🧸 [𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟷𝟪] 🧸

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𝑃𝑎𝑡𝑒𝑟𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑...
¿¡𝑄𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑐𝑎𝑟𝑎𝑗𝑜𝑠 𝑑𝑖𝑗𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑟𝑎 𝑓𝑎𝑐𝑖𝑙

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Después de un largo rato de dulces palabras reconfortantes de parte de Mauro y que Mateo pudiera conocer algunas partes de la casa, el menor logró sentirse un poco más relajado, pero sin llegar a separarse en ningún momento de Monzón. Quien siempre lo mantenía entre sus brazos, para darle una sensación extra de protección en un momento tan importante como lo era este, a pesar de haberle reiterado al más pequeño que no había ningún peligro o persona presente que quisiera separarlos de nuevo, pero aún así, Mateo se negó a alejarse de su lado, como un bebé que siempre necesitaba de los cuidados de su madre.

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—Mateo. — Monzón pronuncia el nombre de su pequeño, quien no tarda en ponerle atención. —¿Ya te sentís mejor como para ir conociendo a los demás? — le pregunta dulcemente al morocho, estando sentado en un sofá con el antes mencionado entre sus piernas. Quien comía con mucha timidez un gran pedazo de una deliciosa chocotorta que Marta y Natalia se habían encargado de hacer, para celebrar esta ocasión tan única y especial.

—Si, pero no quiero que nadie me toque o se me acerque, por favor. — el menor pide, no sintiéndose para nada cómodo con que alguien que apenas estaba conociendo quisiera cargarlo o dejarle algún beso sobre sus mejillas.

Y eso era algo que todos tenían que respetar sin importar nada, desde el criterio de Nicole, quien aprovechó el fugaz momento que Mauro y Matías se tomaron para mostrarle la casa a Mateo, para explicarles de manera rápida pero detallada a los demás, que lo más conveniente era mantener la distancia con el morocho. Debido a que esto era algo demasiado nuevo y repentino para él, por lo que iba a buscar de manera casi desesperada sentirse seguro en todo momento, por medio de la compañía que Mauro le estaba dando.

Y si ellos cumplían al pie de la letra con sus todos sus límites y peticiones, le terminarían demostrando al más pequeño que no eran ninguna amenaza y que podía confiar en ellos plenamente, tal como lo hacía con el peliblanco.

—Está bien. — Monzón aceptó en nombre de todos sus invitados, quienes no replicaron en nada lo que había dicho. —Ellos como te dije antes, son mis viejos y se llaman Marta y Sergio. — comenta, señalando a sus progenitores, quienes desde lo lejos saludan al rizado. —Y ella es Natalia y es la mamá de Matías. — indica, señalando esta vez a su suegra, quien también imita las acciones de los viejos del ojiverde, al saludar desde la distancia a su nuevo nieto.

—¿Y el papá de Matías? ¿Dónde está su papá? — Mateo consulta de inmediato, como el niño curioso que era, pero ese no era el mejor momento para hacer tal pregunta.

—Él se fue hace tiempo. — Matías responde de manera seca, siendo el único que tenía el valor necesario de hablar sobre ese tema, aunque a decir verdad, solo a él y a su madre le correspondía contestarle al menor. Pero como la última no iba a estar dispuesta a hablar acerca de su exmarido, el ojicafe terminó por hacerlo. —Y nunca más va a volver por aquí, así que su presencia no es para nada importante para nadie. — suelta, siendo otro momento de gran tensión para todos, quienes esperaban que nada malo sucediera en esta ocasión, pero por suerte, Mateo no dijo nada más al respecto de eso.

|| Paternidad... ¿¡Quién carajos dijo que era fácil!? : Litcko  ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora