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Amantes

Era incómodo para ambos mirarse, ella estaba molesta y él sabía el porque de la molestia de ella.

Ambos no esperaban verse después de varios días pues ambos tenían claro que debían mantener una distancia para no levantar sospechas en los demás sin embargo tenerse tan cerca era de sumo cuidado pues ambos podían ser la mejor mezcla entre la inteligencia y fuerza, pero también entre la avaricia y el poder.

Una emoción les recorrió el cuerpo como un choque de electricidad, doloroso pero hipnotizante. Se miraron como nunca antes, devorándose con la mirada esperando que uno tomara esa tan ansiada iniciativa que les recorría cada parte de su ser.

El lugar parecía alejado del mundo, tan silenció, tan acogedor que las reglas y normas de su trato de borraban cuando los dos se miraban a los ojos, con esa intensidad que los hacía querer más.

- GyeongHui... - dijo jungkook, siendo este quien tomaba primero la iniciativa al llamarla por su nombre. Pero ella lo ignoro por completo y trato de pasar sobre él.

Gyeonghui no sabía las ganas que tenía él de verla, de escuchar su voz y sentirse acogido por ella como antes, no extrañaba el contacto carnal sino el emocional que ella le brindaba y ahora que ella parecía cortante le lastimaba, lo hacía sentir un vacío de desden.

- Jeon - dijo sería sin revelar ningún tipo de expresión. Estaba molesta que su impulso de enojo podía más que su cariño por el chico.

Estás acciones las noto jungkook y ella lo hizo más evidente cuando solo camino con más rapidez para alejarse de él, sin embargo jungkook logró tomarla de la mano para impedir que saliera de aquel lugar tan escondido y verla nuevamente a los ojos que el mataba por ver. Avellana con toque de brillar en sus pupilas.

- Estás actuando como una niña - soltó jungkook.

Gyeonghui solto una risa malévola, como se atrevía a decirle inmadura sabiendo que él era apenas un niño para ella.

- ¿Así? Y tú como un adolescente hormonal - soltó - que se acuesta con la primera tonta que le dice te amo.

Jungkook elevó una ceja notando el sarcasmo de Gyeonghui. Así que era eso lo que la tenía molesta. Por alguna razón le gustaba saber que ella sentía algún tipo de celos de Yonhae, porque eso significaba que Gyeonghui lo quería y que realmente si lo amaba para tener ese tipo de comportamiento.

- ¿Estás celosa de Yonhae?

- Ha!, celosa de ella - negó con la cabeza - no puedo estar celosa de alguien que es tan poquita cosa, mírala a ella y mírame a mí, somos totalmente diferentes - sonrió victoriosa.

Y si, en efecto eran totalmente diferentes en todos lo sentidos, empezando por la edad y la manera de pensar. Por un lado estaba Yonhae que era tan inocente, tímida y reservada que incluso para su fiesta decidió mantener colores cálidos para su vestimenta siendo está una fiesta de gala, no era grosera y era algo cohibida cuando se trataba de hablar en público todo lo que contrastada con Gyeonghui pues la mirabas y rápidamente podías ver a una mujer decidida con un carácter fuerte. Su elegancia y sus colores la hacían resaltar de los demás incluso te hacía pensar que la anfitriona de la fiesta era ella por su forma de ser.

- Tenía que hacerlo - se inmutó a decir - Por ti.

- ¿Por mi? - saco una carcajada - meterte con ella no era parte del plan. Pero sabes puedes hacer lo que te plazca desde ahora. - trato de irse, pero el la detuvo.

- Deja de mentir, te duele ver qué estoy con Yon Hae como a mí me duele esa repentina frialdad tuya - dijo con seriedad - Pero aún con todo eso, puedo ver qué sigues queriéndome, que no puedes olvidarte de mi.

Lamió sus labios al seguido de volcar los ojos, tragó.

GyeongHui quería dinero, claro estaba, pero también quería a Jeon Jungkook. Quién siempre cuidó de ella, quien la protegido de un padre alcohólico y una madre que trabajaba en la vida galante desde que tenía memoria, Jungkook era de Gyeonghui como ella de él. Era su ángel y aunque le dolía compartirlo también se lamentaba por no tener el dinero que Yon hae poseía y simplemente desvalorizaba.

- Puedo olvidarme de ti si quiero, pero no puedo. No puedo porque estoy atada a ti, ¡imbécil! - golpeó su pecho - ahora quieres que finja que no me duele - apretó sus dientes - quiero matarte y matarla a ella. No sabes que rabia me dió cuando me lo restregó en la cara, aseguraba que tú la amabas.

- Gyeong - trató de tranquilizarla, pero fue en vano pues ella ya estaba gritando fuerte y aunque para suerte de ambos estaban muy apartados de la fiesta por si corrían riesgo de que alguien pudiese escucharlos o verlos tan cercanos.

- ¡Eres un mentiroso! ¡Un maldito infiel! Te odio, pero te amo imbécil - golpeó su pecho y ahora dejo caer su cabeza en el pecho de Jeon.

- Ambos los somos - dijo con una amargura en su voz y una melancolía al ver a Gyeonghui de esa forma - si hago esto es por ti GyeongHui. Yo no la amo y jamás la voy amar porque en mi cabeza estás tú y no lograría sacarte nunca de ella - se a ferro - esto no es fácil para mí - acarició la cabellera de la mujer- ¡Crees que la amo!... ¡Pues no! - gritó enojado tomando a GyeongHui de los hombros - ¡Esto es por ti! Para vengar todo el daño de tu pasado. No quiero verte llorar, no quiero verte sufrir - se acercó a ella lentamente - todo lo hago porque yo te amo a ti y no a nadie más.

Y sin más Jungkook limpio cada gota de lágrimas que resbaló por las rojizas mejillas de GyeongHui, tomó su rostro y unió sus labios con suavidad con tanta sutileza que hizo a GyeongHui sentirse nuevamente amada, sintió que nuevamente recuperaba a su ángel y que su bello príncipe no estaba haciendo eso porque él quisiera sino porque ella lo ordenó desde un principio, porque iban a vivir bien de ahora en adelante y la única manera en la que podían hacerlo era provocar la caída del imperio de los Lee.

Así que por una parte sabía que todo ese rollo era culpa suya pero también culpa de quienes siempre han tenido todo y han hecho sentir que su vida no vale más que el dinero.

- ¿Nunca me dejarás de amar? - preguntó GyeongHui al separase de Jungkook, sabía la respuesta, pero quería escucharlo de los labios de su amado otra vez.

-Nunca, Juntos empezamos y juntos terminamos - besó su frente, la abrazo para no despegarse durante varios minutos.

- El amor es peligroso y riesgoso. Una persona sin juicio puede escogerlo como la única cura a los problemas, pero es más que una cura, es solo una salida para evitar la soledad y el inicio a la codependencia - se dijo el secretario Park que miraba de la escena y mantenía su teléfono en dirección a ellos dos.

TRAICIÓN 반역 Completa✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora