada al frente sin dejar que vea que en verdad ha conseguido hacerme muy pequeña.- Ahora voy a curarme la puñetera mano, y cuando acabe espero verte en el coche.- Asiento y le miro cuando veo que pone su mano en mi barbilla, y no quiero que me haga daño y me fuerce a mirarlo, así que lo hago solita.- Ni se te ocurra volver a vacilarme en lo que queda de noche si no quieres que el vuelo en el que se va tu madre mañana se estrelle accidentalmente.- Cierro los ojos al escucharle decir eso.- ¿Me has entendido?- Asiento rápidamente y después me suelta y se va.

Cojo todo el aire que pueden llenar mis pulmones y suspiro para relajarme y no ponerme a llorar. Mis piernas comienzan a temblarme rápidamente y me obligo a sentarme en el suelo para respirar repetidas veces y calmar este ataque de ansiedad que ya se ha vuelto una rutina en mí. A la vez que consigo calmarme un poco, me levanto del suelo y me voy al coche anteved que llegue él y así librarme de una bronca, aunque siendo Marck consigue castigarme y reñirme hasta por respirar.

Me subo al coche en el asiento del copiloto y espero paciente a que llegue, hasta que le veo aparecer con la mano vendada y la cara de cabreo continua que tiene. Se sienta en su asiento y comienza la marcha hasta mi casa, en la cual no me dirige la palabra y yo me alegro de que así sea. No soporto su voz, ni a él, y si pretende que consiga fingir que estoy enamoradísima de él, lo mejor que puede hacer ahora es no hablarme y darme mi espacio para que asimile todo lo que acaba de pasar, y a la vez, asimile mi actuación.

- Ya sabes que es lo que tienes que hacer y como.- Comienza a hablar cuando cruzamos la puerta de casa con el coche, y yo comienzo a sentirme más segura.- Sé que te portarás bien y no harás que me cabree, si no, las consecuencias te las he dicho en casa.- Asiento sin ganas, pero eso se transforma en alegría cuando veo el coche de Mad y el de Justin.

- ¿Mad está aquí?- Pregunto ilusionada.

- Sí, ha venido con sus padres, igual que Justin.- Me sale una sonrisa inconsciente que y me sorprendo a mi misma porque pensaba que no me acordaría de como era una sonrisa sincera.

Cuando aparca salgo rápidamente del coche y al hacerlo veo a mi amiga en el gran porche, la cual al verme grita de alegría y baja las escaleras corriendo y yo corro hacia ella hasta que nos fundimos en un gran abrazo.

- Siento mucho lo que te dije.- Me susurra en el oído y sé que está llorando, y me fuerzo para no hacer lo mismo.

- Es agua pasada.- Le sonrío, pero al verla no puedo evitar que me caigan algunas lágrimas.- Yo también me cabrearía con quien fuera con tal de defenderte, como hiciste con Dylan.- Me encojo de hombros y ella sonríe.- Eres una gran amiga y una gran persona Mad, ojalá no cambies nunca.- Ella se emociona más al escucharme y vuelve a estrecharme entre sus brazos.

- Tú también eres la mejor persona del mundo Adri, no te cambio por nada.- Vuelvo a sonreír y mi amiga me seca las lágrimas y yo a ella.

- Vaya dramón de novias tenemos, eh Justin.- Dice Marck a nuestro lado y yo pongo cara de asco, pero espero que no se hayan dado cuenta.

Justin a su lado asiente con la misma cara que he puesto yo y cuando me mira me abre los brazos y me abraza.

- Todo irá bien Adri.- Me susurra y yo asiento.

- Lo sé.- Le admito mirándole a los ojos y Mad se une a nuestro abrazo.

- Pero nos tienes que contar que es...- Comienza a susurrarme, pero yo le corto rápido, cuando veo la cara que está poniendo Marck indicando que le está escuchando.

- Sí, sé que os tengo que contar las novedades de mi vida con Marck, pero es que no me da la vida, chicos.- Corto este abrazo que tanta seguridad me ha dado y me pongo al lado de Marck, a la vez que abro mucho los ojos indicándoles que me sigan el rollo, y Marck no se da cuenta de mi gesto, ya que está mirando a la puerta de casa.

- Pues espero que saques tiempo de tu vida para ayudarme con la organización de la boda, que te recuerdo que eres mi dama de honor.- Escucho la voz de Lexi y miro hacia donde Marck y la veo en la puerta de casa con una falsa sonrisa.

- Para eso saca tiempo de donde haga falta.- Habla Marck por mí sonriendo y yo también sonrío.- ¿Verdad Osita?- Me pregunta e intento aguantarme el gesto de asco y seguir sonriendo, pero decido asentir para que pase desapercibido.

- Bueno, ¿entramos dentro?- Propone Mad agarrándome del brazo y todos asentimos y yo me pongo a su lado, a lo que Marck pone mirada de desaprobación, pero no dice nada, y entra en la casa por delante de nosotras.

- Lo que tendrás que aguantar.- Me susurra mi amiga y pongo los ojos en blanco.

- No te lo puedes ni imaginar.- Le susurro lo más flojo que puedo y Mad entristece la mirada.- Por cierto, ¿Puedes ir más guapa?- La alago en alto para que quite esa mirada triste y ella me mira sonriente. Va con un vestido corte princesa con mucho tul en la falda y en la parte de arriba, la cual se ata al cuello, está llena de pedrería. Es espectacular.

- Bueno, ¿Y tú puedes ir más sexi?- Me pregunta ella a mí analizando mi vestido.- No lo has escogido tú.- Afirma y yo me río al ver lo bien que me conoce y niego.

- Ha sido un regalo de Marck.- Le confirmo y ella asiente y después niega.

- ¡¿Qué te has hecho en las tetas?!- Exclama con gesto de desaprobación cuando se da cuenta, a la vez que entramos por el comedor de mi casa.

- También ha sido un regalo mío.- Explica Marck y yo le miro y veo a mi madre y a mi tía a su lado y yo sonrío al verlas por fin.- Por eso ha estado tan desaparecida, tenía que guardar reposo después de la operación.- Yo asiento dándole la razón y veo como mi madre pone una mirada un poco triste.

- Hija, tú estabas muy feliz con tu cuerpo.- Me dice acercándoselo a mí para abrazarme.

- Lo sé, pero me gusto más ahora.- Asiento y ella niega lentamente.

Cuando me abraza mi madre sé que nadie me hará nada mientras ella esté aquí conmigo, lo que ella no sabe es que me están haciendo lo que papá le hacía a ella y que no puedo hacer nada para evitarlo. Ella ya me protegía y me salvaba, cuando yo era pequeña, de las garras de mi padre. Ahora me toca a mí mantenerla a salvo y protegida, igual que intento proteger a todos los que están en esta sala mirando el abrazo que me está dando mi madre

Your DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora