🧸 [ 𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟶𝟥 ] 🧸

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𝑃𝑎𝑡𝑒𝑟𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑...

¿¡𝑄𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑐𝑎𝑟𝑎𝑗𝑜𝑠 𝑑𝑖𝑗𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑟𝑎 𝑓𝑎𝑐𝑖𝑙

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—Disculpe señorita. — la maestra del jardín llamó a una de las nanas del morocho, quien había llegado a recoger a Palacios como todos los días.

—¿Si? — la muchacha respondió mientras se detenía, sintiendo como Mateo la jalaba para que volviera a caminar. —Mateo, espera por favor. — le pidió con amabilidad, pero el menor siguió con lo suyo.

—No, vámonos a casa. — Mateo le exigió asustado, porque sabía que había hecho algo mal en el colegio y que seguramente la maestra se lo diría a su nana.

—Mateo por favor. — la contraria pidió de nuevo, no queriendo retar al rizado, porque le parecía que tenía suficientes retos en casa. —Dígame, ¿qué es lo que pasa? — cuestionó.

—Es sobre el comportamiento de Mateo. — la maestra informó de inmediato. —El ha estado actuando demasiado raro en estos últimos días y quisiera saber si ocurre algo en casa, para que esté de esta manera. — comentó.

—Bueno... — la otra mujer murmuró, no sabiendo si debería o no hablar acerca de la situación dentro del hogar de los Palacios.

—Mateo ha estado molestando a unas compañeras, les dice palabras que para ellas son ofensivas y las hace llorar. — la maestra agregó, poco convencida por la conducta de la contraria. —También ha estado incitando a otros niños para que imiten su comportamiento, aunque también les molesta. — indicó, sospechando que algo no andaba bien y que la otra no estaba dispuesta a decirle nada. —Se lo pregunto de nuevo, ¿no sucede nada malo?

—No, no pasa nada. — ella respondió de inmediato, más que dudosa y nerviosa.

Aunque lo último que quería era meterse en problemas con Pedro y Juliana, pero en especial con el primero, porque este llegaba hacer demasiado temperamental y duro con sus decisiones.

—En ese caso quisiera que los padres de Mateo vengan a hablar conmigo, por favor. — la mayor pidió con amabilidad, no esperándose lo que el pequeño iba a decir.

—Uuuh, entonces tendrá que esperar mucho tiempo. — Palacios murmuró molestó. —Porque ellos no tienen tiempo para nadie más que no sea su estúpido trabajo. — agregó con el ceño fruncido y la mirada triste, recalcando más de alguna palabra que terminó por llamar la atención de la maestra.

—Mateo, por favor no digas eso. — la nana de éste le pidió rápidamente.

—Dígales que los espero mañana sin falta, por favor. — la otra indicó sin vacilar. —Y en verdad le pidió que vengan, porque no sería la primera vez que ninguno de los dos se presenta cuando Mateo tiene problemas o con algo que esté relacionado con él. — argumentó, dejando contra la espada y la pared a la contraria, quien solo asintió mientras se imaginaba el drama que se formaría con sus jefes y con el pequeño rizado.

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|| Paternidad... ¿¡Quién carajos dijo que era fácil!? : Litcko  ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora