"Y vivieron felices por siempre. Fin"
Todos los cuentos terminan bien, menos para la princesa Freya y el príncipe Thomas. El hada madrina Edaleen se embriagó en la boda y lanzó por accidente un rayo al príncipe. Ahora solo quedaba huir.
Pero en su c...
Los besos eran profundos y los movimientos de la lengua y la mano de Shel la volvían loca.
-Nmm...¡Ahhh!-
El placer comenzó a recorrer sus cuerpos. La fuerte contracción los sacudió y la razón se derritió. Shel susurraba palabras bruscas y Duff le rodeó el cuello con los brazos, luego dieron media vuelta para sentarse en la cama.
-Estoy emocionado!-
Desabotonando su camisa para sacarle el sostén y exponer sus pechos, Shel comenzó a frotarlos suavemente.
-Si...hmm...haaaa...-
Los besos se fueron convirtiendo paulatinamente en besos húmedos, pasando por los labios, al cuello y luego a los pechos. Duff sintió una descarga eléctrica y su cuerpo rebotó cuando la lengua de Shel invadió su boca.
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Sus lenguas se entrelazaron para luego salir y lamer su cuello de nuevo. Ella se estaba quedando sin aliento por la fascinación y se aferró a él mientras era acariciada en la zona húmeda con los dedos muchas veces para prepararla.
-Haaa...nmmm!-
Shel frotaba el pecho con una mano y con la otra, la empujó hacia él para presionar fuertemente su cintura.
-Tramposo...aaah!-
-Pero te gusta-
Ella negó con la cabeza y al acercarse más al rostro de Shel, notó que sus ojos eran de un topacio azul profundo que la atraían de manera hipnótica y envolviendo sus manos alrededor del cuello de Shel, rogó por un beso. Sin pensarlo más, él hundió sus labios sobre los suyos para invadir el interior de su boca.
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Entre jadeos se dieron cuenta de que su razón ya estaba en el límite y se retorcían de la impaciencia. Tragada por las olas del placer, levantó sus caderas para conectarse profundamente.
