Empezamos de nuevo. Me levanto a las 6:30 AM para comenzar a alistarme para ir a la escuela. Cuando ya estoy cambiada, tomó mis cosas y espero a que mi mamá termine de hacer sus cosas de siempre... como sea, me siento en la sala y tomó mi celular... ¡Genial! Tengo un mensaje de Fernanda diciendo a que horas pasaremos por ella. ¿Les mencioné que ella y yo vamos casi todos los días juntas a la escuela?... ¿No? Pues ya lo saben. Le conteste que ya íbamos en camino y enseguida me subí al auto de mi mamá y comenzó a conducir hacia su casa donde Fernanda nos esperaba en la acera. Rápidamente subió al auto despidiéndose de su mamá. Yo le hice un pequeño saludo y partimos.
-Hola señora Muttini-. Saludo Fernanda.
Yo voltee con ella confundida y después de un rato reímos a carcajadas. Ella no paraba de hacerme reír con cada tontera que se inventaba cada día. ¡Ah si! Mi apellido es Muttini... si, he tenido que vivir con eso... pero lo compensa que el apellido de mi amiga sea Matthews, así que las dos sufrimos.
Después de un largo pero apresurado recorrido, llegamos a la escuela. Mi mamá nos dejo una cuadra antes de la escuela para no desviarse de su camino al trabajo. Nos bajo ahí con toda la confianza del mundo. Yo baje primero ya que de mi lado estaba la acera y espere a que bajara Fernanda. Al bajar seguimos a pie hacia la escuela.
-hasta pronto mamá, te quiero-. Me despedí mientras caminaba y alzaba la mano.
-hasta luego señora-. Se despidió Fernanda, siguiendo mi paso.
Faltaban dos casas para llegar a la escuela. Eran justo las 7:40 AM así que corrimos para tener 10 minutos libres y poder hacer "nuestras cosas". Tomé a Fernanda de la mano y corrimos las dos hasta llegar a la puerta de la escuela. Por desgracia llegamos al mismo tiempo que Raquel Coleman... ¡Agh! Raquel es la peor persona que puedes conocer, es mentirosa, presumida, mala, caprichosa, berrinchuda pero siempre logra salirse con la suya.
-¡agh! Ahí esta ella. ¡¿Por que?!-. Me susurro Fernanda desesperada.
-esta muy ocupada viéndose a si misma... dudo que nos vea-. Le dije a Fernanda consolándola y apresurando el paso.
-¡oigan chicas!-. Esa voz... ¡esa voz! ¡Oh no! Era Raquel.
-¿Que?-. Dijimos Fernanda y yo al mismo tiempo.
-hoy va a ser un día hermoso...-. Al decir eso soltó una sonrisa malvada y nos empujo de su camino abriéndose paso para entrar a la escuela.
Fernanda y yo nos miramos e hicimos un gesto de horror. Después entramos y subimos hasta nuestro salón. No eramos ni las mas populares ni las nerds ni las chicas malas ni nada por el estilo, sólo eramos... nosotras y ya. Las dos teníamos un miedo al estar al frente pero a la vez un gran deseo por sobresalir pero igual nos sentamos hasta atrás.
-oye Fer, ¿que tal si hoy cambiamos nuestra rutina?-. Dije mientras dejaba mi mochila en el suelo.
-¿A que te refieres con "cambiar nuestra rutina"?-. Me dijo Fernanda haciendo comillas con los dedos.
-a que tal vez podríamos... no se... hacer algunas bromas por ahí-. Fernanda pareció gustarle la idea ya que sonrió al oírla.
-¡Me encanta la idea!-. Acerco mas su silla a mi y puso sus dos manos sobre mi mesa queriendo escuchar mas.-¿Por donde empezamos?-.
-mm... ¿que te parece... Raquel?-. A las dos se nos dibujo una sonrisa malvada y volteamos discretamente hacia Raquel que estaba platicando con su séquito de brujas maquilladas.
-Ok ok... entonces, ¿que hay que hacer?-. Me miro atenta esperando una respuesta que fuera de su agrado.
-pues...-. Voltee a todos lados buscando algo que podría servirnos... ¡Bingo! La encontré...- podríamos usar eso-. Señale un frasco de una cosa verde toda mohosa. Creo que un niño la había olvidado ahí hace meses así que podría funcionar.
-¡PERFECTO!-. Ese grito hizo que la mayoría volteara a vernos. Las dos agachamos la cabeza. Cuando nos dejaron de mirar volvimos al plan.
-Ok, entonces tu distraes a la lagartija mientras que yo preparo la trampa-. Dije tomando el frasco y escondiéndolo debajo de mi suéter.
-De acuerdo-. Dijo mientras se levantaba de su silla para ir allá. Respiro profundo y estaba apunto de irse.
-¡Espera!-. La tome del brazo.-pero tiene que ser afuera porque la trampa estará en la puerta así que cuidado-.
-Entonces la llevare a "hablar" afuera-. Dijo entre risas.
-¡Si!-. Solté una pequeña carcajada.
Hicimos nuestro saludo de mejores amigas y ella fue a hacer su parte. Mientras, yo estaba disimulando tirar algo en la basura. Fernanda llevo a Raquel lejos afuera. Era la oportunidad para hacerlo ya que todos estaban jugando en la cancha. Así que jale una silla cerca de la puerta y coloqué el frasco de modo que cuando abrieran la puerta callera justo en su cabeza. Al terminar con eso le mande un mensaje a Fernanda y acomode todo en su lugar... como si nada hubiera pasado. Por la ventana vi como traía Fernanda a Raquel hacia acá. Frote mis manos una con otra esperando el gran momento pero... ¡Oh rayos! La maestra venia justo detrás de Raquel. Me apresure a llegar a la puerta para detenerla pero fue inútil. Raquel abrió la puerta y toda esa cosa verde cayo sobre su cabeza y un poco en la maestra. Raquel sólo dio un grito de espanto. Y Fernanda y yo no pudimos evitar reirnos bajo pero a carcajadas.
-¡Muttini! ¡Matthews! A la dirección ¡AHORA!-. Grito la maestra mientras se limpiaba un poco de su camisa.
-¿Que? Pero...-. Se me salio decir eso... pero bueno.
-¡A LA DIRECCIÓN DIJE!-. Si, creo que eso la hizo enojar mas.
Yo me dirigí hacia mi amiga, que estaba afuera del salón, y las dos agachamos la cabeza. Comenzamos a caminar hacia la dirección. En eso, nos volteamos a ver y seguimos riendo un poco. Debíamos admitirlo... ¡Era chistoso!. Aunque si, estábamos en problemas por primera vez.
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Shining In The Dark. ©
AdventureSoy Samantha, vivo con mi mamá en una aburrida casa con un aburrida vida y voy a una aburrida escuela. Tengo 13 años. Lo bueno de todo esto es mi mejor amiga, Fernanda ella vive con su mamá igual. Ella tiene 12 años. Y esta igual de aburrida que yo...