Capítulo 39: rencor.

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Fernanda

Habían dañado a Dana. Sabia que no debíamos confiar en el estúp*do de Ivan. Es decir, ¿quien m*erdas confiaría en un villano de quinta?. Exacto, nadie. En fin, ese mismo, el gusano parado, fue quien daño a Dana. Corrí rápidamente hacia el mientras el mismo se reía. Se reía tan descaradamente que me daban ganas de dejarlo cachorro con sólo un pie y las ganas. Pero me contuve y seguí ayudando a Dana. Que, por cierto, ya estaba desmayado. El pobre no se aguanta ni una patada en los bajos. ¡¿Como pretenden que aguante esto?!. Como sea, le hice una seña a Samantha para que me ayudara con Dana. Ella vino con Cole. Ahí fue cuando me levante de con Dana y fui muy enojada hacia Ivan. Estaba que me salia humo por las orejas. Literal.

-¡¿Cual es tu problema, idio*a?!-. Le grite con todo el coraje del mundo. El me miro divertido. ¡¿Que era lo divertido?!.

-Mi problema son ustedes, simple-. Respondió encogiéndose de hombros. El tipo de dos metros se paro a un lado de el sin mostrar emoción alguna.

-Pudiste haber jugado limpio y ganado lo mas justo posible. ¡Pero no! Tenias tanto miedo a perder porque sabias que Dana tenia mas posibilidades de ganar que tu longaniza con patas. Sabias que las posibilidades de ganar de esa... cosa-. Mire al tipo con desagrado. -Eran una en un millón... pero no tenias ni tienes el derecho a hacer semejante idiot*z-. Y con eso le dije todas sus verdades.

-En primer lugar, eso no es una cosa ni una longaniza, es un hombre que debes de admitir que te intimida y segundo lugar, lo hice porque quiero y puedo-. Respondió con indiferencia. Yo sólo apreté la mandíbula y los puños. El sonrió. La sangre se me calentó... y no de la forma que se imaginan. Fue una forma fea. -Ahora, deben de venir con nosotros. Su trato...-. Volvió a sonreír. Les juro que si enserio ama sus dientes se cuide porque le daré una patada.

-¡¿Que?! ¿Te drogaste o algo así? Hiciste trampa. ¡¿Me oíste?! T-R-A-M-P-A. Así que estas loco si crees que vamos a ir contigo-. Le volví a gritar. Mi coraje descargado al 100.

-Lo que sea. Ya vámonos por favor, pierdo tiempo valioso-. Dijo viéndome aburrido. ¡¿Enserio pensaba que iríamos con el?!. ¡En sus sueños!.

-¡Ni locos!-. Exclame y me cruce de brazos.

El hizo una seña a su hombre. Y en poco tiempo ya estábamos todos en un sueño profundo. ¿Como m*erdas hacia ese hombre para dormir nos en tan poco tiempo?. Debo admitir que el tipo tiene talento. En fin, cuando despertamos lo hicimos en una celda. ¡No de nuevo!. ¡¿Por que chinga*dos estamos aquí de nuevo?!. Dana seguía desmayado y estaba mal. Así que con su camisa improvise una venda. Obvio que primero me asegure que trajera otra abajo. Cuando le hice la venda me enfoque en buscar una salida. Ahora que lo recuerdo. Este tipo, Ivan, y yo estábamos unidos de alguna forma. No entiendo por que me haría esto. Creo que esta actuando. Y si que sabe actuar. Pero yo no estaba actuando. Enserio me enoje. ¡Tampoco iba a permitir que tratara como quisiera a mis amigos!. Como sea, Samantha se acerco.

-¿Alguna idea?-. Me pregunto con una mueca. Yo mire a todos lados antes de responder.

-Ivan no es el mas listo del mundo. Es decir, la forma de abrir tiene que estar enfrente de nuestras narices-. Dije levantando una ceja. Ella se rió entre dientes.

-Lo se, lo se. Entonces, ¿que sugieres?-. Pregunto levantando una ceja. Pensé un poco y luego Sonreí.

-Cuadro extraño...-. Respondí señalando un cuadro que sólo venia con muchos garabatos. Una persona con una inteligencia enorme como la de Ivan la escondería ahí.

-Pues claro-. Comento dándose un pequeño golpe en la frente. Yo reí.

Después de eso fuimos hacia el cuadro. Nos miramos y lo quite de un tirón. Y ahí estaba. Estaba un gran botón rojo justo detrás del cuadro. Se que en las películas no se debe de apretar el botón rojo. Pero esta vez es diferente. Ese botón nos confirma nuestra salida. Bueno, eso supongo. Entonces apreté el botón. La puerta de la celda se abrió. Que idio*a.

-Chicos, vámonos ya-. Dije haciéndoles una seña.

Salí junto con Samantha. Detrás de nosotras salieron Cole y Gabe cargando a Dana que seguía desmayado. Chandler no hacia ni maíz. Y Dylan... espera, ¿y Dylan?. ¡Ups! Creo que lo dejamos en el hotel. Bueno, luego volveremos por el. En fin, salimos muy campantes hasta que dos personas se pusieron en nuestro camino. Claro, eran Ivan y el tipo longaniza. Ellos nos miraron con una sonrisa de lado. El tipo estaba cruzado de brazos.

-¿A donde tan rápido, chicos? ¿Ya se van?-. Pregunto Ivan. Se estaba comenzando a acercar a nosotros.

-De hecho si-. Respondí seria. El me miro divertido. Creo que ahora entiendo su diversión. ¡Agh!.

-Lo que sea, no se irán... tienen que cumplir su reto, ¿recuerdan?-. Nos dijo con una sonrisa arrogante. Entonces se me prendió el foco. Tenia un arma. Y la podía usar. Este era el mejor momento.

-Ni aunque me pagues-. Respondí y le dispare rápido en una pierna.

Ivan soltó un grito agonizante. Yo lo mire orgullosa. Después sentí que alguien me jalo del brazo.

-Luego lo escupes si quieres. Ahora, ¡vámonos!-. Me dijo Samantha mientras me jalaba. Yo la mire y asentí rápido. Comencé a caminar pero luego me detuve en seco.

-Espera, una ultima cosa-. Comente Volviéndome sobre mis pies. Ella me miro confundida.

Entonces paso. Le dispare al tipo de dos metro en la cabeza. Le había disparo. ¡Dios! No l puedo creer. Digo, ya le había disparo a alguien antes. Pero... no se... se sentía raro. Se sentía... mal. Aunque fuera una mala persona. Se sentía feo. Ahora, todos estaban mirándome sorprendidos. Yo estaba mirando a un punto fijo aun apuntando con la pistola. Samantha se acerco a mi y me toco el hombro.

-Ya... esta bien...-. Me dijo bajandome el brazo. Yo la seguía poco a poco. Todavía no lo podía procesar.

Entonces, me voltee. Mire a Samantha y asentí una vez. Ella imito mi acto. Después de eso todos nos dirigimos devuelta al hotel por Dylan. Dejamos a Ivan tirado en el suelo todo adolorido y, encima, con un muerto por un lado. Cuando lletamos al hotel tomamos nuestras cosas y nos reunimos todos en la habitación de Dylan.

-¿Y bien? ¿Que hacemos ahora?-. Pregunte recargada en la pared. -Digo, Ivan ya sabe que estamos aquí-.

-Pues debemos irnos ya a otro lado-. Comento Samantha. Le hice una seña dándole a entender que ¿a donde?. -Pues devuelta a Los Ángeles, ¿no creen?-. Sugirió. Todos asentimos sonrientes.

-Entonces, ¿que esperamos? Vámonos ya-. Nos aliento Cole. Samantha le sonrió. Yo asentí.

-Vamos entonces... si, así con Dana desmayado y Dylan todo apaleado. Claro, vamos-. Le dije con sarcasmo. Cole rodó los ojos.

-Obvio que vamos a esperar a que Dana despierte y Dylan... pues el se tiene que poner bien si o si cuando el despierte-. Respondió con los brazos cruzados. Yo rodé los ojos y reí.

Entonces ahí estábamos pasando el rato. Si, ahí todos estábamos esperando a que Dana despertara. Esperamos horas. 1 hora para ser exactos. Y después partimos hacia el aeropuerto. Tardamos mucho pero conseguimos unos boletos para ir hacia Los Ángeles. Esperemos y ahí tengamos una mejor suerte. Enserio espero que si.

Shining In The Dark. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora