|| Paternidad... ¿¡Quién carajos dijo que era fácil!? : Litcko ||

🧸 [𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟧𝟨]🧸

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𝑃𝑎𝑡𝑒𝑟𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑...
¿¡𝑄𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑐𝑎𝑟𝑎𝑗𝑜𝑠 𝑑𝑖𝑗𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑟𝑎 𝑓𝑎𝑐𝑖𝑙!?

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—¿Y cómo has estado? — Monzón le pregunta a Nicole, quien había llegado a su casa a ver a Mateo. Pero como este no estaba, se quedó charlando con el ojiverde, en espera a que el pequeño morocho regresará del parque. —¿Cómo está tu bebé? — cuestionó, mientras se cubría un poco con una bufanda, ya que sentía mucho frío.

—Yo y mi bebé estamos bien, gracias por preguntar. — Cucco responde, acariciando al mismo tiempo su vientre de veinte semanas exactas. —De hecho, ayer fui a hacerme una revisión y ya se que va hacer. — informa con emoción.

—Adivino... ¿Va hacer una niña? — Mauro inquiere divertido, compartiendo enormemente la alegría de la otra.

—Si, va a hacer una niña. — Nicole afirma lo antes dicho, sacando al mismo tiempo de su bolso, una pequeña fotografía de la ecografía que se había hecho para mostrársela al otro. —Todo en ella está bien, no tiene ninguna complicación o malformaciones, así que va a nacer sana y fuerte. — argumenta con un poco de sentimiento al momento de hablar. —Aun no puedo creer que vaya a ser madre. — dice, soltando un par de lágrimas en el proceso.

—Vamos Nicole, no llores... — Mauro le pide, y trata de consolarla un par de veces a la contraria, pero a causa de sus estornudos, no logró completar a la perfección su tarea.

—Perdón, perdón, aún estoy sensible a causa de las hormonas. — Cucco se disculpa, respirando profundamente un par de veces, para seguir como estaba antes.

—No te preocupes, y no te culpo por estar emocionada. — el ojiverde argumenta, devolviéndole la fotografía a la otra. —Yo también lo estaría, si algo dentro de mi estuviera creciendo poco a poco. — habla, haciendo que la morocha asienta un par de veces. —Y que en unas cuantas semanas más, lo vas a poder tener entre tus brazos.

—¡Si! Definitivamente todo eso me emociona demasiado. — Nicole afirma de inmediato, limpiando las lágrimas que aún caían de sus ojos. —Por eso vine a ver a Mateo, ya que quería informarle que voy a tener una niña. — dice. —Porque en la última consulta, me preguntó si ya sabía si mi bebé era niño o una niña.

—Entonces no te preocupes, que posiblemente vengan dentro de un rato más. — Monzón afirma de inmediato. —Y por cierto y si no te molesta responder, ¿Qué pasó con el padre de tu bebé?

—¿Ivo? — Cucco dice, recibiendo un asentimiento por parte del otro. —Bueno, con él pude hablar hace unas semanas atrás, ya que había salido del país por unos asuntos de su trabajo. Así que no sabía nada de mi embarazo, sumándole el hecho de que habíamos dejado de hablar desde que nos separamos. — informa. —Pero ya le dije todo y de paso le indique que si no quería hacerse cargo de mi bebé, no había ningún problema, porque los dos íbamos a estar bien sin él.

—¿Y no te dijo nada? — Monzón pregunta con interés.

—Si. — afirma. —Primero me dijo que ya no sentía nada por mi, y que lo mejor sería terminar de manera oficial. — Cucco responde, no pareciendo estar triste y molesta por aquel punto. —Y lo segundo fue que se iba a hacer cargo del bebé, ya que no dudaba en ningún momento que fuera de él. — argumenta. —Y que también lo disculpara por estar ausente tanto tiempo, pero que de ahora en adelante estaría presente para cada momento que lo llegué a necesitar.