🧸 [𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟶𝟫] 🧸

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𝑃𝑎𝑡𝑒𝑟𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑...
¿¡𝑄𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑐𝑎𝑟𝑎𝑗𝑜𝑠 𝑑𝑖𝑗𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑟𝑎 𝑓𝑎𝑐𝑖𝑙

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—Aun no puedo creer que ese pelotudo de mierda se haya atrevido a tratar de sobornarme. — era la tercera ocasión que Mauro le decía eso a Matías.

—Tenes que entender que ese tipo de personas están acostumbradas a hacer todo lo que quieran. — Spallatti comentó, mientras se cambiaba la ropa, porque ya era hora de dormir y mañana tenía que ir a su trabajo.

—¿Pero por qué llegan hasta ese maldito punto? — el menor se quejó nuevamente, ya en la cama y con una sábana que cubría hasta la mitad de su cuerpo.

—Definitivamente no lo sé Mauro, pero deja de quebrarte la cabeza con eso. — Matías le recomendó, buscando un lugar al lado contrario. —Pedro es un patán prepotente. — comentó. —¿Sabes? Hace un tiempo escuche que tiene problemas con el manejo de la ira, y que es demasiado violento. — agregó, causando que un escalofrío recorriera la espalda de Monzón por sus palabras.

—¿Posta que es violento? — este inquirió, siendo algo de lo cual no tenía conocimiento.

—Si, bastante por lo que escuche. — Spallatti dijo nuevamente, notando como en el rostro de su pareja se dibujaba una gran expresión de preocupación. —Pero tranquilo, que no creo que sea capaz de ponerle una mano encima al niño. — indicó, buscando la tranquilidad del otro. —Después de todo es su propio hijo y dudo mucho que tenga los huevos suficientes para hacerle daño. — habla, pensando que sus argumentos iban hacer suficientes como para calmar al peliblanco. A pesar de haber vivido algo similar a lo que Mateo estaba pasando, cuando tenía más o menos su edad.

—Esto está mal, esto está demasiado mal. — Monzón se quejó con ganas de salir de la cama y llamar a su jefa para que ella mandara a quien debería de mandar a la casa de los Palacios, sacando de inmediato a Mateo de ese lugar.

—Che Mauro, tranquilo. — Spallatti le impidió levantarse de dónde estaba, por lo cual lo atrajo hacia él, cubriendo todo su cuerpo con sus brazos y aprisionando con sus piernas la cintura del otro. —No le va a pasar nada al niño, él estará bien te lo aseguró. — dijo, como si fuera un mago y pudiera ver el futuro de los demás.

—Es que no puedo. — Monzón se quejó con muchas ganas de ponerse a llorar por una razón que desconocía por completo, pero que entendería más tarde. —Solo es un nene de cinco años, el no entiende ciertas cosas y eso lo lastima. — murmuró. —No recibe el amor, el cariño y el afecto que debería. — indicó, buscando el pecho del otro para ahogar sus sollozos. —Y si no es por sus nanas y su nona, que lo viene a ver de vez en cuando, Mateo estaría completamente solo, sin nadie a quién le importara de verdad. — comenta, ya con un fuerte dolor de cabeza encima.

—Mauro para. — el mayor le pidió al darse cuenta que la situación no iba para bien, y eso que aún no había sucedido nada "malo" por el momento. —Tranquilizate, que si te pones mal o te enfermas no vas a poder ayudar a Mateo en nada. — comenta, pareciendo ser suficiente para que el llanto del otro disminuyera en consideración. —¿O hay algo más de lo que querés hablar? — inquirió, pensando que había gato encerrado en todo este asunto y que los malestares de su pareja se debían a algo más.

|| Paternidad... ¿¡Quién carajos dijo que era fácil!? : Litcko  ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora