Capítulo 25: ¿Embarazadas?.

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Después de aquella acción... como dije antes... estábamos en la habitación como si fuéramos personas encerradas en un manicomio. Ya que entramos en razón, salimos de la habitación y fuimos directo a una farmacia. Ahí estaba una señora que hablaba muy lento. Fernanda casi se arranca los pelos. La señora tardo como 2 horas en atendernos. Yo me estaba durmiendo y Fernanda estaba gritándole como loca a la señora. Cuando por fin nos dieron lo que buscábamos: una prueba de embarazo, salimos corriendo del lugar sin mas. Obvio que le pagamos antes. Llegamos otra vez a donde estaban los demás e hicimos la prueba. Hicimos lo que teníamos que hacer para poder saber el resultado. No quiero entrar en detalles. Y salio... ¿Positivo? No no no, no puede salir positivo ¡no!. Salí del baño. Porque ahi hice la prueba. Y busque a Fernanda, que estaba haciendo lo mismo, supongo. Estaba corriendo mientras la buscaba desperadamente. En mi camino se atraviesa alguien, que no pude ver quien era hasta que voltee hacia esa persona.

-¡Hey!-. Le grite a la persona que era... ¿!Sam!?.

-¿Que es eso?-. Pregunto mientras señalaba a la prueba de embarazo.

-Es pues... es... un...-. ¡Que alguien me ayude!. Estaba volteando a todos lados para encontrar a Fernanda.

-Te hice una pregunta-. Me regaña Sam haciéndome volver a la realidad.

-Oh si si... es que esto es...-. Trate de explicarle pero no podía. ¿Como reaccionaria? ¿Seria buena idea decirle? ¿Se enojaría? ¿Golpearía a Cole o a mi?. Esas y muchas mas dudas se formaron en mi cabeza en ese momento.

Sam mira bien el artefacto y me lo arrebata de las manos. -¿Una prueba de embarazo?-. Yo sólo agacho la cabeza y asiento. -¿Por que tienes esto? ¿Y que significa este signo?-. Yo trataba de responder pero no me salia nada. No podía. -¡Que me respondas!-. Grito haciendo que me sobre saltara.

-Es que necesitaba estar segura de algo... y... significa que...-. Miro al suelo de nuevo. No se por que soy tan cobarde. En fin.

Sam se harto de insistir y fue directo a la farmacia donde había comprado eso. Supongo que era para que le dijeran que significa ese famoso signo. Cuando volvió, no lo hizo muy feliz que digamos. Vino hacia mi y me arrojo la prueba a los pies.

-Estas embarazada...-. Parecería que esta preguntando pero no. Es una afirmación.

-No... no... no es así-. Respondí tartamudeando. Genial, así se dará mas cuenta.

-¡No me mientas!-. Me grito de nuevo. Creo que no se lo tomo muy bien. Yo sólo agache la cabeza. -¿Quien fue? ¿Cole?-. Ay no no, esto no esta bien.

-N... no-. Ni yo me creí eso, pero bueno. -¿Es tuyo...?-. Pareció mas una pregunta que una afirmación.

-¿Oh enserio?-. Dijo con sarcasmo. -Pero si tu y yo no hemos... hecho nada-.

-Es que... que... te drogue y pues no te diste cuenta-. Si, creo que no me creyó mucho porque estaba apretando los puños con coraje.

-¿Ah si?-. Me volvió a decir con sarcasmo. -Pues no te creo nada-.

Dicho eso, se fue de ahí muy enojado. Y todo por culpa de aquel que no quiero mencionar su nombre. En fin, ¿que pasara con Dana y Fernanda?. Iré a ver de nuevo. Cuando llegue vi que Fernanda estaba gritándole muy feo a Dana. Casi lo castra.

-¡¿Que te sucede?!-. Grito Fernanda.

-¿De que me hablas?-. Pregunto ingenuo Dana.

-No finjas, ¡¿Por que me hiciste... eso?!-. Volvió a gritar Fernanda. Esperen, ¿ese es un sartén? Si, creo que es un sartén. Le va a ir mal.

-Ah... es que yo... me deje llevar por la calentura...-. Dijo muy quitado de la pena. Es un sinvergüenza.

-¡¿QUE?!-. Le grita Fernanda a Dana.

-Perdón perdón... pero calmate-. ¿Cuando va a aprender que a una mujer NUNCA se le dice calmate?.

-¡¿COMO DICES QUE DIJISTE?!-. Fernanda comienza a subir el tono. Se lo advertí. Fernanda se acerco a Dana con el sartén en la mano.

-No veo cual es el problema, sólo olvidemoslo y listo, ¿no?-. Dice Dana tratando de aligerar en ambiente.

-¡¡Como lo voy a olvidar si salió positivo!!-. Le grita y le arroja la prueba en la cara. Después se aleja no sin antes mirarlo a los ojos por un segundo.

-¿Que...?-. Susurro Dana cuando vio la prueba.

Fernanda salio de ahí y creo que estaba llorando. ¿Como podríamos criar a un bebé solas?. No se como no pensaron eso antes. Idio***. Como sea, yo salí de mi escondite y pase muy a gusto por enfrente de Dana. Caminaba sin siquiera dirigirle la mirada. ¡¿Como pudo hacerle eso a Fernanda?!.

-¿Escuchaste todo?-. Oí que pregunto una voz detrás de mi y si, era Dana.

Yo lo mire por unos instantes con una mirada que echaba fuego casi y me retire sin mediar palabra. No iba a responderle. ¡¿Y que si escuche todo?!. No me importaba si se quedo con la palabra en la boca. ¡Ella es mi amiga y mi obligación es defenderla!. ¡He dicho!. En fin, seguí a Fernanda. Tenia que consolarla. Supongo que eso necesitaba. La seguí buscando. ¡Bingo! La encontré. Me dirigí hacia ella y le toque el hombro.

-¿Todo en orden?-. Pregunte aunque sabía que no era así.

-¿Quieres saber la verdad?-. Yo asentí. -No...-. Reveló y se tapo la cara con ambas manos. Después se la destapo y prosiguió. -Me salio positivo... y ya se lo dije a Dana, ¿y si no quiere tomar la responsabilidad?-. Me miro esperando una respuesta.

-Querrá asumir la responsabilidad, eso tenlo por seguro... además, a mi también me salio positivo-. Le confesé yo y también le respondí. Dos en uno. En fin.

Seguíamos hablando sobre los futuros bebés y los futuros papás hasta que Fernanda estiro su mano dándome el sartén.

-Se que quieres-. Me dijo con una sonrisa malvada. Me gusta lo que esta por venir.

-Tu si sabes-. Le dije mientras tomaba el sartén. Casi sin querer me salio la misma sonrisa de ella.

Ella asintió aun sin quitar esa sonrisa y se retiro dándome a entender que lo hiciera. Si no entienderon nada de lo que tengo que hacer, lo verán en unos segundos. Me dirigí hacia Cole que estaba cerca de la puerta de su habitación haciéndose tonto. A mi no me importo nada y seguí acercandome a el. Tenia una mirada fija que daba miedo y el sartén en alto.

-¿Samantha...?-. Dice con un tono asustado cuando me ve venir.

-Hola...-. Y remato con un tono asesino para su temor.

-¿Que... te pasa?-. Me gusta cuando esta temblando.

Primer tiro. Obvio no le quiero dar enserio. Sólo hago como que quiero pero en realidad no. ¿Entienden?. No importa. El punto es ese. El se agacha y comienza a rogar para que no lo golpee. Cosa que no escucho bien. Sólo murmullos. Seguiré dando tiros al azar. Segundo tiro y el grita un poco. Tercer tiro. Cuarto tiro. Creo que ya es suficiente por hoy. Ya lo torture mucho.

-¡¿Que te pasa?!-. Vuelve a decir asustado.

-¡Me pasa que salio positivo! ¡Eso!-. Otra dura confesión.

-¡¿Que?!-. Esta sordo ¿o que?. Yo creí decirlo muy en claro.

-¡Eso! Tonto...-. Respondí y me fui de ahí enojada.

Espero que si quiera tomar responsabilidad. Porque si no... ¡lo mato!. Bueno, no tanto. Pero si le ira mal. ¡¿Como pudieron ser capaces de semejante desgracia?!. No lo entiendo, no lo entiendo. ¿Acaso no pensaron en las consecuencias?. Yo creo que no. Son unos... ¡agh!. No lo entiendo. En fin, alguien interrumpe mis pensamientos chocando conmigo. Si, era mi mamá. ¿Como nos...?. Ah si, nos escapamos de aquel hotel. Bueno, mi mamá me tomo fuertemente del brazo y me miro confundida y enojada. Volteé a los lados y también estaba la mamá de Fernanda haciéndole lo mismo. Creo que nos va a ir mal. Y mas por lo que acaba de pasar. Nos va a ir muy mal, supongo.

Shining In The Dark. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora