El clan Kiddo era afamado en todo el mundo por ser descendientes de los dioses de la muerte, y por heredar la habilidad del Artesano Celestial. Todo objeto que caía en sus manos, acababa siendo mejorado e incluso si creaban algo novedoso, superaría al de cualquier inventor experimentado.
Gracias a su intervención, el mundo civilizado resurgió pero ya sin los matices tecnológicos de sus antecesores. La industrialización renació y ellos se encargaron de mantener el orden con el monopolio de los gremios siderúrgicos, eléctricos y mineros.
Pero más que por su gloria en los negocios, su fama se debía a que cuando entraban en un estado de ira violenta como berserkers, podían destruir todo a su alrededor. Aldebaran les dejó parte de su fuerza y Spica, la sed de sangre irrefrenable que combinados; eran un arma de doble filo. Nadie buscó desde entonces, entrometerse con ellos o siquiera atraparlos pues la fecha del día del juicio, recayó en sus manos.
De todos los Kiddo, la hija mayor de Tsuki, Shiori, dió a luz a su tercer hijo Parzival el mismo día que su esposo falleció en combate. Pagando por los servicios prestados, una joven Capella tomó al niño como ahijado y lo crió junto a Russell cuando Shiori no podía cuidarlo.
El niño creció prácticamente en medio de la guerra y eso fue lo que lo llevó a dedicarse a la ortopedia. Tanta gente herida que terminó con alguna extremidad amputada, lo inspiró a mejorar su técnica cada vez más al punto de casi sobrepasar a sus parientes. Su clan lo empezó a ver como el próximo patriarca porque su talento nato lo llevaría lejos pero un sentimiento extraño, los empujaba a recelar su compañía.
Cuando su madre volvió a casarse, aquel sentimiento de mal augurio se reveló.
Su padrastro resultó ser el maestro de Sheldon y el anterior oráculo del oeste, que al ver al niño, supo que el cargaba con el poder de los primeros líderes de su clan, Renzo y Sunday Kiddo.
Para colmo, ese poder estaba haciendo crecer su habilidad de manera desenfrenada. Significaba que debían tenerle sumo cuidado pues al menor atisbo de enojo, Percy podría descarrilarse.
A veces lo ignoraban y lo limitaban tanto como podían, por temor a que les ocurriera algo si el remanente tomaba conciencia. Y ese fatídico día llegó, cuando su madrina fue herida en medio de una batalla para salvarlo de los charix.
Con tan solo 16 años, Percy sucumbió a la ira ciega, haciendo que el remanente de Aldebaran lo poseyera en su estado berserker y transformándolo en un engendro gigante. Completamente ido, arrasó tanto con los charix como con las ahora extintas ciudades de Moreyba y Yumabee.
Su paso por el mundo desató la locura y si Capella no hubiera intervenido, otras ciudades habrían caído víctimas de la muerte. Disparando dardos tranquilizantes y lanzando bombas de humo con somníferos, lograron detener a tan terrible bestia por ser joven.
Para que sus benefactores no fuesen acusados, Capella y sus hombres de confianza cerraron la boca para dejar que los Kiddo se encargaran del muchacho pues se sentía responsable que por su causa, el peor de los demonios despertara.
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El Hada Madrina mató al Príncipe Azul (Reboot)
Kısa Hikaye"Y vivieron felices por siempre. Fin" Todos los cuentos terminan bien, menos para la princesa Freya y el príncipe Thomas. El hada madrina Edaleen se embriagó en la boda y lanzó por accidente un rayo al príncipe. Ahora solo quedaba huir. Pero en su c...