El Hada Madrina mató al Príncipe Azul (Reboot)

Alma gemela

-Rusty que significan los grabados en la pared? No entiendo el lenguaje-

-Es un cuento sobre el origen del mundo. Los dioses crearon este y otros mundos para albergar a las estrellas guardianas. Ellas fueron enviadas cuando el fin se acercaba y con su poder eliminaron a los charix.-

-Jah estrellas? Otra coincidencia algo aterradora-

-Ahora que lo pienso, si lo es, que loco. Se dice que ellas tuvieron descendencia con sus guías y esos hijos extendieron su linaje a los santos. Pero el ansia por poseer su poder, solo hizo que sobrevivieran pocos hasta quedar un solo santo...mi madre-

-Significa que tu también eres un santo? Jajaja-

-Jeje mi mamá también se reía cuando me contaba esa historia, a lo que voy es que ya no hay nadie con el linaje de las estrellas, yo soy el último o eso me dijo. También me pidió que no regara mi semilla con quien ambicione poder, pues mi pareja destinada estaba esperando por mí-

-Y yo que soy?-

-Eso es lo curioso, eres todo lo que mi mamá dijo que serías y más. Supe que eras la correcta cuando el reloj reaccionó ni bien lo tomaste y me dijiste la hora exacta cuando tuvimos nuestra primera cita en el Roxy aquella noche-

-Eh!! Sabías eso y no me dijiste, maldito estúpido!!- Leen golpeaba a Ross en la espalda

-No quería asustarte además, eras un desastre cuando empezamos a salir que hasta yo tuve mis dudas si el reloj no terminó averiado y se equivocó jejeje-

-Y esperaste hasta hoy para decírmelo? Eres un hijo de...- El insulto se cortó a la mitad cuando un beso bloqueó las palabras de Leen

-Esa es la razón por la que el reloj se calibró en tu mundo. Tarde o temprano íbamos a encontrarnos, porque eres mi alma gemela, esa es mi conclusión-

La línea de eventos se tornó un tanto confusa y Leen se dió cuenta que si ese era el caso, ella y Ross estaban destinados a encontrarse y a enamorarse. La esencia real del reloj era muy caprichosa y sospechosa tanto, que un miedo empezó a nacer en su interior.

Sus ojos se encontraron y volvieron a besarse profundamente. Se detuvieron cuando los libros cayeron de los estantes y recordaron que habían venido a buscar la colección. Continuaron con su aventura en la biblioteca.

Sonia y Brad habían escuchado el relato del otro lado del librero y quedaron boquiabiertos. Resultó que Leen y Ross estaban hechos el uno para el otro. Cuando oyeron que se distrajeron en otra cosa, Sonia empujó los libros para que cayeran al suelo.

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-Bingo! Aquí están, maldita sea son más grandes de lo que recordaba. Bueno son solo 29 tomos de 1500 páginas cada una, así que vengan conmigo- los libros desaparecieron en una luz para ir a dar al interior del reloj.

-Sigamos buscando más, que tal si nos llevamos esta linda mecedora y esas cortinas-

-Te volviste una ladrona descarada, por eso te amo jijiji-

Siguieron tomando libros y objetos valiosos. Cuando regresaron al punto de partida, había varios objetos de oro con incrustaciones de joyas apilados en el centro. Brad seguía arrastrando todo lo que podía llevarse si es que lo dejaban.

-De verdad eres un dragón y uno muy codicioso. Al igual que los otros, amas los objetos brillantes y tratas de crear una madriguera digna para tu familia pero te faltan más joyas jeje-

-Podemos conseguir más? Dónde?- Brad miraba como cachorro mojado a su hermano

-En la bóveda, pero hay un hechizo de alarma sobre el. Solo puede abrirse con la llave que tiene el rey-