Shining In The Dark. ©

Capítulo 46: celos y separación.

Samantha

Estamos formados en la fila para los boletos del cine. Yo estoy al lado de Fernanda ya que ella y Dana no están muy bien que digamos. Volteo con Fernanda y me doy cuenta que tiene la vista fija en un un punto a mis espaldas. La curiosidad me mata así que me digno a voltear. Entonces lo veo. O mas bien, los veo. Dos chicos.

Uno es un poco mas alto que yo por unos centímetros. Tiene cabello castaño claro y cae sobre sus orejas. Tiene tes morena. Y ojos cafés. Esta usando una playera azul y un pantalón de mezclilla clara. Y unos tenis negros. El otro es mas alto que el anterior. Tiene cabello café y es corto. Es de tes blanca. Y ojos cafés. Usa una camisa blanca sencilla y unos pantalones de mezclilla oscura, y tenis negros también. Jose y Luis. Los dos chicos que, cuando estabámos en la escuela, nos gustaba de algún modo. Pero ahora lo veo y no puedo sentir lo mismo, por lo menos yo. Aunque no puedo evitar sentir algo en el pecho cuando veo a Jose. Entonces vuelvo mi mirada hacia Fernanda. Hay un brillo de maldad en sus ojos. Eso me dice una sola cosa. Quiere venganza. Tiene sed de sangre. Y ya me imagino que será...

-Chicos, esperen aquí ya volvemos-. Les avisa Fernanda a los demás con indiferencia. Yo no puedo evitar reír con complicidad cuando se vuelve hacia mi.

-¿A donde van?-. Pregunta Cole. Ya que Dana no puede hablar. O no quiere. Idiota.

-Eso a ti no te importa, pelos de elote-. Le dice Fernanda cruzándose de brazos. Cole abre alza las cejas con indignación.

Fernanda por unos segundos, seria, antes de decir...-Bien, si eso es todo, nos vamos-.

Cole me mira cuando Fernanda dice eso. Yo lo miro devuelta y le dedico una mirada llena de disculpa mientras soy arrastrada por Fernanda lejos de ahí. Cole mira nuestro destino y después me mira a mi. Yo volteo hacia donde el volteo y me encojo de hombros dándole a entender que no se ppr que hacia allá. Pero en realidad si se. Creo que es por eso que Cole desvía la mirada sin mas. Yo trato de restarle importancia y miro a los dos chicos delante de nosotras. No se ni a que horas llegamos con ellos. Cuando llegamos mi corazón comienza a latir de una forma rápida. Pero no es por estar enfrente de este chico cuyo nombre es Jose y algún día me gusto. No, para nada. Es por estar enfrente de él y tener la vista de Cole fija en mi. Fernanda hace un gesto hacia los chicos y ellos sonríen.

-¿Fernanda? ¿Samantha?-. Pregunta mirándonos detenidamente. Debo admitir que no se siente nada bien tener la mirada de Luis encima de nosotras.

-Las mismas-. Responde Fernanda con una sonrisa. Aunque se le ve en los ojos que esta nerviosa.

-¿Que hacen por aquí?-. Pregunta ahora Jose y me mira. ¡¿Por que mierdas me mira?! ¡No quiero que me mire!.

-Ehh...-. Comienzo a decir mientras juego con mis dedos. -Estamos paseando, con ellos-. Señalo a Cole, Dana, Gabe y los demás chicos. Soy capaz de notar un brillo de dolor en sus ojos.

-Pero...-
La piensa un poco antes de decir:-¿Que tal si vienen con nosotros?-. Luis y Jose se miran ebtre sí. Después asienten muy animados.

-Bien, entonces vamos-. Dice Fernanda y se dirige hacia donde están los chicos.

Cuando nos acercamos, Cole y Dana, tienen los puños cerrados. Cole tiene el ceño fruncido mientras que Dana tiene la mandíbula apretada. Ahí comienzo a temblar ligeramente. Estoy asustada de que pueda pasar. No quiero que halla otra pelea. Nos acercamos y Fernanda tiene una sonrisa que da miedo. Pasa por enfrente de Dana con esa misma sonrisa. Él la mira con la mandíbula apretada. Entonces pasa...

Dana se sale de la fila y enfrenta de una vez por todas a Fernanda. Bueno, no va a enfrentar a Fernanda en sí. Sino que va a enfrentar a Luis. Él y sus celos.

-¿Quien mierdas eres?-. Escupe Dana de mala gana.

-Soy Luis, mucho gusto-. Responde con una sonrisa y estira su mano hacia Dana.

Dana lo mira con desprecio. Luis se siente incomodo, al parecer, y quita la mano lentamente. Dana lo sigue mirando fijamente.

-De acuerdo-. Dice rascándose la nuca. -Fernanda dijo que podíamos venir con ustedes
. Le dice cruzándose de brazos en un intento de parecer rudo.

-¿Ah enserio?-. Hay sarcasmo en tu tono. -Pues me importa una mierda, tu no vienes. Fin-. Responde completamente serio. Luis lo mira mal.

-El va a venir, Dana-. Le dice Fernanda con indiferencia. Dana se voltea, ya que esta a sus espaldas, para encararla.

Abre la boca para decir algo pero la cierra de golpe. Entonces camina fuera del cine sin mas. Fernanda rueda los ojos y nos hace una seña para que la sigamos. Caminamos hacia donde sea que se esté dirigiendo Dana. Cuando nos acercamos nos dimos cuenta de que el estaba llendo devuelta al campamento. Llegamos. Fernanda y yo nos a mi tienda a platicar al instante. Al fin de cuentas no habíamos ido al cine.

-Sam, tengo una idea-. Me dice Fernanda en cuanto llegamos a la tienda.

-Soy todo oídos-. Respondo con una sonrisa.

-¿Que tal si nos vamos?-. Pregunta/sugiere con una sonrisa extensa aunque puedo notar un deje de preocupación en su rostro.

-¿Estas segura?-. Sueno sorprendida. -¿Sin los chicos? ¿Nosotras dos sola?-. Pregunto cada vez mas sorprendida.

-Si, es que ya no los soporto-. Comienza a caminar en círculos. Mala señal. -Es decir, son tan celosos. Dana es tan celoso. Golpeo a Dane. Le destrozó la cara. Luego se pone de princeso cuando traigo a Luis y Jose. Cole no se queda atrás, también actúo cono un idiota. No los soporto, sólo...-.

-¡Fernanda!-. La interrumpo después de varios intentos fallidos.

-¡¿Que?!-. Exclama y se detiene.

-Calmáte unos segundos y vamónos ya-. Digo con una sonrisa al ver la expresión de Fernanda.

-¿Enserio?-. Pregunta y me mira atenta como pensando que cambiaré de opinión.

-¡Si!-. Respondo con una sonrisa. -¡Vamos!-.

-De acuerdo-. Responde.

Sale de mi tienda para ir rápido por sus cosas. Yo alisto todo también y la espero. No puedo evitar sentirne culpable de algún modo. Es decir, ¿como dejaré a Cole así como así?. Sí el no me hizo nada. Se va a sentir muy mal y no va a saber por que. Mientras espero no puedo evitar sentirme ansiosa. Estoy comenzando a sudar y no puedo mantenerme quieta. Esto hace que se me revuelva el estomago. Tiempo después llega Fernanda con una pequeña mochila colgada en su hombro. Yo me levanto y salgo de mi tienda. Antes de salir miro la tienda por última vez. Hasta que siento una mano en mi hombro derecho.

-Si no quieres no, enserio-. Me dice en voz baja.

Yo respiro profundo y me volteo hacia Fernanda. Y asiento.

-No, esta bien. Hay que hacerlo-. En realidad me enferma la idea de dejarlos pero no la dejaré sola. Ademád, también se lo merecen de algún modo.

-Bien-. Respira mientras asiente. -Aquí vamos-.

Y con eso partimos hacia un aeropuerto. Primero me sentí mal. Pero desapareció un poco cuando estamos mas lejos. Se siente como si fuera... libre ahora. Veremos que nos apara.