capítulo dieciséis.

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Akira

Me desperté de un susto al oír repetidas veces notificaciones y llamadas provenientes de mi celular, el cual estuvo unos cuantos segundos molestandome con los irritantes sonidos de mensajes y esta última llamada que no llegué a atender porque apenas escuché el tono final. No suelo tener el sueño tan pesado, pero la única razón por la cual sonó tantas veces sin que yo ni siquiera lo escuchara es porque anoche me dormí a las cinco de la mañana y mis ganas de darme la vuelta para seguir durmiendo son más fuertes que yo.

Sentí como el morocho completamente dormido se quejó luego de oír esta última llamada entonces rápidamente estiré mi brazo para ver de quién se trataba antes de que volviera a sonar, aunque poco podía moverme si tenía medio cuerpo de Mateo encima mío, tal como quedó dormido anoche.

Desbloqueé mi celular y en la pantalla se hicieron presentes varios mensajes provenientes de mi progenitora, los cuales no dudé un segundo en abrir con algo de preocupación.

mamá<33

Kiki

Estas dormida??

Porque no me atendes

Despertate🙄

ma estaba durmiendo, que
paso??

Me llamaron del trabajo y
necesito que vayas a
quedarte con Santi

Por favor

Ya estoy en el trabajo yo,
pero no queria despertarte
tan temprano, te digo ahora
que tu hermano ya debe
estar levantado

pero hoy es feriado, se
supone que no trabajabas

Me pidieron que venga y me
pagan el doble, es plata...

bueno dale, en un rato
voy

Gracias!!!

Al ver que ya eran las nueve y media de la mañana solté un hondo suspiro y refregué mis ojos para tomar las fuerzas suficientes para levantarme, pero no podía hacer mucho si el morocho al darse cuenta que tenía que levantarme se aferró con más fuerza a mi cuerpo para seguir durmiendo.

—Mateo me tengo que ir. —avisé algo apenada, ambos teníamos las mismas ganas de seguir durmiendo.

—Hace frío, sigamos durmiendo. —pidió con su voz ronca y con su boca a centímetros de mi piel debido a que su rostro estaba oculto en mi cuello. Suspiré hondo dando a entender que aunque quisiera, no iba a ser posible, pero antes de que pudiera responderle él habló— Por favor, un ratito más. —pidió sin ni siquiera esforzarse a abrir los ojos.

Sin decir una sola palabra me acomodé mejor en mi lugar y él se encargó de taparnos a ambos para estar calentitos. Yo llevé una de mis manos a su pelo para que descansara mejor mientras enredaba mis dedos en sus rulos y jugaba con ellos.

Con mi vista fija en cualquier parte de la habitación y teniendo al morocho recostado sobre mi pecho no podía parar de pensar en todo lo que me viene pasando con él, así estuve toda la noche y hoy de nuevo.

Akira; trueno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora