El Hada Madrina mató al Príncipe Azul (Reboot)

Bienvenidos al torneo nyah!

-Dime que es broma...tiene que ser broma?- Angus estaba incrédulo de lo que oyó

-Hijo de puta! Si tenías esa información la hubieras compartido- el tigre Magnus deseaba que fuera un sueño

-Ya les dije que iba a ser parte de los cuadernos. No pensé que debiera adelantarme tanto, pero luego de este descubrimiento ya no hay marcha atrás- Ross ya no sabia que decirles

-Carajo y ahora qué? El día que Brad hace algo que nunca hace, descubre que estamos por morir, muchas gracias Brad- Maler quería acogotar a Brad

-Basta Maler, ya enviaron la notificación o aún no?- Hibbert se impacientó con el asunto

-Ya dimos aviso al continente africano, el Hada Helix personalmente se encargó de persuadir a la Cámara y al Ministerio de Magia, faltan ustedes que avisen a sus superiores- Leen miraba cabizbaja pensando en el desastre

-Ufff por qué cuando hay problemas ustedes están presentes? Está bien, pasaremos las copias urgentes y pondremos a trabajar a nuestra gente, si aparece algo les avisaremos- el conejo Niki marco el número para llamar a su supervisor en Rusia.

Una penumbra llenó sus corazones y hacían lo posible para no caer en desesperación. Ante la más mínima duda, todo se colapsaría. Cada quien envió sus informes y realizaron el chequeo de fecha en todos los reportes de los cuentos del mundo. El pedido urgente de Helix se hizo eco e incluso las triadas tuvieron que dar la cara para participar en la creación de armas nuevas.

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[Desde que conocí a este idiota el mundo que conocía se vino abajo. De haber sabido que esto iba a pasar no sé si hubiera elegido su cuento en primer lugar.

Todo lo que tenía en su cabeza era pura basura, venganza, vagancia y despilfarro, ahora solo buscaba proteger lo que ganó aquí, trabajar como loco y ahorrar como tacaño. Admito que cambio bastante desde entonces pero igual me sigue perturbando.

Incluso esa estúpida sonrisa hace que me sienta mal conmigo. Maldita varita descarriada. Desearía que nada de esto estuviera ocurriendo, solo quiero ir a casa a que me mimen un rato...]

El lamento de Leen sonó fuerte en la cabeza de Ross, quien no paro de sonreír adrede para fastidiar a su mujer.

[Oye Leeny, deja de quejarte. Todavía tenemos tiempo, voy a mandar a Brad a hacer recados para jugar un rato que te parece?-]

[Qué estas insinuando?-]

[Sabes perfectamente a que me refiero, no es justo que el sea el único que pueda divertirse. Anoche me reclamaste que querías tener un bebé, pues bien hagamos uno]

[Un bebé no es un juguete y que si quiero uno, no significa que debamos acelerarlo]

[Leeny, mi dulce Leeny, no me provoques]