Fernanda
Salí de la habitación sin que nadie supiera a donde fui. Mas bien, salí del hotel. Cuando estaba afuera tome una bocanada de aire y seguí mi camino. Ah, ¿no saben a donde voy?. Bueno, creo que lo sabrán cuando llegue a mi destino. Seguí caminando y me asegure de que nadie me seguiera. Seria difícil ya que se preguntaran a donde me fui sin decirle a absolutamente nadie. En fin, camine mucho mas todavía. Camine hasta que llegue a una casa familiar. Ahí me detuve en seco y tome mucho aire de nuevo. Entonces me digne a tocar la puerta. La puerta se abrió. Era... Ivan. Si, a el fui a buscar. Ahora me ven como una mendiga traicionera pero hay algo detrás de esto. Es difícil de explicar. Pero conforme pase el tiempo lo descubrirán. Por ahora, tengo a Ivan enfrente de mi narizota y no hago ni digo nada.
¡Di algo! Pensará que estas loca.
Estoy pensando en que decir, ¡no me presiones!.
¡Rápido!.
Y por fin se me prendió el foco.
-Ehh... hola-. Salude por fin. Enserio trataba de no ponerme nerviosa. El me miro confundido.
-¿Que haces aquí? ¿Que quieres?-. Pregunto con el ceño fruncido. Yo me trague mis nervios para así responder segura.
-Quiero... unirme contigo-. Respondí directamente. El me miro de arriba abajo y a los lados. Creo que esperaba que fuera una trampa. Pero no era así. Esta vez, no hay trampa.
-¿Cual es la trampa, niña?-. Pregunto con los brazos cruzados.
-No, no hay trampa. En realidad quiero unirme-. Respondí con la sonrisa mas falsa del mundo.
-¿Y por que habrías tu de traicionar así a tus amigos?-. Pregunta. ¡Bueno! ¡¿Quien se cree que es?! ¡¿Un policía acaso?! ¡En sus sueños!.
-¿Enserio quieres seguir interrogandome así? Digo, creo que te serviría mas una persona que este demasiado cerca de las personas que buscas, es decir, como un amigo o algo así... y esa persona soy yo-. Le comente con una sonrisa de superioridad. ¡Uf! Por lo menos lo deje considerándolo.
-Pues... creo que tienes algo de razón-. Respondió rascándose la barbilla. Villano de quinta. Agh.
-¿Algo?-. Pregunto imitándolo. El asintió.
-Si, algo. Ahora, si quieres unirte tendrás que decirme absolutamente todo lo que pueda servirme sobre aquellos chicos de ahora en adelante, sin importar que-. Me informo. El estaba mirándome fijamente. Sin expresar ninguna clase de emoción. -¿Aceptas?-. Me estiro su mano.
-Acepto-. Dije. Y con eso estreche su mano. Ah- ah. No crean que he caído tan bajo. Obviamente que cruce mis dedos detrás de mi. Es decir, el tipo estaba tan ocupando mirándome que no se percato de mi mano escondida.
-De acuerdo, entonces hoy irás con ellos de nuevo y harás como que nada paso. Después, mañana a la misma hora, vendrás y me dirás las novedades-. Me dijo. Yo asentí a todo lo que dijo. Me estaba riendo a carcajadas en mi interior. Que idio*a.
-Bien, adiós-. Me despedí con la mano y me fui de ahí.
Cuando ya no estaba a la vista de el comencé a brincar como loca. Todo estaba saliendo a la perfección. Ivan acepto sin pensarlo dos veces. Si tus neuronas no han captado la información de lo que quiero hacer. Entonces esperen mas adelante. Cuando llegue como si fuera caperucita roja caminando por el bosque. Samantha estaba buscándome afuera del hotel. Entonces apresure mi paso. Ella me vio.
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Shining In The Dark. ©
AvventuraSoy Samantha, vivo con mi mamá en una aburrida casa con un aburrida vida y voy a una aburrida escuela. Tengo 13 años. Lo bueno de todo esto es mi mejor amiga, Fernanda ella vive con su mamá igual. Ella tiene 12 años. Y esta igual de aburrida que yo...