🧸 [𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟥𝟦] 🧸

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𝑃𝑎𝑡𝑒𝑟𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑...
¿¡𝑄𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑐𝑎𝑟𝑎𝑗𝑜𝑠 𝑑𝑖𝑗𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑟𝑎 𝑓𝑎𝑐𝑖𝑙

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—¿Matías? ¿Por qué estás afuera de la cama a estas horas? — Natalia le consulta a su hijo, al haber ido a la cocina por un poco de agua y encontrarse al morocho recostado sobre una de las paredes de dicho lugar, con un vaso entre las manos. —¿Qué estás tomando? — consulta, evaluando lo que aquél sostenía, siendo su pista para averiguar si le pasaba algo malo o no al contrario. —¿Estás tomando chocolatada caliente? — dice, recibiendo un tímido asentimiento.

—Si. — Matias responde sin más, bebiendo lo antes dicho, no habiendo conciliado el sueño desde que habló con Monzón.

—¿Te sentís mal? ¿Qué te pasa? ¿Querés que le llamé a Mauro? — es lo que aquella dice de inmediato, sabiendo a la perfección las costumbres y comportamientos de su hijo cuando algo lo hacía sentir mal.

Debido a que Matías tomaba únicamente chocolatada caliente cuando tenía un serio problema encima, siendo una costumbre algo extraña para alguien que lo escuchará por primera vez, teniendo en cuenta que Spallatti detestaba en cierto sentido la chocolatada desde pendejo, más si está era caliente.

—Lo que pasa es que Mauro... es medio complicado la verdad. — Matías se queja, no queriendo sacar el tema que trato con el ojiverde en su llamada.

—Vamos cariño, decime lo que te pasa, que sabes que podés confiar en mí. — Natalia responde dulcemente, no queriendo que su niño tuviera secretos demasiados serios a su espalda.

—Es que Mauro le contó a Mateo lo que nos pasó. — el morocho responde sin más, teniendo demasiado miedo por la reacción que su madre podría tener ante lo dicho.

—Ouh, yo... — la rubia murmura con un pequeño caos formándose en su interior, pero hace su mayor esfuerzo para no colapsar y no hacer pasar un mal momento a Matías. —Entiendo si te molesta y te incómoda. — ella dice por fin. —Solo esperemos que Mateo entienda la situación y no te haga sentir incómodo cuando te vayas de regreso a la casa. — comenta con tranquilidad.

—Según Mauro logró entenderlo, tanto que se quiere disculpar por el mal comportamiento que tuvo en su momento conmigo. — el menor informa rápidamente. —Y que supuestamente cuando sea grande nos va a cuidar a él y a mí, para que no nos pase nada malo. — argumenta, cautivando en cierto sentido a su madre con sus palabras.

—Eso último es un detalle demasiado lindo y tenés que admitirlo. — Natalia le hace ver al contrario, quien sólo es capaz de fruncir un poco el ceño, porque no pensaba que las cosas fueran de esa manera.

—Pero el punto es que Mauro le haya dicho lo que pasó sin al menos decírmelo antes, y siento que últimamente está tomando decisiones sin pensar en las consecuencias que estás pueden tener para él o para los demás. — es lo que Spallatti argumenta de inmediato. —Y eso me hace sentir inseguro, y ya no quiero que alguien me haga sentir de esa manera otra vez. — murmura, terminando por beberse toda la chocolatada de un solo trago. —No, ya no más. — afirma seriamente, lavando el vaso que había utilizado, dándole la espalda a su madre por unos cuantos minutos.

|| Paternidad... ¿¡Quién carajos dijo que era fácil!? : Litcko  ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora