Te concederé un deseo

280 37 2
                                    

Ross estaba como loco buscando una ventana entre toda la montaña de ropa sucia y cuando la halló, trató de abrirla con fuerza hasta que por fin lo logró. La ventana daba al balcón, uno que quizás Eda había olvidado que existía por su falta de limpieza. A pesar de estar sucio no se comparaba con el interior del infierno nauseabundo de hacía un instante. Respiró profundo cuando una voz se hizo eco desde atrás.

-Y tú cómo...Había un balcón?! Wow- el hombre mono exclamó asombrado por el descubrimiento

Había un balcón?! Wow- el hombre mono exclamó asombrado por el descubrimiento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ross se negó a entrar y decidió iniciar la conversación desde fuera.

-Soy Russel Fox, la nueva varita de Edaleen, un gusto. Tu debes ser Morty, Eda y Sylph me hablaron de ti. Ya volviste del trabajo por lo visto. Disculpa mi descortesía pero ni loco pienso volver allí-

-Así que tu eres la famosa varita, pero yo tampoco quiero estar aquí es muy repulsivo por las tardes. Así que charlaremos afuera para que me expliques como es que terminaste aquí-

Morty palideció al enterarse de los pormenores del embrollo en el cual se había metido Eda. Prácticamente había cometido un error abismal. Dañó el final feliz de su ahijada, Rocket la cachó in fraganti y arrastró a un forastero con ella, el cual se apoderó del fragmento y ni siquiera tuvo la buena voluntad de enseñarle como desenvolverse en este mundo, simplemente se encerró en su habitación como siempre que cometía alguna estupidez. Morty se vio responsable de la situación de Ross en vista que su cuñada se esfumó para no ayudar.

Tratando de poner al día a Ross con todo, Morty le enseñó el manejo de los electrodomésticos y demás aparatos para poder limpiar el chiquero que representaba el apartamento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tratando de poner al día a Ross con todo, Morty le enseñó el manejo de los electrodomésticos y demás aparatos para poder limpiar el chiquero que representaba el apartamento. Si iba a quedarse a vivir con el esperpento de Eda, que mejor que acondicionar el lugar a su gusto en vista que ella destruyó su hogar.

Pasó una semana y Morty le había enseñado a Ross como empezar a vivir en este mundo nuevo. Había limpiado todo el apartamento. Las ventanas, los muebles y libros que parecían que no existían, aparecieron de repente. El comedor y la cocina mostraron ser más amplias sin las bolsas de basura, la ropa y cajas agolpadas.

Cuando les tocó limpiar la habitación de Eda, abrieron la puerta con la llave de repuesto pero Eda no despertaba bajo ninguna circunstancia. Morty supuso que su desmayo se debió al uso excesivo de la varita que le estaba pasando factura a su estado físico. Para Ross era igual que Eda estuviese o no despierta, la habitación sería desinfectada a toda costa.

El Hada Madrina mató al Príncipe Azul (Reboot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora