Samantha
-¿Qué? ¿Lexy?-. Exclama exageradamente.
-Si, yo Lexy, tu Gabe. Ahorrémonos eso por favor, ¿si?-. Comenta Lexy cansada y vuelve su mirada a su celular.
-Pero... Pero, ¿qué haces aquí?-. Pregunta sin poder creerlo.
-Una chica, que parece ser tu amiga, me invito-. Responde como si fuera algo obvio sin quitar la mirada de su celular.
Wow, esa chica perderá la vista si sigue así
Gabe sólo la mira sorprendido. Y así se la pasan por unos 3 minutos mas o menos hasta que la tal Lexy se da cuenta de su mirada en ella.
-¿Que tanto me ves?-. Pregunta irritada. -No es como si nunca me hubieras visto. Además, creí que tu ya sabias-. Dice mirándolo intensamente para luego volver su mirada a su teléfono.
Él la sigue mirando así. Ella parece cansarse y bufa. Levanta la mirada de su teléfono para mirarlo. Entonces rueda los ojos.
-¿Qué mierdas te pasa?... ¡Oh, espera! Quédate así-. Dice. Entonces toma su celular y le toma una foto así a Gabe. -Esto valdrá oro en mis redes-. Comenta escribiendo algo en su celular.
Gabe reacciona y ahora si parpadea. Lexy sigue escribiendo algo y ríe sin apartar la mirada de su amadísimo celular. Él gruñe enfadado mientras golpea la mesa con la mano llamando la atención de Lexy.
Oh, el niño esta esponjado...
-¿Qué?-. Espeta Lexy de mala gana. Al parecer sus redes son mas importantes que nada.
-Por pura casualidad... ¿La chica que te llamo se llamaba Fernanda?-. Pregunta Gabe notablemente enojado. Ella la mira aburrida.
-Si, ¿por qué?-. Responde Lexy sin prestar mucha atención.
Uh-oh, problemas.
-Retirada, retirada-. Murmura Fernanda haciendo una seña para que la siga.
Yo la sigo hasta su habitación. Yo entro al último y cierro la puerta detrás de mi. Entonces nos soltamos a carcajadas.
-Parece que no cambio mucho-. Comento poniendo una mano en mi cadera.
Ella se encoge de hombros y sonríe inocentemente. Yo niego mientras rio. Después comenzamos a reír otra vez. En eso, escuchamos pisotones que provienen de la escalera.
Oh Dios mio, este es nuestro fin
Rápidamente nos callamos para que no se notara nuestra presencia ahí.
Oh la ironía
Cerramos la boca y, por alguna extraña razón, nos agachamos como si nos estuvieran bombardeando. Y así quedamos en silencio por un rato. Cuando de repente se escucho que intentaban girar la perilla.
-¿Pusiste el seguro?-. Susurro mirando hacia la perilla preocupada.
Ella voltea conmigo y hacia la perilla repetidamente. Luego abre los ojos como platos.
-No-. Dice tapándose la boca asustada. Ahora es mi turno de abrir los ojos.
-Pues ve cavando un pozo porque estamos... ¡Muertas!-. Exclamo/susurro moviendo las manos exageradamente.
-No hay que exagerar, él no nos va a...-. Comienza a decir pero se ve interrumpida por la puerta abrirse de golpe.
Nosotras nos tapamos la boca ahogando un grito. Además de que aumento la presión en el brazo de Fernanda. La perilla sigue girando. Si, bueno, nos equivocamos de puerta. Ups.
ESTÁS LEYENDO
Shining In The Dark. ©
AdventureSoy Samantha, vivo con mi mamá en una aburrida casa con un aburrida vida y voy a una aburrida escuela. Tengo 13 años. Lo bueno de todo esto es mi mejor amiga, Fernanda ella vive con su mamá igual. Ella tiene 12 años. Y esta igual de aburrida que yo...