Antes de morir (KOOKMIN)

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Jungkook ya había recorrido la habitación por enésima vez en el día, no había podido conciliar el sueño después de haber sacado a sus amigos de la habitación...

La verdad había sido una lucha hacerlo pero después de gritarles:

–"¡Invanden nuestro espacio, nuestro perfecto nido de amor!"–

Lo chicos prefirieron dejarlo solo por unos minutos, solo como para que se calmara... pero Jungkook no sabia si la soledad le había sido peor por que no sé sentía para nada bien, abrumado con todo se metió al closet de su adorado Minnie y se impregnó del olor que amenaba todas las prendas que había en ese lugar... sonrio al ver unas camisas suyas que hacía como perdidas, las olfateo y olían a su amado, en ese momento cayó al suelo sin más fuerzas...

-Dios... ¿que más me quieres quitar?–Preguntó suavemente.

Jungkook giró la cabeza para seguir observando todo pero se desconcertó al ver una caja fuerte con colores de la galaxia y toques brillantes.. sin duda la había decorado su esposo.

-¿Niño Jungkook va a cenar?–Preguntó Nana Sun entrando a la habitación.

-¡Nana Sun venga por favor!–La llamó Jungkook sin levantarse del suelo y sin quitar la mirada de esa caja fuerte.

La mujer apareció en el closet y le dio ternura ver a Jungkook con varias prendas de Jimin entre sus brazos y su regazo.

-¿Necesita algo?–Preguntó ella de manera cariñosa.

-¿Sabe la clave de esa caja fuerte?–Preguntó Jungkook curioso. -Sé que es de mi Minnie y son sus cosas pero...

-0-4-1-1–Dijo la mujer sin titubeos.

-Es nuestra fecha de...

-Lo sé–Ella sonrio levemente y suspiró. -La contraseña del celular, la tablet, el computador y creo que hasta las de las cuenta de banco tienen que ver con su relación–Dijo ella abatida por todo lo sucedido. -Mi niño... mi niño Jimin jamás se había dignado a amar a un hombre después de lo que le pasó con esa bestia de hombre cuando era un niño...

-Hasta que aparecí yo–Dijo Jungkook colando los dígitos en el teclado de la caja fuerte. -Fui un imbecil Nana...

-Las lamentaciones no sirven, eso es tiempo perdido que no se recupera–Ella bajó la mirada y suspiró. -Pero si me tenía que morir primero yo que él...

-Ninguno de los dos debía morir... debían vivir 100 años más–Jungkook le sonrio levemente y ella negó levemente.

-¿Bajara a cenar o le subo la...?

-No Nana gracias, si llego a tener hambre bajaré..

La mujer asintió desanimada por qué sabía el resultado de esa respuesta.. "no cenare nada hasta sabrá Dios cuando" así que sin preciones salió de la habitación dejándolo solo otra vez.

Jungkook rebusco entre las cosas que había en la caja y a la vista no había mayor cosa.. unas joyas muy, pero muy costosas, un reloj que parecía ser antiguo, algunas hojas que no le veía sentido mas a los lados papeles de cosas legales que nunca pensó que su esposo tendría, pero no le puso atención y siguió hasta que debajo de unas hojas vio una libreta rosada de conejos, princesas y frutas.. carajo...¿por que Jimin tenía que irradiar, desparramar ternura por todos lados?.

El pelinegro sin pensarlo dos veces se acostó en el suelo de ese espacio y tomó la pluma que había ahí mismo y empezó a desahogarse en las hojas de ese cuaderno... debía sacar todo lo que tenía en su pecho o si no se vía a morir, no literal pero si metafóricamente... pero sin saber que ahí mismo su amado esposo también se desahogaba por que no tenía con quien hablar... sin querer... esa libreta estaba siendo testigo del amor más grande.. mas profundo... y el más único de toda la eternidad... y esa pluma.. escribía las historias de ambas partes..

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Jimin seguía igual que cuando su esposo lo dejó.. nada había cambiado, bueno.. a excepción del bebé JungMin que se seguía estirando buscando su comodidad dentro de su padre.

-¿Crees que kook volverá?–Preguntó la señora Park mientras su marido le subía el cierre de su vestido.

-No sé.. pero si no lo hace, sacaré a mi hijo del coma...

La señora Park se giró para ver a su esposo enojada.

-No.. recuerda que va sufrir, no nos dirá si algo le duele o si...

-Es mi bebé, no dejaré que se me vaya así.. debo hacer algo, ya hablé con el doctor Jeon para que hiciera una junta para hablar de la salud de Jimin–El hombre suspiró y se acercó a la camilla. -Él es un niño... no debió ni siquiera estar embarazado...

-No culpes al bebé Park–Lo regañó su mujer. -Jimin dejó de ser un niño hace mucho... nadie era como él, nadie tenía sus habilidades o sus pensamientos, su inocencia y su carácter... él...

-¡Si lo pierdo me muero!–El señor Park cayó arrodillado llorando mientras tomaba la mano de su hijo. -¡No puedo vivir sin él!.

La señora Park suspiró pesado y se acercó a su esposo abrazándolo... ahora él era débil, ahora él era quien se había derrumbado... los papeles se habían cambiado.

Pasó un largo rato en que ambos padres estaban ahí tratando de asumir todo hasta que la puerta de la habitación se abrió... ellos miraron al dueño de la interrupción suspiraron para levantaré.

-Suegros.. espero no interrumpir–Dijo Jungkook cerrando la puerta.

-Claro que no, me alegra que hayas regresado kook–La señora Park se le acercó y lo abrazado como si hubiera pasado años de no verlo y no 24horas.

-Solo debía dormir y pensar–Jungkook suspiró y le acarició el cabello a la mujer que aún lo tenía abrazado. -Estoy bien suegra...

-¿Seguro?–Ella se separó y lo miró insegura de esas palabras. -Por qué yo...

-Estoy bien, no se preocupe–Jungkook se forzó a sonreír levemente. -¿Ya le pusieron el medicamento a Minnie?–Preguntó mirando la hora en esu reloj de mano.

-No.. pero...

-Ya se retrasaron 10 minutos–Jungkook suspiró pesado. -Iré a ver que pasa...

Pero antes de que Jungkook saliera se acercó a su esposo y le dio un beso en la frente y lo saludó diciéndole palabras muy cariñosas, luego pasó al vientre y lo acarició dándole besos a los cuales su hijo respondió con suaves pataditas que hacían al corazón de Jungkook latir con fuerza.