Capítulo 50: ¿por qué lo hiciste?.

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Samantha

Estamos caminando hacia no se dónde. Cole y Dana han hecho algo muy extraño. Si, llegaron de repente a la casa donde estábamos Fernanda y yo. Y luego nos amarraron. ¡Así de la nada nos amarraron las malditas manos!. ¿Por qué mierdas nos amarraron así? ¿Y a dónde chingados nos llevan?. Seguimos caminando. Cole está tomándome por los hombros mientras me dirige hacia donde mierdas vallamos. Siento la mirada de él en mi. Pero no me atrevo a mirarlo. No quiero mirarlo. Estoy demasiado enojada para eso. De repente llegamos a una casa. La casa es grande. Aunque se ve algo descuidada. Las ventanas están cubiertas por papel aluminio y cartones. La puerta esta cerrada, obvio, y hay muchas cámaras ahí. Hay un tapete en la entrada rojo con una I en amarillo. ¿Qué mierdas...?. Volteo hacia la puerta. Esta lleva una I también en letras negras. Espera un momento...

Ivan...

Claro. ¿Quién mas sería tan idiota como para poner su inicial en su guarida... O lo que mierdas sea?. Fuimos adentro y nos encerraron en una celda con Fernanda. Los chicos están en una fila delante de la celda. Cada uno mas asustado y arrepentido que el otro. Pero mantuve mi mirada seria y fría. Atrás de ellos apareció un Ivan muy feliz. Algo así como un padre orgulloso por sus hijos. Con Fernanda rodamos los ojos. El se sigue acercando orgulloso.

-Hola, chicas, ¿cuánto tiempo?-. Pregunta retoricamente. Una sonrisa arrogante se forma en su rostro.

-¿Qué quieres?-. Pregunta Fernanda de mala gana.

-Oh, nada... Los chicos sólo se querían vengar-. Confeso orgulloso.

Nuestras miradas se dirigieron a los chicos. Ellos agacharon la mirada. Luego Ivan siguio taladrando mis hermosos oídos con su horrible voz.

-En fin, ahora yo me encargaré de cumplir su venganza-. Informa. Los chicos lo miran con el ceño fruncido. -¡Oh, vamos! No me miren así, no pueden ser tan estúpidos. Les pedí que las trajeran aquí para toraturarlas hasta morir-. Les dice con toda la serenidad del mundo.

Su Ceño fruncido se profundiza.

-Eso no era lo que queríamos...-. Replico Dana.

-Pues me interesa muy poco. Eso es lo que pasará-. Dice y se encoge de hombros.

Ellos se miran y se quedan callados. Nosotras les dedicamos una mirada desaprobatoria.

-Bien, cuando acaben de hablarse telepaticamente, vendré a comenzar mi trabajo-. Dice. Y con eso, se va dejándonos solos ahí.

Pasan unos minutos cuando escuchamos el sonido de la reja abrirse. Volteamos rápido hacia la entrada de la celda y ahí se encuentran Cole y Dana. Ellos abrieron.

Ellos abrieron...

-Si quieren vivir salgan ya-. Exclama Dana exageradamente.

Fernanda y yo compartimos miradas. Dudamos un poco.

-¿Cómo sabemos que no es una trampa?-. Pregunto. Me cruzo de brazos. Dana rueda los ojos.

-No es una trampa-. Responde Cole pronunciado cada palabra lentamente.

Nos quedamos un momento pensando.

-Créannos-. Replica Dana desesperado. Mucho para mi gusto.

No se que hacer. Me siento algo traicionada con ellos. Es decir, los muy idiotas nos llevaron con Ivan. Sin mencionar que acá Míster me volteo la cara. No estoy muy segura de eso. Pero quiero salir. Apuesto a que Fernanda piensa igual. Pero yo no pienso ir con ellos. En todo caso, si nos salimos de aquí, nos iremos lejos de ellos. Seguimos peleados, de todos modos. Pero, ¿mira si salimos y luego ellos abusan de nosotras. O, peor, Ivan?. No no, estoy sobreactuando. Me acabo de auto - asustar. Comienzo a jugar con mis dedos y las manos de sudan.

Shining In The Dark. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora