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𝑃𝑎𝑡𝑒𝑟𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑...
¿¡𝑄𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑐𝑎𝑟𝑎𝑗𝑜𝑠 𝑑𝑖𝑗𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑟𝑎 𝑓𝑎𝑐𝑖𝑙!?
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— Ya mi amor, no pasa nada... El niño ese ya se fue, al igual que su papá... — Rocío le dice suavemente a Isa, mientras la tenía fuertemente abrazada. — Nadie te va a hacer daño, porque aquí estamos para cuidarte... — dice.
Habiendo llegado en muy poco tiempo a la casa de los Monzón Spallatti, teniendo en cuenta que no se encontraba tan cerca del sector.
— Rocío, lo siento mucho. — Paulo se disculpa con su esposa, sintiéndose bastante mal por todo lo que su nena había visto. — Posta que lo siento, yo no quería que Isa terminara así de asustada.
— No te preocupes mi amor, que nada de lo que pasó fue tu culpa. — Moreno réplica las palabras que su marido le había dicho, dejando sobre una de las mejillas ajenas un tierno y dulce beso.
— Yo no quiero salir más a la plaza, ya no quiero salir de la casa. Porque la gente es muy mala, la gente es muy mala como mis papás. — Mateo susurra, estando abrazado al abultado vientre de Cucco. Quien había logrado cambiar al pequeño, para que este buscará refugio entre sus brazos.
— Vamos Mateo, no toda la gente es mala, siempre hay gente buena en cada esquina. Y no importa que la gente mala parezca ser más, porque no lo son realmente, ¿Entiendes? — Nicole alega, acariciando el rostro del menor y jugando con los rizos de este. — Así que no puedes quedarte en casa todo el tiempo, porque te perderías de todas las cosas divertidas que hay afuera.
— No, no, no, yo no quiero salir más, yo no voy a salir de nuevo. — Mateo se niega ante lo dicho, aferrándose aún más al vientre de la otra. Sintiendo ligeros movimientos dentro de este, por lo que supuso que era el bebé de la morocha. — Tu bebé se mueve, ¿O tu estómago tiene hambre? — le consulta a la mayor, quien solo sonríe por sus palabras.
— Mi bebé te está diciendo "Hola". — Cucco informa, haciendo que el rostro de Mateo cambie radicalmente.
— ¿Tu bebé me está diciendo hola? — Mateo pregunta con una pequeña sonrisa, tocando con cuidado el vientre de la otra. — Hola bebé. — saluda, atrayendo la atención de la pequeña Londra.
— ¿Q-que beb-é? — Isabel consulta, mirando en dirección de los dos morochos. — ¿D-dónde est-á el beb-é al q-ue le decís h-ola?
— Está aquí. — Mateo habla señalando el bulto que Nicole tenía, el cual había pasado por desapercibido por la contraria.
— ¿Ahí es-á un b-ebé? — Isa habla sorprendida, haciendo que su madre la lleve hacia donde estaban aquellos dos. — ¿Y por qué no sale?
— Porque está chiquito y aún no es grande como nosotros. — Mateo le informa a la pequeña, quien tímidamente toca el vientre de la rosarense. — Así que está dentro de Nicole, y su estómago se hará grande y más grande hasta el punto de explotar. Y cómo va a explotar, el bebé no va a tener dónde estar, así que tiene que quedarse afuera con nosotros. — explica de la mejor manera para que la otra le entienda, siendo la manera en la que a él le habían explicado.
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|| Paternidad... ¿¡Quién carajos dijo que era fácil!? : Litcko ||
Fanfiction𝑃𝑎𝑡𝑒𝑟𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑... ¿¡𝑄𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑐𝑎𝑟𝑎𝑗𝑜𝑠 𝑑𝑖𝑗𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑟𝑎 𝑓𝑎𝑐𝑖𝑙!? ╰ ✶ Solo será por una semana o más quizás, decía... ✶ ╯ ╰ ✶ Solo se quedará con nosotros mientras las cosas en su casa mejoren o se le encuentre algún mejor luga...