"Y vivieron felices por siempre. Fin"
Todos los cuentos terminan bien, menos para la princesa Freya y el príncipe Thomas. El hada madrina Edaleen se embriagó en la boda y lanzó por accidente un rayo al príncipe. Ahora solo quedaba huir.
Pero en su c...
Melvin estaba por subir al taxi. Se despidió de sus padrinos mágicos y les agradeció el favor.
-Cuídate mucho y se feliz. Encontrarás a alguien que desee estar contigo en el futuro y que comparta tus mismas ideas. Recibe nuestra bendición-
-Rezaré para que así sea. No saben cuan feliz estoy. Me encantaría ver sus rostros de desesperación pero...con saber que sufrirán, estoy satisfecho. Me voy antes que llegue la autoridad-
-Buen viaje...Mr. Simón Melbourne-
-Gracias por el nuevo nombre. Adiós-
El taxi arrancó rumbo a la estación.
-Es hora del show Leeny, vamos antes que empiecen sin nosotros.-
Entre risas se dirigieron junto a las demás hadas.
La alegría era inmensa, pues sabían que cuando Zebra 3 ingresaba, siempre era todo un show. Había un aire diferente en el ambiente y cuando estaban por partir rumbo a su mundo, las sirenas de bomberos sonaron.
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La prisión subterránea se incendió y no podian frenar el fuego. El agua parecía avivar las llamas que estaban consumiendo la torre trasera que fungía de cárcel y en desesperación llamaron a varias dotaciones de bomberos para que no se expandiera al resto de la casa.
La hadas miraban curiosas el incendio y recordaron que el villano estaba allí encerrado.
-Así que eligieron cárcel y muerte. Bastante inquietante no les parece-
-Mira Daniel, esto es solo la punta del iceberg. Vamos a casa antes que se terminen las pizzas del buffet- Leen apuraba a todos
El hada madrina miraba a Leen extrañado del comentario. De repente más sirenas sonaron a parte de los bomberos. Varias patrullas se estacionaron para evitar que cualquier persona saliera de la mansión.
El conde pensando que vinieron a buscar a Melvin para que se lo llevaran preso, los saludó para terminar esposado.
-Qué hace?! El no es el delincuente. Melvin es a quién buscan, liberen al Conde Hunt en este instante- Louis les gritaba a los oficiales
-Es usted Louis Garrahan?-
-Si, soy yo pero que tiene que ver eso con...oiga, qué esta haciendo?!- Louis también terminó esposado
-Ingresen adentro y busquen al joven Hunt-
-No puede pasar...- la condesa estaba llorando
-Condesa Hunt, tengo una orden de allanamiento y detención expedida por Hacienda y el primer Ministro York. Quedan arrestados por el cargo de fraude estatal y tráfico de personas-
-Señor, me temo que Melvin Hunt murió. Prendieron fuego a una cárcel ilegal donde se hallaba para eliminar las pruebas-
-Esperen, debe ser un error yo jamás haría eso. Cristina diles que eso no es cierto, Louis diles!!!!-
