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Mátame

Despertó de aquel sueño, su cabeza dolía y aunque trataba de abrir los ojos, estos mismos no pidan distinguir que sucedía. La luz blanca que pasaba por sus ojos era demaciado para su visión, escuchaba voces, pero estaba tan aturdida que no comprendía entender que pasaba. Por un momento pensó que era otro de esos sueños, pero a medida que abría más lejos ojos se daba cuenta que no era así y que todo comenzaba hacer una pesadilla. A un extremo de la sala se lograba escuchar la voz de una mujer, riendo y acercándose a ella con demasiada delicadeza.

- Has despertado -al ver bien se trataba nada menos que de Gyeonghui.

Yonhae no dijo nada más sin embargo la cara amarga que tenía se hacía ver todo el malestar que le provocaba la mujer con tan solo verla o escucharla. Cuando trato de pararse, se dió cuenta que estaba en una silla con las manos amarradas y los tobillos juntos con una cuerda bien amarrada para que ella no pudiera escapar. Gyeonghui nuevamente sonrió viendo cómo su sobrina se mantenía extrañada de lo que pasaba. Amaba ver sufrir a esa chica.

- ¿Qué pasa querida? - pregunto sarcástica - acaso te duele - dijo cuando vio el malestar en la cara de Lee - creí que te gustaría. Hice una fiesta sorpresa para ti. - y de l a nada sacó un carrito de comida y frente a este un pastel con unas cuantas velas

- ¿Qué pretendes Gyeonghui? Basta de rodeos - escupió Lee - quieres darme miedo, cariño ya no puedes darme miedo. Haces tantas cosas que nada logra sorprenderme.

Byun trono sus dedos y con un chasquido con su lengua negó varias veces con la cabeza.

- Enserio, cree cuando te digo que esto si te sorprenderá. - y de la nada sacó un teléfono -son las 11:58, pronto él llegará y sabrás a lo que me refiero. - Gyeonghui miro hacía la puerta esperando a que el susodicho entrara.

- No le tengo miedo a nada - aseguro Lee

- ¿Enserio? - volteo dudosa la mujer y Yo Hae asintió - Entonces si no le tienes miedo a nada, no te importará que llame a Yonha - sonrió cuando miró como la sonrisa de Yonhae desaparecía de su rostro - Eso creí, tu querida madre.

La puerta sonó de imprevisto y nuevamente Gyeonghui fue a mirar su celular, este marcaba las 12:00. Justo a tiempo para comenzar su plan.

- Él a llegado - él sujeto entro por la puerta con un hombre en sus hombros y de igual manera lo sentí en una de las sillas, amarro sus tobillos y manos con alambre. Mientras Yonhae no podía ver el rostro del chico, pero si a Gyeonghui.

- Me alegro que hayan asistido. - el hombre misterioso tapo la cara del sujeto en la silla con una bolsa de tela -Esperaba con ansias este día - Lee miró a su contrario dormido, pues era obvio que no estaba despierto - Todos juntos como una famila - dijo con un saltito en su lugar.

El hombre en cuestión de retiro y pareció ir a una parte trasera de aquella bodega.

Pasaron los minutos y frente a ellos se mostró un pantalla, por alguna extraña razón Lee sintió como un escalofrío pasaba por su espalda y sus labios temblaban. No tenía miedo, claro que no más sin embargo todo lo que hiciera aquella mujer le ponía los pelos de punta. Estaba retorcida y loca.

- ¿Qué pueden ver ahí?- preguntó, pero nadie le contesto - está bien les diré, el infierno que viví.

Y al decir esto en la pantalla se comenzó a ver diapositivas con fotos de la infancia de Gyeonghui, con familiares, como mamá, papá, hermana, hermano y ella. Pero al seguir las fotos se podía notar como la cantidad de familia que se mostrada al principio desaparecía. Primero fue la madre y luego la hermana mayor, pues era la más alta entre los dos niños y eso le dió a deducir a Lee que era la hermana mayor o una prima. Gyeonghui detuvo las diapositivas y fue directo a mirar a Yonhae.

TRAICIÓN 반역 Completa✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora