Antes de morir (KOOKMIN)

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Jungkook dormitaba en la casa de sus suegros más exactos en la habitación que semanas antes ocupaba su esposo... en la misma cama donde compartió muchas noches y tardes de pasión, mañanas de besos mas tiernas y dulces caricias, madrugadas de risas y toques... tantos recuerdos que lo hacían tener los mejores sueños en este momento.

Desde que salió del hospital sólo quería ir a un lugar tranquilo para pensar en lo que había hecho... pero cuando llegó a la mansión y se encontró con la nana Sun no soportó y se rindió ante ella callendo a sus pies a llorar como si fuera un bebé que le hubieran quitado su alimento... y es que prácticamente Jimin era como su alimento para existir.

Como la playa quedaba a las afueras de la ciudad los chicos aún no habían llegado.

Jungkook se removió en la cama y se empezó a despertar pensado que todo había sido un mal sueño... pero cuando abrió los ojos y se dio cuenta donde estaba, todo volvió de golpe a su pecho.

-Jimin... mi hermoso Minnie...

Por unos segundos se quedó inmóvil, solo sé movía su pecho dando indicios que aun respiraba... pero ya no sabía si quería seguir vivo, si quería seguir despertando sus días sin que Jimin lo llenará de besos y le dijera cosas tiernas, o que le dijera que lo amaba.. ahora mismo dudaba en si debía seguir existiendo sin su gran amor.

-¡Jungkook!.

El susodicho miró hacia la puerta.. ahí estaban sus amigos parados y especialmente Nam estaba con cara de alivio.

-¿Que hacen aquí?–Preguntó serio. -No quiero hablar con nadie.

Se giró en la cama y les dio la espalda abrazando la almonada, no quería hablar con nadie así fuera sus mejores amigos.

-¿Y desde cuando nos importa que quieras vernos o hablarnos?–Preguntó Nam entrando con todo el grupo.

-Creo que nos conoces lo suficiente para saber que jamás te dejaríamos solos–Le habló Jackson con melancolía.

-Juramos siempre estar juntos, ya sea en las buenas o en las malas–Baek se sentó a los pies de la cama.

-Sin importar nada Jungkook, ahora nos necesitas así digas que no–Jae se sentó frente a él y lo miró fijamente. -A todos...

-Somos una familia..–Minho suspiró y también se sentó cerca de él.

Jungkook cerró los ojos un segundo, sus amigos hablaron como si en el camino se hubieran puesto de acuerdo en que decir.. pero en el fondo sabía que no, que ellos siempre sabían que decir... así cuando se enteró que su padre dormía con otras mujeres, también en el divorcio, cuando su padre se dedico a su carrera de doctor olvidando a su hijo y cuando su madre se entregó 100% al trabajo para olvidarse de la traición de su marido olvidando a su hijo... en todas esas situaciones ellos habían estado con él... y hoy no seria diferente...

-Está bien si no quieres hablar–Le dijo Nam haciendolo abrir los ojos. -Pero no significa que nos iremos.. aquí nos quedaremos...

Jungkook suspiró y asintió, abrazo más fuerte la almohada de su amado Jimin y la olfateo llenando todo su ser con su dulce olor.

-¿Quieren té, café, jugo o agua?–Preguntó Nana Sun desde la puerta.

Entre los chicos se miraron y se pusieron de acuerdo en que pedir, su pensado era quedarse ahí sentandos esperando... bueno la verdad no sabían que esperaban pero lo harían.

Pero el señor Park se les acercó y les pedio espacio para cruzar unas cuantas palabras con su yerno.

-Kook... él aun está vivo–Inició el señor Park con suave vez anunciando que en cualquier momento se quebraria.

El menor abrió los ojos y lo miró.

-¿Por cuánto?–Preguntó en un hilo de voz. -No entiende mi dolor...

-Kook... él es mi hijo, mi único hijo, le juré amor eterno y que siempre lo iba a proteger... tu mismo te diste cuenta de lo especial que es pero...

-Si Minnie muere.. me quedare sin nada–Jungkook dejó resbalar sus lágrimas. -Él... solo eramos él y yo.. todos los días y cada día... usted no sabe que es perder el único ser que lo amo apesar de ser una porquería de persona... no sabe...

-Kook...

-Y aunque le duele, usted puedo estar mucho más tiempo del que yo estuve con él... lo de nosotros fue muy corto, pero muy intenso..

El señor Park bajó la cabeza por unos segundos.. admitía que no debía comparar su dolor con el del menor, era tonto hacerlo..

-Sé que nuestros dolores son diferentes.. pero no por eso nos debemos alejar–La vista del señor Park volvió a él. -Mi hijo aún está vivo.. además... tu hijo aún está vivo también... no puedes abandonarlos ahora...

Jungkook suspiró y cerró los ojos.

-Solo quiero descansar un poco...

-Bien, hazlo.. pero recuerda que Jimin y JungMin te esperan en el hospital–El señor Park se levantó y respiró profundo para soportar todo otra vez. -Estaré en el hospital... cualquier novedad me la pueden comunicar a mi o por medio de Lee si no contesto–Les dijo a los muchachos que estaban cerca a la ventana.

-Si señor, gracias por todo–Nam le sonrio levemente y le hizo una reverencia. -Le pido lo mismo.. si algo sucede, nos lo hace saber por favor...

El señor Park asintió y salió de la habitación un poco más calmado que antes.. al menos ahora sabía que Jungkook estaba bien y que estaría en buenas manos.

Pero en la habitación Jungkook no se sentía para nada bien.. por que su suegro le recordó algo... o mejor digo a alguien...

JungMin.. esa pequeña creatura que mucho antes de nacer ya estaba luchando por sobrevivir, por siquiera darle una razón de vida a su otro padre.. ese chiquito feto que hasta ahora no sé sabía si iba a sobrevivir o no, por que por suerte o desgracia no sé sabe... Jimin era el primer caso de embarazo en medio del desarrollo(terminación) de la enfermedad.

Solo el tiempo... la vida... el destino y la fuerza nos dirá si Jungkook tendrá una razón para vivir o no.