Capítulo 32: malentendido.

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[Dana]

Ella le disparo a Samantha... ¡Fernanda le disparo a Samantha!. Si me lo hubieran dicho hace unos días no lo hubiera creído. Pero ahora lo veo. Lo veo con mis propios ojos. Sam se largo a la m*erda. Y Fernanda se quedo ahí parada. Creo que estaba procesando lo ocurrido. Rápidamente fui con Samantha y me asegure de que todavía seguía con vida. Si seguía viva. Lo bueno. Cole me miro extrañado. Normalmente no ayudaría a Samantha. Pero, ¡Oye! Le dieron un disparo. Tampoco soy tan malo. Además, nadie mas la ayudaba. Cole no podía. Estaba todo apaleado. En fin, le mande una mirada significativa a mi amigo para calmarlo. Después de eso escuche como una puerta abriéndose. Me di la vuelta y era... ¿Fernanda abriendo la puerta?. Si, era ella. Sabia que no podía durar mucho tiempo así. Digo, ¿Como puede resistirse a los encantos de Dana?. Ok, eso sonó algo egocéntrico. Me salí del tema. Ella abrió la puerta y se dirigió a mi que estaba a un lado de Samantha. Para AYUDARLA. No para otra cosa. Bueno, Fernanda se acerco y yo la mire. Ella me miro. Directo a los ojos. Era como un intercambio de miradas. Hasta que por fin hablo.

-Lo siento...-. Me dijo y agacho la mirada.

-No te preocupes-. La abrace. -También nosotros tuvimos la culpa-. Respondí aun abrazándola. Para luego soltarla.

-Gracias-. Me susurro. -Bien, ahora tenemos que salir de aquí, y rápido-. Les aviso a todos.

Todos asintieron. Incluyéndome. Pero se nos olvida algo... Exacto, así es, Samantha. Me quede parado ahí cuando Fernanda volteo ya que no la estaba siguiendo. Señale a Samantha. Fernanda me señalo a mi. ¡¿Acaso pretendía que yo la cargara?!. ¡Esta loca!. Yo no la voy a cargar. Que la cargue Cole. Pero Cole no puede, idio*a, que no ves como esta. Esperen, ¿esa fue mi conciencia?. ¿Desde cuando yo hablo con mi conciencia o ella me habla?. ¡Dios! Esto es muy raro.

-Sabes, ella no flota-. Comento Fernanda sacandome de mis pensamientos. Yo reí ante su comentario.

-Lo se, sólo quería ver si la podía mover con la mente-. Seguí riendo. A lo que ella se contagio mi risa.

-Sólo cargala-. Me dijo. Me dio un beso en la mejilla.

Eso me dio fuerzas para poder cargar a la amiga loca. Que la verdad no pesa nada. Bueno, no hemos comido tan bien en estos días. Es razonable. En fin, nuestra caminata no duro mucho. Apenas llegamos a la salida, llego Ivan con sus hombres. Paúl y ese tipo de dos metros que nunca supe su nombre.

-Hola chicos, ¿ya se iban?-. Pregunto Ivan saliendo... de la nada, de hecho.

-No, nos pesamos quedar un rato mas. Es muy cómodo aquí-. Respondió Fernanda con sarcasmo. Tuve que aguantar la risa.

-Como sea-. Respondió Ivan. -Tu-. Señalo a Fernanda. -No puedes irte, no puedes sólo traicionar a mi hijo-.

-Oh claro que puedo-. Respondió Fernanda desafiante. Ivan abrió la boca para responder. Pero luego el ComoSeLlame, si ese tipo de dos metros, le dijo algo al oído. Después nos miro con malicia.

-Bien, pueden irse-. Se hizo a un lado para dejarnos pasar. Todos lo miramos confundidos.

Ivan nos hizo otra seña para que saliéramos. Nos miramos todos. Pero al final salimos. Eso fue raro. Muy raro. En fin, llegamos al medio del bosque. Ya que la cabaña estaba en el bosque y... ustedes saben. Bueno, llegamos a donde esta un árbol muy grande. Y ahí recoste a Samantha. No pesaba mucho. Pero cargarla por mas de 1 hora ¡Y caminando!. Tampoco soy Mr. Musculo. Todos se sentaron alrededor. Y miraron hacia Fernanda. Todos estaban algo alejados de ella. Hasta yo. Todavía era difícil creer lo que paso. Nos daba... ¿miedo?. En fin, de repente Fernanda hablo ya que se había generado un muy incomodo silencio.

-Entonces, creo que voy a curar a Samantha-. Anuncio. Puso su mano en Samantha. Pero apenas la puso, yo la quite.

-No creo que se buena idea ahora-. Dije mientras sacaba su mano de encima de Samantha. Ella me miro confundida.

-Es mi amiga, Dana. Además, yo le dispare, dejame curarla-. Comenzó a renegar. ¡Dios! Que terca. La dejara pero... no lo se, no me da buena espina. Igual la amo, a Fernanda obvio.

-No, mejor descansa un poco. Fue un día muy largo... yo la curo-. Respondí poniéndome entremedio de ella y Samantha. Fernanda fruncio el ceño confundida.

-¿Tu la vas a curar?-. Pregunto cruzada de brazos. -¿Desde cuando te importa tanto?-. Seguía con el ceño fruncido. ¿Huelen eso? Si, son celos recién salidos del horno.

-Ella no me importa, sólo... lo haré y ya-. Respondí nervioso. Es que ella te logra poner nervioso con esa mirada asesina.

-Bien, entonces curala, doctor-. Se rindió mientras se sentaba por un lado de Samantha y mio. En eso, Samantha despierta. Ella se levanta confundida y mira a Fernanda. Fernanda la mira mas amblandada. Pero Samantha la mira con miedo.

-Bien, despertaste, ahora recuestate-. Le digo mientras la empujo suavemente para que se recueste. Ahora ella me miro confundida. Pero se recuesta.

-¿Que me vas a hacer?-. Me pregunto confundida. De vez en cuando miraba hacia Fernanda.

-Sólo te curaré-. Respondí. Me miro aun mas confundida.

Hice caso omiso a la mirada de Samantha. Y comencé a curarla. Ahí pude visualizar su antigua herida. Si, me refiero a esa vez, con el cuchillo. Yo no estaba pero me contaron. En fin, cuando termine de curarla le Sonreí sinceramente. Pero como AMIGOS. Es mas, ni como amigos. Sólo era una pequeña tregua por incapacidad. Ella me devolvió la sonrisa. Eso fue suficiente para que, cuando volteara, Fernanda desapareciera. Me pare de repente y comencé a buscarla con la mirada... pero nada. Me separe de ellos un momento para dedicarme a buscar a Fernanda.

-¡Fernanda! ¡Fernanda! ¡¿Donde estas?!-. Le comencé a gritar mientras la buscaba hasta por debajo de las piedras.

Tonto, se fue sin decir nada, osea que No. Te. Quiere. Ver, no te va a responder "aquí estoy sigue mi voz", cabeza hueca.
¿Puedes dejar de insultarme? Esto no esta ayudando.

Esperen, ¿Como por que estoy contestándole a mi conciencia?. Necesito hablar con alguien. Me acabo de deprimir. Me acabo de salir del tema. Volviendo a la realidad. Oí el sonido de una ramas crujir. Me detuve y mire a todos lados a ver si daba con el culpable. Pero nada. Hasta que se oyó un disparo. No se como, pero llegue al lugar de los hechos sin rodeos. Ahí estaba Fernanda. Le habían disparado. Rápido corrí hacia ella y la lleve con los demás. En el camino ella hablo como pudo.

-¿La... qui.... eres?-. Pregunto con dificultad. Yo la mire confundido. Luego supe a quien se refería.

-¿A Samantha?-. Pregunte para confirmar. Ella asintió levemente. -¡Noo! ¡Ew! ¡No! Yo te amo A TI-. Ella rió como pudo. -Sólo la ayude porque es tu amiga y quería quedar bien...-. Le explique con una sonrisa irónica.

-Lo... siento...-. Dijo con mas dificultad. Yo le di un beso en la cabeza. Después se desmayo.

Yo no pude aguantar hasta que llegáramos allá. Así que la recoste cerca de un árbol y comencé a curarla. Cuando termine, volvimos a retomar camino hacia los demás. Bueno, yo volví al camino ya que yo la estaba cargando. En el camino me puse a pensar... entonces, ella estaba celosa. De mi con Samantha. Yo y Samantha. ¡Ew!. A Samantha apenas la veo como una amiga. Pero bueno, la trate muy... así. Yo también me pondría celoso. Pero bueno. Ahora todo el malentendido esta arreglado.

Shining In The Dark. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora