Era otro día y Fernanda nunca salió. Creo que enserio le afecto el golpe. Les juro que si sigue así lo castro. Enserio. Después de varias horas, Fernanda salió. Parecía diferente, no sonreía. Me asusto. Sólo se sentó ahí sin hablar con nadie. Dana intento hablarle pero era demasiado cortante. No se que le pasaba. Así que decidí ir a hablarle yo.
-Hola-. Salude animada.
-Hola-. Respondió Fernanda con la mirada perdida.
-¿Estas bien?-. Pregunte mientras trataba de encontrar sus ojos que estaban cubiertos bajo su cabello.
-Claro... estoy... bien...-. Me respondió aunque no muy segura.
-¿Segura? Sabes que puedes confiar en mi-. La aliente yo.
-Si, lo se. Segura-. Me respondió. Me miro por unos segundos y se volteo.
-De acuerdo, si necesitas algo estaré por allá-. Señale cerca de los demás y me fui hacia allá.
Escuche un murmullo que decía si, gracias>> y seguí con mi camino. Al acercarme hacia halla, Dana se acerco y, muy desesperado por saber, me comenzó a bombardear con preguntas sobre Fernanda.
-Hey, entonces, ¿que tiene?-. Me pregunto, desesperado y de sorpresa.
-Hola ¿no?-. Le reproche con sarcasmo y una sonrisa.
-No tengo tiempo para eso-. Me dijo mirándome. Yo me cruce de brazos y le dedique una mirada loca. -¡Agh! Bien, hola-. Dijo por fin, imitando mi tono de voz. Lo golpearía si no fuera importante.
-Buen chico-. Le dije yo riendo. -Pero ya enserio, se que tiene algo por como esta, ya sabes-.
-¿Algo como que?-. Pregunto ingenuo.
Yo lo mire un momento para ver si era enserio. -¡Tonto!-. Dije, como vi que si era enserio. Y me fui del lugar.
-¿Y ahora que hice?-. Murmuro y desconcertado se fue con Cole.
Fui a buscar a Fernanda pero no estaba. No sabia que había pasado. La busque por todos lados y nada. No estaba. Hasta que mas tarde llego. Mas seria que nunca. Llego y dijo un par de cosas. Después nos llevo hacia un lugar. Era una lugar desagradable, con telarañas y cosas viejisímas. Parecía guarida... esperen, ¿guarida? Oh no, la guardia de Ivan. ¿Por que nos habrá traído aquí?. ¿Que le sucede?. Caminamos por un largo pasillo hasta llegar a una habitación donde no había mucha luz. Ahí de repente nos encerraron. No se ni como paso. Todo paso muy rápido. En fin, técnicamente nos encerró y nos llevo hacia Ivan. Esto enserio no me gusta. Todos estábamos desconcertados. Dana golpeaba todas las paredes. Yo sólo me quede ahí procesando lo ocurrido y los demás sólo estaban observando callados. Todos trataban de hacer recapacitar a Fernanda pero nadie podía. Ella estaba muy segura de lo que hacia. Ivan llego y Fernanda se fue. El nos dio un sermón de unas largas horas. Yo hacia todo lo posible por no dormirme. Nos dijo varias cosas sobre que seria una buena idea tener a Fernanda de su lado. Nos restregaba que ella nos había traicionado. Y mas a mi. ¡Estaba que ardía de coraje! ¡Ya se ha añadido a la lista de los que castrare!. En fin, el siguió dando el sermón hasta que por fin se fue. Después de un rato Dana comenzó a gritar como loco. Minutos mas tarde, llego Fernanda.
-¡¿Que te pasa, Fernanda?!-. Exclamo Dana. Fernanda lo mira confundida.
-Clamate...-. Le dijo muy tranquila.
-¡¿Como quieres que me calme si...?!-. Trato de alegar Dana pero Fernanda lo interrumpio.
-Hey, tranquilo, calmate-. Dijo y antes de que alguien pudiera decir algo abrió la reja de la puerta dejándonos libres. -Salgan-. Nos dijo.
-Pensé que enserio nos habías traicionado-. Le dije mirándola a los ojos.
-Eso jamás-. Me dijo. Nos abrazamos pero Dana tuvo que arruinar el momento.
-Bueno, entonces vámonos-. Sugirió Dana viendo mas a Fernanda que a los demás.
-Ah no, yo me quedo-. Le respondió Fernanda muy calmada. Ella se hizo para atrás y se disponía a no moverse de ahí.
Dana rió nervioso. -No, tu te vas-. Intento acercarse a Fernanda y tomar su mano.
Pero Fernanda saco una pistola de no se donde y le apunto a Dana. -¡Dije que yo me quedo!-. Volvió a repetir.
-Vamos, disparame-. La reto Dana mientras le hacia frente. Fernanda sólo lo vio mientras le apuntaba y bajo el arma. -Nos vamos todos-.
-Bien, de acuerdo pues-. Dijo resignada.
Todos salimos rápido de ahí y volvimos hacia el hotel. Fernanda parecía normal otra vez. Pero yo se que faltaba algo. Exacto, que Sam le pidiera perdón. Eso era, yo lo se. Entonces me dirigí hacia Sam y le hable. El estaba sentado ahí, en una parte separada de los demás.
-Hola, Sam-. Salude mientras me acercaba.
-Hola-. Me respondió enfadado. -¿Que quieres?-. Me pregunto de mala gana. ¡¿Que le sucede ahora?! ¡Agh!.
-¿Por que no le pides perdón a Fernanda?-. Le comente yo directamente. Mirándolo a los ojos.
-Oh por donde empezar, es que tengo muchísimas razones-. Dijo con... ¿un sonrisa enojada?. Si, ahora sonríe cuando esta enojado. Wow, si que esta mal el chico. En fin.
-¡Por Dios, Sam! Pareces niño chiquito, sólo pídele perdón y ya-. Le grite yo, ya desesperada de plano.
-Agh, ¡Bien!-. Respondió resignado y se fue hacia Fernanda.
Yo los seguí a una distancia que pudiera ver lo ocurrido. Sam se acerco a Fernanda y tocándole el hombro llamo su atención.
-Fernanda-. Ella voltea. -Quiero decirte que lo siento-. Dice con un tono que no presenta ninguna emoción.
-¿Enserio?-. Pregunto Fernanda con un tono no muy convencido. Y mirándolo con una cara extraña que sólo ella sabe hacer.
-Si, enserio-. Responde Sam serio. -Aunque no se ni por que ya que no somos ni amigos-. Le reprocha.
-¡Claro que somos amigos! ¿Por que dices eso?-. Exclama Fernanda confundida. Para ella Sam si es su amigo.
-Por todas las cosas que me has dicho y hecho-. Le sigue resprochando Sam ahora mirándola fijamente. -¡¿Eso te parece poco?!-. Comienza a gritar.
-Eran sólo bromas de amigos, no eran enserio-. Le explico Fernanda con un tono calmado. Sam se relajo.
-¿Enserio?-. Pregunto mas calmado.
-¡Si!-. Respondió Fernanda como si fuera algo obvio.
-Entonces en verdad lo siento-. Dice Sam sinceramente. Yo me conmovi al ver y oír eso.
-Estas perdonado-. Responde Fernanda con una sonrisa.
Fue tan bonito ese momento. Los dos perdonándose. Yo sabia que Fernanda no podía traicionarnos. No es propio de ella. Ahora estaba un poco mas unida con Sam, es un comienzo para que este mejor y Sam se calme. Tal vez sea un buen día mañana. O al menos eso esperamos.
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Shining In The Dark. ©
AdventureSoy Samantha, vivo con mi mamá en una aburrida casa con un aburrida vida y voy a una aburrida escuela. Tengo 13 años. Lo bueno de todo esto es mi mejor amiga, Fernanda ella vive con su mamá igual. Ella tiene 12 años. Y esta igual de aburrida que yo...