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𝑃𝑎𝑡𝑒𝑟𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑...
¿¡𝑄𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑐𝑎𝑟𝑎𝑗𝑜𝑠 𝑑𝑖𝑗𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑟𝑎 𝑓𝑎𝑐𝑖𝑙!?.
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Mauro había conseguido calmarse lo suficiente como para volver a tomar las riendas de la situación. Pero antes de hacerse cargo completamente de Matías, tenía que sacar a Mateo de la casa.
Debido a que no quería que el menor siguiera haciendo una mala imagen de Spallatti, ya que eso solo los llevaría a dónde habían empezado. Y definitivamente nadie estaba para lidiar con una nueva pésima relación entre esos dos.
Así que a Monzón no le quedó de más que llamar a sus padres, sabiendo varios números de teléfono para realizar lo que quería. Llamando a quienes debía con el teléfono fijo de casa, ya que su teléfono había quedado en su habitación, y no tenía las agallas suficientes como para ir por él.
Por lo que al hacer su primer llamado, fue a prepararle algunas cosas a Mateo. Quien había decidido quedarse en la sala, porque no quería acercarse al cuarto de sus padres adoptivos o al suyo, ya que este estaba algo cerca del de los mayores.
Y no se sentía capaz para tratar de poner un pie cerca de ese lugar, así que buscando un poco de seguridad se quedó inerte en el sofá. Mientras pensaba en todo lo que había pasado hasta el día de hoy, y de cómo su vida se estaba yendo en picada nuevamente.
Como si estuviera condenado a siempre vivir rodeado de violencia.
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-Mateo, ya llegaron los nonos por vos. - Mauro le informa al pequeño al escuchar el timbre de la puerta, suponiendo que eran sus viejos quienes habían llegado. -Vamos, vení de inmediato. - pidió, pero el menor no le hizo caso.
No dejándole de otra al peliblanco que cargarlo entre sus brazos junto a sus cosas, dirigiéndose hacia la puerta sin dudarlo demasiado.
-Hola. - Mauro saluda a sus padres, tal como había supuesto antes, para después darle a su madre al pequeño morocho. Quien se quejó fuertemente por pasar a unos brazos diferentes que no fueran los del peliblanco.
-No, papá Mauro no me dejes, no me dejes por favor. - Mateo pronuncia con el labio inferior de su boca temblando.
Sorprendiendo un poco a los padres de Mauro por como lo había llamado, al igual que al mismo peliblanco. El cual quiso gritar de felicidad por ser llamado nuevamente "Papá" por parte de su pequeño, pero este no era el momento para sentirse feliz.
Definitivamente no lo era.
-No te estoy dejando amor, solo necesito que estés bien, ¿Si? - Mauro trata de explicarle a Mateo lo que sucedía. Pero este se niega a comprender, por lo que empieza a llorar desconsoladamente.
-Mauro por Dios, ¿Qué es lo que sucede? - Martha le cuestiona a su hijo, mientras intentaba calmar a Mateo.
-No puedo explicarles todo lo que pasó ahora mismo, pero necesito que se lleven a Mateo por favor. - Mauro responde con nuevas ganas de ponerse a llorar enfrente de sus padres, debido a que se sentía demasiado desprotegido. -Quiero que lo cuiden mientras me hago cargo de Matías, ¿Está bien? - pide, no recibiendo una respuesta inmediata por parte de sus padres.
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|| Paternidad... ¿¡Quién carajos dijo que era fácil!? : Litcko ||
Fanfiction𝑃𝑎𝑡𝑒𝑟𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑... ¿¡𝑄𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑐𝑎𝑟𝑎𝑗𝑜𝑠 𝑑𝑖𝑗𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑟𝑎 𝑓𝑎𝑐𝑖𝑙!? ╰ ✶ Solo será por una semana o más quizás, decía... ✶ ╯ ╰ ✶ Solo se quedará con nosotros mientras las cosas en su casa mejoren o se le encuentre algún mejor luga...