Samantha
-No quiero oírlo, Fernanda-. La interrumpo antes de que siga y me voy de ahí negando.
-¡Pero Samantha! ¡No he terminado!-. Me alcanza tomándome del brazo.
-No, no puedo-. La miro haciendo una mueca.
-Sabes que algún día tendrás que enfrentarlo, es ahora o nunca-. Me mira como regañándome.
De repente, Dana aparece por un lado de ella y comienza a fastidiarme con su horrible voz.
-Él está viviendo conmigo, Samantha-
Agh
*~*~*~*~*~*~
Después de mucho tiempo, decidí que sería buena idea enfrentar a Cole y arreglar todo... Y así paso.
Fernanda y yo nos fuimos en mi carro después de ir a dejar el de ella en nuestra casa. También decidimos llevar a los niños porque, aunque no son sus papás, merecen conocerlos.
Estoy tan nerviosa. No sé como va a reaccionar. Creo que voy a acabarme mi dedo si sigo así.
-Llegamos-. Anuncia Fernanda cuando estamos enfrente de una casa bastante grande, por cierto.
-¿Estás segura?-. Pregunto nerviosa.
-Si-. Responde mirando su teléfono. -Esta es la dirección que dijo Dana-
-Nunca me dijiste que pasó allá adentro-. Comento recordando.
Ella sonríe.
-Te contaré cuando hayas hablado con Cole-. Me mira y aparca el carro.
-¿Por qué?-. Hago berrinche.
-Deja de chillar y ve-. Me empuja y me hace chocar con la puerta del carro.
-Primero tienes que abrir la puerta, sabes-. Digo sobandome la frente.
-¡Samantha!-. Me regaña.
-¡Ya voy!-. Ruedo los ojos y bajo después de respirar profundo.
Toco la puerta.
Otra vez
Otra vez
Otra...
-¿Samantha?-. Hay mucha sorpresa en su tono.
-Hola-. Saludo mirando a todos lados menos a él.
-¿Qué haces aquí? ¿Por qué? ¿Cómo? Yo...-
-Nos encontramos a Dana-. Lo miro ahora si.
-¿Dana?-
-Era maestro de Lizzie y Manuel-
-¿En serio?-. Está aún mas sorprendido.
-Si, ¿te sorprende?-
-Sólo...-. Se rasca la nuca. -Dios... No esperaba verte-. Susurra casi para él mismo.
-Tampoco esperaba verte...-. Lo miro.
-Dejáme abrazarte, por favor...-. Pide, o casi ruega, tan tierno que no puedo decir no.
Rodeo su cintura con fuerza y recargo mi cabeza en su pecho y él me abraza igual.
-Te extrañe-. Susurra en mi oído.
Y... Me pongo a llorar.
Lo extrañe tanto. No me había dado cuenta hasta que estoy así, abrazada a él.
No sé cuanto tiempo duramos así. Pero no es hasta que escucho el sonido de un claxon que me doy cuenta de que Fernanda y los niños están ahí aún.
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Shining In The Dark. ©
AdventureSoy Samantha, vivo con mi mamá en una aburrida casa con un aburrida vida y voy a una aburrida escuela. Tengo 13 años. Lo bueno de todo esto es mi mejor amiga, Fernanda ella vive con su mamá igual. Ella tiene 12 años. Y esta igual de aburrida que yo...