"Y vivieron felices por siempre. Fin"
Todos los cuentos terminan bien, menos para la princesa Freya y el príncipe Thomas. El hada madrina Edaleen se embriagó en la boda y lanzó por accidente un rayo al príncipe. Ahora solo quedaba huir.
Pero en su c...
La araña aterrizó frente al auto y con velocidad, atravesó el techo con una de sus patas afiladas hasta arrancarlo. Su presa estaba ante sus ojos y al notar el terror entre los pasajeros decidió devorarlos.
Un escudo apareció y detuvo su ataque seguido de varios disparos. Seymour y Myriam se defendieron para distraer a la criatura mientras buscaban una vía de escape. Bajando del auto mantenían su defensa en alto para empezar a correr.
Al mismo tiempo, la reina araña estaba a punto de destrozar la camioneta donde viajaban los americanos y los Flakes cuando uno de los disparos de Seymour impactó en una de las patas.
Estaban entrando en pánico al no saber como lidiar con dichas criaturas. Angus trató de usar su habilidad de aire para crear ráfagas con el objetivo de envolver a la araña en una tormenta de arena pero el lugar asfaltado no era óptimo para fabricarlo, logrando solo una polvareda.
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A Seymour se le estaban agotando las municiones y con solo el escudo no seria suficiente para soportar el ataque final. Viendo sus muertes tan cerca, rogaban entre lágrimas sobrevivir cuando, varios balazos impactaron contra la araña que golpeaba el escudo con violencia para romperlo.
Los chillidos de dolor alertaron a la reina araña sobre la camioneta, provocando que desistiera de su asedio para dirigirse en ayuda de su hijo. Con nervios, los ocupantes bajaron para correr hacia los Fairchild y los rusos. En su huida fueron cubiertos por un escudo verde que emulaba un tubo gigante que los protegía.
Susan se hallaba oculta entre los escombros creando el escudo para salvar a su familia y al verlos acercarse a los Fairchild, corrió tras ellos.
La reina araña chillando de rabia sobre su cría marchó sobre ellos lanzando telarañas para acorralarlos y proteger a su hijo del francotirador.
Los disparos surcaban el aire pero luego se detuvieron abruptamente causando temor. Ante sus ojos, una línea azul se extendió cortando la barrera de telarañas que protegían a la araña caída para dar paso a un espadachín cuyo cabello largo iridiscente palpitaba en una luz azul a su alrededor.
Simultáneamente, el francotirador apareció detrás para eliminar las telarañas y ayudarlos a escapar.
-Hey! Es mejor que huyan lo más lejos posible si no quieren salir lastimados. Vamos a despedazar y triturar a ese par por enfurecer a la madre de las estrellas- la sonrisa diabólica de Antares los hizo escapar
-Hibbert! Tus amigos están colina abajo, pídeles que alejen a todos de aquí- Rigel preparó su rifle
-No quiero una simple venganza, sino un castigo ejemplar- los ojos y el cabello de Siri brillaban intensamente y se habían tornado azul violáceo similar al cielo nocturno
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