Capítulo 35: libre.

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Fernanda

Con ese, Dana, nos estábamos mirando fijamente. El estaba en la puerta de brazos cruzados y yo sentada en la cama. La verdad no se que tanto me veía el tipo. ¡¿Tengo un moco o que?!. Como sea, de repente se comenzó a acercar prometedoramente. Yo retrocedí debido a que estaba demasiado cerca para mi gusto. Espacio personal.

-¿Ya me dejas salir?-. Pregunte para romper el silencio. Además de que la corta distancia a la que estábamos no ayudaba mucho. El me miro directo a los ojos.

-¿Ya me recuerdas?-. Me respondió... con otra pregunta. ¡¿Que no sólo podía decir si o no?!. ¡Agh!.

-Ehh... no-. Respondí con miedo. Sabia que si decía eso mis posibilidades de salir de la cueva del Oso malo disminuían. Aunque mas que Oso Malo parece Winnie Pooh.

-Entonces ponte cómoda porque no saldrás en un buen tiempo-. Me dijo. En este momento su mano ya estaba en mi cintura. Mi corazón comenzó a bombear mas rápido. -Pero... podría hacer que me recuerdes...-.

Dicho eso se comenzó a acercar a mi con una sonrisa rara. Si, era como si... estuviera imaginando cosas... cosas que no deben de imaginarse los jóvenes de ¡17 AÑOS!. De todos modos no pude hacer nada. Es decir, deje que me besara. ¡Si, me beso!. Me tomo por la cintura y estampó sus labios con los mios. El beso se comenzó a volver con mas necesidad. Ahora, estaba entre la pared y el chico, Dana. Estábamos muy hundidos en nuestro beso cuando algo paso...

Samantha

Estaba con este chico... ¿Cole dijo que se llamaba?. No lo se. Sólo quiero salir de esta posilga. Si, este pelos necios me encerró. De hecho, su cabello me hace recordar a la sopa que hacía mi mamá. Exacto ¡por los elotes!. Risa mental. Bueno, soy un asco haciendo comparaciones, lo se. Pero no me quedaban insultos. Estaba re guapo el condenado. Espera, ¡¿Que dije?!.

Que esta guapo.

¡No te pregunte!.

Claro que si.

Era una pregunta retorica, además, nadie te llamo.

Estas peleando conmigo en vez de prestarle atención a tu secuestrador, ¿recuerdas al 'condenadamente guapo'? Pues es el.

Esto no ha terminado. En fin, cuando deje de pelear con mi conciencia el chico ya estaba a pocos centímetros de mi bello rostro. De acuerdo, tal vez no sea una Miss Universo pero... nos salimos del tema. El estaba invadiendo mi espacio vital. Entonces, a situaciones desesperadas medidas desesperadas. Patada en los bajos. Pero, por culpa de mi excelente vista no le di. Entonces el abrió la boca para hablar.

-¿Me recuerdas?-. Pregunto aun estando a pocos centímetros de mi rostro. Tanto que nuestras respiraciones se mezclaban. Era un asco. Pero no se por que no me aleje.

-¿No crees que si te recordara de nuevo en este momento no estaríamos en esta situación? Bueno, si es cierto lo que dijiste sobre ser novios-. Comente yo con los brazos cruzados.

-En primer lugar, sólo responde si o no y en segundo lugar, si es cierto-. Dijo imitando mi acto. Copión. Pelos de elote copión.

-Pues tomalo por un no-. Respondí alzando una ceja. No se por que pero me gustaba esta discusión.

-¿Quieres que te refresque la memoria?-. Pregunto con una sonrisa picara. Esto ya no me gusto. Negué repetidas veces con la cabeza mientras me hacia bolita en la cama. -De todos modos lo haré-.

Shining In The Dark. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora