🧸 [𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟦𝟨]🧸

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𝑃𝑎𝑡𝑒𝑟𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑...
¿¡𝑄𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑐𝑎𝑟𝑎𝑗𝑜𝑠 𝑑𝑖𝑗𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑟𝑎 𝑓𝑎𝑐𝑖𝑙!?

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¡Rocíooooo! — Mateo grita el nombre de Moreno, cuando es capaz de por fin encontrar a esta, después de haberla buscado por casi todos lados. —¡Rocíooooo! ¡Tengo que preguntarte algo! — agrega, sin dejar de correr hacia donde aquélla estaba.

—¡No! ¡Mateo! — Camilo exclama, estando a nada de detener al pequeño morocho.

¿Si? ¿Qué sucede Mateo? — Rocío consulta, quedándose estática en dónde se encontraba, estando un tanto curiosa por lo que había llevado a Mateo a buscarla.

—Lo que pasa es que, lo que pasa es que... — el rizado intenta decirle a la mayor, pero se sentía un tanto cansado, por lo que se tomó un par de minutos para después hablar. —Es que... — se termina quedando a medias con lo que iba a decir, porque Camilo lo tacleo como todo un luchador profesional hasta llevarlo al suelo. —¡Camilo! ¡¿Pero qué estás haciendo?! — se queja malhumorado, con Moretti encima de él, evitando de esa manera que siguiera abriendo la boca.

¿Todo está bien? — Rocío les pregunta a los menores, habiendo pensado que iba a tener un día normal y tranquilo por hoy, aunque trabajando en un colegio infantil, esas dos palabras estaban fuera de su diccionario.

—Si, todo está bien. — Camilo en responde en lugar de Mateo, quien solo lo ve de manera sería, mientras intenta sacarse de encima al mayor. —Mateo solo estaba jugando a las carreras conmigo. — miente, creyendo que la contraria no iba a sospechar nada de lo que pasaba.

Pero no contaba con que Manuel iba a aparecer de un momento a otro, con el pajarito entre sus manos muy en alto, estando también algo cansado por tratar de seguirles el paso.

—¿Y ese pajarito? — Rocío consulta, escuchando claramente como Camilo chillaba por lo que había visto y dicho. —¿Dónde lo encontraron? — agrega, esperando a que alguno de los tres le dijera algo acerca de lo que había preguntado.

Aunque Moretti no iba a decir nada, ni de chiste, Mateo no podía hacerlo, aunque quisiera, porque el mayor le había tapado la boca para que no hablara, pero Manuel...

—Estábamos debajo de un árbol, y este pajarito cayó encima de mi cabeza. — Vainstein le termina confesando la verdad a la rubia. —Y entre Camilo, Mateo y yo, decidimos que el pajarito sería nuestra mascota. — agrega, revelando todo el plan que Moretti se había ingeniado. —Y Mateo había venido con usted, para que nos dijera que tipo de comida comían los pajaritos. Porque yo me lo iba a llevar a mi casa ahora, para que mañana lo trajera de vuelta... — indica, consiguiendo que Camilo se sienta sumamente decepcionado de él.

Porque cuando más decidía abrir la boca y hablar como una pequeña cotorra, se le ocurría decir todo lo que habían planeado con tanto secreto y misterio.

—¡Es mentira! ¡Todo es una mentira! — Camilo trata de contradecir a Vainstein, pero nada podía hacer cambiar todo lo que Rocío había escuchado.

Pero si eso habíamos dicho... — Manuel murmura, no entendiendo lo que había pasado para que Camilo estuviera de esa manera.

Lo sé, pero era un secreto entre los tres. — Moretti habla, olvidándose de esa manera que la mayor estaba con ellos. —Si se lo decíamos a la maestra Rocío, ella se va a quedar con nuestra mascota. — trata de explicarles a los menores, quienes solo abren la boca con cierta sorpresa. Hasta el mismo Mateo, quien seguía aprisionado por Camilo, termina entendiendo la situación.

|| Paternidad... ¿¡Quién carajos dijo que era fácil!? : Litcko  ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora