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𝑃𝑎𝑡𝑒𝑟𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑...
¿¡𝑄𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑐𝑎𝑟𝑎𝑗𝑜𝑠 𝑑𝑖𝑗𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑟𝑎 𝑓𝑎𝑐𝑖𝑙!?.
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—Mati, amor, ¿Cómo estás? — Monzón le consulta a su novio por medio de una llamada telefónica.
— Aquí arreglando unas cosas, ¿Y vos? — Spallatti responde, sin dejar de trabajar en ningún momento.
—Ouh, ¿Y te estoy interrumpiendo? Porque si lo estoy haciendo, te llamaré después... — murmura, no queriendo ser un obstáculo para el contrario en su trabajo.
— No dale, no te preocupes, que ya casi termino y me podré ir a la casa. — aquel le dice de manera animada. — ¿Y vas a querés que pase por vos o ya vas de camino a buscar a Mateo? — consulta, en espera de alguna respuesta.
—No, no te preocupes, que ya casi llego. — el menor dice, sin dejar de caminar.
— ¿Y no sabes cómo le fue a Mateo? — Spallatti pregunta con cierta curiosidad por saber cómo le había ido al pequeño. — Te iba a preguntar hace algunas horas, pero entre tantas cosas que hay aquí por hacer, se me terminó olvidando por completo. — confiesa con cierta vergüenza.
—Mi vieja me dijo que le fue bien, no se peleó con nadie, he hizo caso en todo momento. — Monzón informa, haciendo que Spallatti le diga un fuerte y claro "Te lo dije", pero aquel aún tenía cosas que decir. —Aunque según tengo entendido, alguien le mencionó a esos hijos de puta, y Mateo se terminó sintiendo mal por ello. Tanto que se salió del salón llorando, y eso no me gusta... — se queja con molestia. —Mi chiquito volvió a llorar por culpa de ellos, y eso me llena de bronca como no tenes idea. — declara de manera inmediata.
— Tranquilo amor, que eso va hacer algo que solucionaremos en su momento. Porque ahora lo único que importa es que Mateo se encuentre sano y a salvó con nosotros. — el mayor habla con decisión, consiguiendo que Monzón suspirara de manera triste y desanimada. Algo que no le agrado mucho que se diga al contrario, quien empezó a idear un maravilloso plan para subirle los ánimos a su pareja e hijo. — Amor, ¿Qué te parece si vamos a cenar a la casa de mi vieja? — sugiere, pensando que la calidez y la dulzura del hogar de su madre sería suficiente para que Mateo y Mauro se sintieran mejor.
—Definitivamente. — aquel aceptó de inmediato. —Me re encanta esa idea, porque tenemos tiempo de no irla a visitar los dos juntos. Aunque no sé si tu madre querrá recibirnos o no, porque si quiere hacerlo, alistó a Mateo al nomás llegar a casa. — comenta ciertamente emocionado.
— Yo digo que si querrá que lleguemos a verla, pero le voy a marcar por si las dudas. — le responde. — Aunque vos siempre prepárate junto con Mateo, porque si no se puede, nos vamos a algún otro lado a cenar en familia. — Spallatti índica, causando que el corazón de Mauro lata de una manera muy rápida y emocionada.
—Me encanta esa palabra, familia... — susurra con ensoñación. —Y suena tan linda y hermosa saliendo de tus labios, que solo me dan ganas de hacer el amor con vos hasta que no pueda más. — Mauro le revela sus sentimientos al mayor, quien solo se ríe de sus palabras con cierta vergüenza y ternura.
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|| Paternidad... ¿¡Quién carajos dijo que era fácil!? : Litcko ||
Fanfiction𝑃𝑎𝑡𝑒𝑟𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑... ¿¡𝑄𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑐𝑎𝑟𝑎𝑗𝑜𝑠 𝑑𝑖𝑗𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑟𝑎 𝑓𝑎𝑐𝑖𝑙!? ╰ ✶ Solo será por una semana o más quizás, decía... ✶ ╯ ╰ ✶ Solo se quedará con nosotros mientras las cosas en su casa mejoren o se le encuentre algún mejor luga...