Fernanda
Habíamos caminado mucho tiempo para llegar. Dane nos había llevado por el camino corto. Supuestamente. Aunque estoy comenzando a dudar. Digo, llevamos como 5 o mas horas caminando. Lo que sea, hay que confiar en el. El nos había ayudado a salir de ahí. Aunque si, también me había secuestrado y hecho... esas cosas. Pero al ultimo se arrepintió. No me puedo quejar. Pero bueno, en estos momentos, estoy muerta.
¿Estas muerta?. No lo creo. Yo te veo muy viva.
No se que trataste de insinuar. Pero es un decir.
Pues no lo digas porque parece mentira. Y las mentiras son malas.
Lo que sea. No pienso discutir porque estoy demasiado cansada.
Claro que estas cansada. Es decir, ¡tu condición es un asco!.
Ouch, eso dolió.
Lo se.
Rodé los ojos y me dispuse a mirar por donde iba. Si, creo que no estaba prestando mucha atención. Pero, de todos modos, nadie había dicho nada. De hecho, había un enorme silencio. Comenzaba a ponerse incomodo. Así que decidí romperlo. ¡Ah si! Creo que olvide mencionarlo. Samantha lo estaba viendo como si le quisiera sacar los ojos con una cuchara.
-¿Y bien? ¿Cuanto falta?-. Pregunte alzando una ceja. El me miro de reojo. Ya que estaba hasta adelante de nosotras.
-Falta poco-. Respondió mirando al frente. Eso ya lo había dicho hace un maldito segundo. ¿Cuanto mierdas falta?.
-Eso dijiste exactamente...-. Comenzó a decir Samantha. Miro su reloj invisible. O mas bien, su muñeca. -2 largas horas-. Termino de decir. Y se cruzo de brazos y levanto una ceja. Aunque Dane estuviera dándole la espalda.
-¡Bueno! Yo no mido el tiempo ni la distancia. ¡No soy un maldito GPS!-. Le grito desesperado. Además de que se había volteado para responderle.
-Mira, abusador de quinta, tampoco es para que me grites así. Llevamos caminando 5 malditas horas. A Fernanda y a mi nos están matando los pies. Tal vez tu lo soportes ya que eres una especie de criminal pero nosotras somos unas NIÑAS. Así que no vengas y me digas que 'no eres un GPS' porque eso me hace creer que no te sabes el estúpido camino-. Le grito. Comenzó a subir el tono lo que hizo enojar mas a Dane. Estaban tan cerca que parecía que se comerían con la mirada. Así que me interpuse. E intente calmar el ambiente.
-Ehh... lo que quiso decir mi amiga, que debería bajarle dos rayitas a su coraje...-. Comencé a decir. Le dirigí una mirada a Samantha. Ella sonrió inocentemente. -Es que hemos estado caminando mucho, estamos cansadas. Es decir, no pudistte haber conseguido un auto antes de salir o, por lo menos, un mapa mas detallado-. Comente con mirada cansada. El me miro.
-Bueno, íbamos rápido, no había tiempo para pedir prestado un auto. Además, no creo que exista un mapa detallado justo para llegar a su estúpido campamento-. Dijo cruzándose de brazos. Yo levante una ceja. -Así que, si es tan fácil como ustedes dicen llegar, las sigo-. Termino señalando el camino delante de nosotros. En ademán de que lo guiaramos.
ESTÁS LEYENDO
Shining In The Dark. ©
AventuraSoy Samantha, vivo con mi mamá en una aburrida casa con un aburrida vida y voy a una aburrida escuela. Tengo 13 años. Lo bueno de todo esto es mi mejor amiga, Fernanda ella vive con su mamá igual. Ella tiene 12 años. Y esta igual de aburrida que yo...