La Liebre de Marzo y el Resplandor

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Entre todas las criaturas más temidas por el simple hecho que representa tenerlas para aprovechar su poder, están los dragones, los grifos, los conejos y las liebres.

Pero el peor miedo recae en estos dos últimos. Los Conejos y liebres han estado en disputas por milenios debido al poder de discernir estrellas y atributos. A pesar de no poder usar magia, contaban con la habilidad de detección ocular llamada "Trébol"; un poder apreciado y sobreexplotado en sus inicios.

Naciones enteras habían luchado por obtener sus favores pero sin lograr nada a cambio. Por ello, optaron en volverlos esclavos a la hora de seleccionar o determinar el nivel mágico entre todos los seres del mundo. Pero, luego de las guerras contra los devoradores de cuentos, se llegó a un acuerdo entre los pueblos de los conejos y las liebres a causa de su casi extinción.

Serían libres de elegir su posición y así pasaron de ser esclavos eternos, a ser un empleado más en sus gobiernos.

Muchos se mezclaron entre otras familias a pesar que odiaban la idea del mestizaje, todo con el afán de terminar con el monopolio de poder entre las distintas facciones durante los próximos siglos.

Si bien se mezclaron, no perdieron el poder que llevaban en sus ojos. Con los años, tomaron cargos públicos y privados, al punto que eran elegidos para trabajos de RRHH, fuerzas de seguridad, médicos, ministeriales y más.

Pero aparte de poder visualizar el nivel de magia, cada conejo y liebre nacía con una habilidad personalizada; ya sea, ubicando zonas mágicas, detectando mentiras, optando por las decisiones correctas o incluso en casos muy raros, poder ver el futuro como los oráculos. Se los empezó a conocer como "Rastreadores".

Muchos odiaban la idea de tener que usar su poder para otros y simplemente se abandonaron para hacer lo que se les cantaba y trabajar de cualquier cosa. De allí la escasez actual de Rastreadores en los distintos ámbitos de todos los países.

Todo podría arreglarse con los pocos rastreadores con los que contaban, salvo por el detalle de que existía un ser entre estos que podía dar vuelta el mundo si se lo propusiera; el mal llamado "Conejo Blanco".

Todo podría arreglarse con los pocos rastreadores con los que contaban, salvo por el detalle de que existía un ser entre estos que podía dar vuelta el mundo si se lo propusiera; el mal llamado "Conejo Blanco"

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Esta criatura ya casi no existía, y los que aún quedaban en pie podían contarse con los dedos de una mano. De los cinco, dos eligieron retirarse para pasar a la clandestinidad hace siglos y los otros tres, aún permanecían activos y con perfiles bajos para pasar desapercibidos, ayudando a las naciones y en la selección de hada madrina suprema. Los conejos blancos dejaron de nacer hace casi un milenio haciendo de su existencia una leyenda en todos los círculos y aunque terminó volviéndose un cuento, todas las familias de liebres y conejos soñaban tener uno, pues su sola presencia se decía, atraía la buena suerte donde quiera que fuese.

Pese a que ya estaban viejos, los tres conejos blancos siempre se presentaron diligentemente a ayudar a quien lo necesitáse, por ello se guiaban de su precognición para recorrer el mundo en busca de una peculiaridad que ellos llamaban "El Resplandor". Esta peculiaridad, se mostraba con frecuencia en sus sueños y los llamaba cada vez con más fuerza.

El Hada Madrina mató al Príncipe Azul (Reboot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora