Antes de morir (KOOKMIN)

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Jungkook fue a su casa y ahí estaban todos esperandolo en el porche del lugar. Cuando lo vieron bajar del taxi con los ojos hinchados y rojos pensaron lo peor.

-¿Que pasó?–Preguntó Namjoon preocupado.

Jungkook no habló y abrió la puerta, se quitó los zapatos y la chaqueta.. caminó hasta la sala y se tiró en el sofá.

-Jungkook no me asus...

-Jimin esta muriendo–Soltó Jungkook mirándo el suelo.

-¿Que?–Preguntó Jackson y se sentó a su lado.

-Esta enfermo, ya no hay nada que hacer–Jungkook puso su cara en sus manos y empezó a llorar otra vez. -¡Jimin muere mientras espera un hijo mío!–Sollozo en voz alta.

Los presentes estaban en shock... era imposible de créer.

-Los médicos se equivocan, deben hacer...

-¡Ya lo dije!–Jungkook se levantó rápidamente y miro a sus amigos. -¡Suplique que lo llevaran fuera del país pero el imbécil de mi padre tiene la confianza de ellos y no dejaron!–Gritó exaltado.

-¿Tu padre que tiene que ver aquí?–Preguntó Min Ho.

-Es el doctor de Jimin, ¡y los imbéciles de mis suegros le creen!–Jungkook empujó una mesa y el florero de encima se partió cayendo al suelo.

-¿Hijo, dijiste un hijo?–Preguntó Jaebum.

-Si, un hijo.. mi hijo–Jungkook no dijo más y se dejó abrazar por Baek.

-Cálmate, así no piensas bien–Susurró Baek con tristeza. -Solo llora amigo, debes sacar todo ese dolor.

Los otro se acercaron y como cuando eran unos completos niños se dieron un abrazo fuerte buscando calmar el dolor del pelinegro... está vez no era por el divorcio de sus padre y el abandono de su padre si no por el dolor de perder al chico que más amaba.

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-Señores, vayan a la casa y descansen, yo me quedo no se preocupen–Dijo el señor Lee.

-Yo no me voy–Dijó la mujer y suspiró mirando por la ventana.

-El joven aún no despierta...

-Y cuando lo haga quiero estar aquí–Le interrumpió la mujer. -Vete a la casa por la señora Sun–Dijo ella cansada.

-Señor Park, por favor vamos a casa y descansa, debe cuidarse–Esta vez miro a su jefe sentado en el sofá que estába con su cien sobre su mano.

-No, sólo vete, la señora Sun debe estar mal con todo esto–Le dijo el hombre sin levantar la vista. -Jimin la querrá ver, debe estar bien.

-Si señor–El señor Lee hizo una reverencia y se fue.

-¿Que vamos a hacer?–Preguntó la mujer mirando por la ventana.

-No se, por una vez en la vida no se que hacer para curar el dolor de mi hijo–El hombre suspiró pesado y cerró los ojos abrumado por todo.

-Yo menos, debemos hablar sobre el tema del bebé...

-No, lo hablaremos cuando él quiera, recuerda lo que dijo el doctor... no lo podemos alterar mas–Dijó el hombre serío.

No volvieron a hablar más y se dispusieron a escuchar sólo los sonidos de las máquinas anunciando que su hijo estaba bien.