Shining In The Dark. ©

Capítulo 69: malos momentos.

Samantha

Hemos salido a toda prisa del restaurante donde nos encontrábamos, no sin antes pagar por lo consumido. Mi corazón no ha dejado de bombear sangre a toda velocidad desde la repentina noticia. Simplemente no lo puedo creer.

¿Cómo mierdas pudieron desaparecer?

Nos subimos rápidamente al carro de Fernanda, que es en el que vinimos al principio, y arranca sin decir nada. Aquí es uno de esos momentos donde las palabras no son necesarias, con tan sólo nuestras acciones y miradas podemos saber que piensa cada una... Y ahora sólo se me ocurre una palabra.

Terror

Terror por que algo malo le ocurra a nuestros hijos. Hay demasiada gente mala allá afuera, y ellos son muy inocentes y tiernos. No están listos para eso.

Después de tiempo manejando rápidamente Fernanda y yo llegamos al lugar donde se encuentran Dana y Cole... Afuera de la casa.

-¡Fernanda!-. Llama el moreno a mi amiga agitado.

-¿Qué paso?-. Pregunta Fernanda rápidamente en cuanto baja del carro apurada.

Yo bajo detrás de ella igual de apurada.

-Estábamos en la casa, todos, y después de una maratón de películas y juegos, los niños se quedaron dormidos-. Ahora habla Cole, hay cierta angustia en su tono. -Entonces los dejamos en su cuarto, después de un rato se despertaron y siguieron jugando ahí mismo...-. Hace una pausa para soltar un suspiro entrecortado. -Después de eso se oyó un silencio demasiado raro y cuando fuimos a ver ya no estaban y la ventana estaba abierta-. Termina mirándome a mi en específico.

Ay no, no, no

-Tal vez salieron o... Se los llevaron-. Comenta Fernanda mordiéndose las uñas.

Tal vez...

-Tenemos que ir a buscarlos-. Suelto de repente, causando que sus miradas se dirijan a mi.

-Samantha tiene razón-. Me apoya Fernanda, algo queda agradezco. -Debemos ir a buscarlos por separado, por toda la ciudad si es necesario. Pero de esta noche no tiene que pasar-. Continua mas determinada que nunca.

No dudamos ni un segundo y asentimos al instante.

*~*~*~*~*~*~*

Después del emotivo discurso de Fernanda cada uno tomo su carro y fuimos por toda la ciudad en busca de los dos pequeños. Busque hasta debajo de las piedras, y no he encontrado ni un rastro. No hay nada. Parece como si se los hubiera tragado la tierra.

En este momento estoy caminando por las oscuras calles de un barrio que da miedo. Porque si, ya es de noche. Estuvimos todo el día buscando, y quedamos en que si alguien encontraba algo nos informaría.

Estoy agotada, pero desesperada.

Así que si, aquí estoy, arriesgándome la vida por encontrarlos, y no me arrepiento. Estoy en metida en mis pensamientos cuando escucho pasos detrás de mi. Pero cuando volteo no veo a nadie.

Que extraño

El corazón se me acelera un poco mientras sigo caminando a paso apurado.

Que miedo, que miedo, que miedo

Entonces escucho otros pasos igual de apurados que los míos.