Sígueme a las estrellas

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La luz blanca empezó a desaparecer para retornar a la claridad. El aire se volvió más ligero puesto que el polvo se disipó y el recinto en el que se encontraban ya no existía. En su lugar, sólo se podía contemplar el cielo nocturno, un cielo repleto de estrellas que generaba el sentimiento de ser observados por millones de ojos atentos.

No salían del asombro y tragaron saliva

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No salían del asombro y tragaron saliva. A metros de ellos se hallaba un niño peliblanco pequeño y demacrado de alrededor de 8 años encadenado al suelo. Cuando el niño los vió, se levantó para ir corriendo hacia ellos pero las cadenas lo retuvieron a la mitad y empezó a llorar.

Antares sacó furioso su espada vorpal para cortar las cadenas que desaparecieron como si de polvo se tratáse. Le acarició la cabeza y el niño sonrió muy feliz.

-Ve con tu madre, hijo- con eso dicho, el niño corrió hacia Sirius que lo estaba esperando con los brazos abiertos

-Mamá!!- El niño no paraba de llorar mientras era consolado por su madre

Elaine y Myriam se paralizaron de miedo al ver al niño. Automáticamente sabían quien era y no tardaron en mirar con rabia a los Emerson que se mantenían petrificados a un costado pues lo que más temían, se hizo realidad.

-Ellos..snif..no me dejaron ir con mis hermanos..son crueles...snif..mamá!- El niño apenas podía hablar entre el llanto y las lágrimas

-Shhh ya pasó, mamá está aquí. Ahora podrás volver a casa.- Sirius lo sostuvo contra su pecho y con palmadas en la espalda buscó apaciguarlo

-Veo que la desalmada familia Emerson mantiene un frío témpano de hielo en su corazón al prohibir que un niño vea a su familia- Antares tenía una mirada fulminante y aterradora

Siri consoló a su hijo hasta que recuperó su brillo. Al niño lo rodeó la luz iridiscente de su madre y sus ojos se volvieron océanos de fuego como los de su padre hasta darle la forma de un ser adulto luminoso y multicolor que desprendía chispas con formas florales.

 Al niño lo rodeó la luz iridiscente de su madre y sus ojos se volvieron océanos de fuego como los de su padre hasta darle la forma de un ser adulto luminoso y multicolor que desprendía chispas con formas florales

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-La espera te agotó. Vuelve a casa con tus hermanos, eres libre hijo mío- Antares se acercó para abrazarlo y despedirse

-Gracias padre, gracias madre- el ser luminoso cerró sus ojos y empezó a brillar con intensidad hasta tomar la forma de un ave de fuego

El Hada Madrina mató al Príncipe Azul (Reboot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora